en la casa de los Bolgia- circulo infernal.

Ladrones son aquellos que robaron tus bienes, aquellos que se apropiaron de lo que no era suyo.

Derecho que compraban con dinero, su dinero no compro el hecho de tener su alma corrompida.

Muerde la de la bífida lengua y bebe sus robos en sorbos, pues en el círculo de los Bolgia estas condenado.

sin memoria presente, pasada. Estoy ausente.

Observe a ese hombre, le observe con la atención necesaria ¿qué estaba haciendo yo en aquel lugar, quien era este tipo que me zarandeaba?

Cerré los ojos y le golpee, con la mano en la cara, pero él no se inmuto, sonrió.

Dije- ¿cómo y dónde está mi bebé?

El me miro con cara sorprendida y me cogió del brazo, del brazo no me hacía daño pero era una imposición.

¡Déjame!!!!!!! Grite, pero me saco de aquella habitación, el aire era extraño fuera, hacia un extraño zumbido el ascensor, en el ascensor había un doctor, entraba con una camilla en esa camilla había una mujer, esa mujer era muy parecida a miiiiiiiiiiiiiiiiiii.

-preparar el quirófano, preparar el quirófano, preparar carbono ha tomado una ingestión de lejía pura, ¡vamos!!!!!!.

¡Ahora meter la goma!- grito.

Era yo, yo estaba muriendo, yo estoy viéndolo- Doctor salve al bebé- les digo, no me escuchan me están intentando salvar la vida, hay un hombre a mi lado, es el acomodador del tren, me habla en el oído, que me dice, no consigo escucharle, pero sé que no es bueno.

-No le escuches- me digo a mi misma- no le escuches- pero me veo mover los labios, me veo firmar un papel, le veo reír y………………………………….

Le golpeo, le golpeo, le golpeo y noto una presión en la mano, algo me impide seguir.

Algo me retiene, me retiene la muerte, estoy muerta, estoy muerta y vendí mi alma a ese ser para salvar a mi bebé, ¿dónde está mi bebé?

Pregunto a aquel estúpido ser con ese uniforme ¿quién eres, estúpido, quien te crees que eres?

Le empujo y le veo caer por el hueco del ascensor, muere, muere como yo he muerto ¡idiota, nadie me toca sin mi permiso!!!!!!- le grito mientras me alejo, necesito aire, pero el aire está viciado, donde puedo respirar, en aquel hotel no, mejor saldré a la calle.

He de volver a la estación del tren, tengo que buscar al acomodador, ese tipo me engaño.

un viaje interior hacia la nada exterior.

Me sentía cansada en aquella estación sin vida, el tren entraba y yo subí a él.

Un viejo revisor me ayudo a subir y me acomodo en el compartimento 3, los cuatro asientos restantes estaban vacios.

Me sentí abrumada y saque de mi viejo bolso una moneda, pero cuando se la fui a dar, los ojos de aquel revisor me recordaron que yo no estaba en aquella realidad o sí?

Perdí mi alma intentando salvar la de mi hijo……………….. Entonces el revisor con aquella cara arrugada y acartonada, mostrándome sus dientes podridos y amarillos, me hizo mirar por la ventana y vi, con dolor como el mismo se llevaba aquel cochecito de bebe.

El tren se alejaba entre risas que resonaban en mi cabeza.

NOOOOOOOOO!

Abrí los ojos estaba en mi cama, no era la cama de un viejo hospital el olor a éter envolvía todo y yo me levante, me vi dormir, me vi salir, me vi, me vi, me vi.

NOOOOOOOOO!

Estaba en aquel asqueroso vagón y el tren seguía su curso, me habían engañado, de pronto un lugar abandonado con un cartel roñoso.

Una sombra bajo, yo también lo hice pero Salí por la ventana.

Aquella estación tenía un cartel, viejo y oxidado, que sonaba movido por un viento inexistente, en aquel cartel ponía ciudad n el resto se había borrado.

A lo lejos una ciudad se abría camino, aun estaba oscureciendo, seguí a la sombra hasta entrar en un hotel.

Hotel del dolor, esas letras brillaban en neón amarillo y un extraño zumbido sonaba tras ellas.

Entre y vi a la sombra subir por un viejo y roñoso ascensor, tenía que volver a buscar a mi bebe, pero antes tenía que saber dónde buscar y como escapar.

Fui al registro y vi un viejo libro de registro, el ultimo en registrarse era esa sombra pero solo había puesto cazador de almas.

Yo me registre como sin nombre, no sé cómo me llamo, pero he de volver a buscar a mi bebe.

Huelo a moho y humedad, una llave cae a mi lado, la habitación 6 en la 6ª planta, no me fije que fuera tan alto al entrar.

No subo en el ascensor, siento que algo me observa desde dentro, subo por las escaleras, pero me paro en la tercera planta.

Hay una habitación con numero rojo 6 y me dirijo a ella, entro y es la habitación del hospital.

NOOOOOOOOO!

Tengo que dormir, pero sé que no amanecerá…………….tengo que salir.

Miro por la ventana es aquella ciudad la que está esperando a ser descubierta, estoy en un hotel……debo pensar, que paso en aquel hospital.

la codicia

¿Cuánto cuesta mi alma cazador de almas, cuanto está dispuesto a ofrecer por ella Mefistófeles?

Paparruchas te digo, pues no conseguirás que yo sea como tú, que cuelgue cabeza abajo del árbol de la vida por vender mis valores al mejor postor.

No puedes comprar ni vender mi alma, pues de eso hace tiempo que carezco yo.

cuando los duendes cuentan historias humanas.

Se sentó a pensar en todo lo que había dicho y hecho, no le parecía mal.

Era una mujer que deseaba y necesitaba ser deseada, la gustaba seducir con sus fotos, sus insinuaciones, era hermosa y disfrutaba de ello.

Aquella noche estaba muy pagada de sí misma, como la gustaba escribir abiertamente sobre su sexo y dejar que todos los demás contactos del Messenger la vitorearan.

Sí, todo había estado bien, hasta que apareció aquella jovencita haciendo exactamente lo que ella hacía, eso no la había gustado.

Había arremetido contra ella, es curioso cómo funcionaba la forma de pensar humana, ella se creía con derecho a llamarla cosas que jamás habría consentido que la llamaran a ella.

Fulana, soberbia, eso había sido lo más legible, puesto que todo lo demás estaba catalogado como obscenidades totales y no las pongo para que no me veten el foro.

Ella se sentía bien, sus amigos la habían dado la razón, pero también a la otra, no más bien porque tiran más dos tetas que dos carretas, esto es cierto y al poder de las mismas me remito.

Yo como hada de cuento, se que  ella, se sentó frente a la pantalla convencida de ser superior.

Máxime cuando había posteado aquello del agua cayendo por su cuerpo hacia que este se calentara junto con su ropa, ese calor convertía todo su ser en vapor.

El agua que mojaba sus pechos haciendo que el deseo emanase de ellos, resbalando hacia su ombligo y haciendo que finalmente entrasen entre sus piernas, húmedas gotas que la daban la sensación de calor que en la soledad de esa noche fría ella necesitaba.

El caso es que no esperaba que su enemiga, niñata, idiota y muchas más cosas que no pongo por respeto a mis lectores, comenzase hablando de la luz de la luna.

Esa luz pálida que la hacía enloquecer, y ese imaginario caballero, que bajaba por su espalda como dedos de luz, que cubrieran su cuerpo con cálidas caricias, que llegasen a sus pechos formando torrentes de suaves exclamaciones de deseo, que al sentir la lengua de caballero bajando por su espalda hasta su coxis, se girara buscando mas y encontrara ese mismo caballero buscando la dulce esencia de su sabor en el monte de Venus y……….. Tenéis razón, no sigo que no quiero que las llamas alboroten al infierno y arda mi amado bosque.

Lo cierto es que descubrió que en cuestión de tetas nunca las hay suficientemente grandes, esto me lo dijo un duende del que mejor no os digo el nombre.

jugando a los vampiritos.

Una bellísima mujer vino a verme al salir del monasterio, pero no me fie de ella, no cuando la vida de unos pocos está en juego, que alguien venga y te diga que has de hacer da que pensar.

Me fui a donde decía, aquel Nosferatun tenía que hacer lo que estaba destinado a realizar.

Matar al último de los cullem, eso había dicho la mujer bella.

Mire la luna, recordé a los resistentes lobos, a los seres mágicos de las montañas luchando por su vida, recordé a los humanos libres, a los míos luchando por el no sometimiento.

Qué clase de mundo ofrecía Frost, un mundo de sometimiento a él, eso no iba a ser para mí.

Cuando llegue al paso, el Nosferatun ya estaba allí y pensaba muy alto, sonreí cuando le oí mentalmente hablar de mi belleza.

Luego, mire hacia la noche, había que irse y se lo hice saber, era agradable estar con los antiguos amos de la noche.

Le cedí al gato con gusto, de hecho este estaba encantado de cogerlo, pensaba algo sobre la niña, algo que yo ya había notado.

Pero era una niña fuese de la raza que fuese, continúe caminando en silencio.

Cuando el alba comenzó asomar, nos escondimos en las cuevas para descansar.

Yo vigilaba mi compañero debía descansar junto con la niña y el gato.

Una música se hizo muy machacona en mi cabeza, era un canto gregoriano, venia de lo lejos, luego deberíamos ir a ese lugar.

la violencia

Dentro del séptimo circulo,

Tú vas a estar,

Quien a hierro mata a hierro morirá.

Mira como la rueda de la vida,

En el centro te situara,

Serás una planta que las harpías golpearan,

Sin descanso sin un final.

La violencia solo generara violencia.

Mas es tu elección

tú decidirás.

navega velero

Un día te sentaste a mirar tu pasado,

Dejaste el hoy el mañana a un lado,

Viste como las velas se quebraban

Ni siquiera intentaste bajarlas,

El timón giraba siempre a la deriva,

Y tú al frente de tu navío con la mirada perdida,

En el futuro que una vez imaginaste,

Te viste llegando a puerto,

Construyendo ciudades,

Ahora solo ves en tu pasado algo,

Que pudo pasar pero dejaste a un lado,

En el mar de lagrimas en el que navegas,

No hay puertos tampoco lo esperas,

Solo te quedas contemplando tus manos,

Esperando que el viento vaya de otro lado,

Pero no sabes que frente a ti,

Solo un enorme remolino esta,

Ese remolino te engullirla,

Si no te levantas y comienzas a navegar.

El sentir de un vampiro

Infértiles campos

Sangres negras que contienen el odio,

Guerras y pestes he pasado,

¿Muerte?

 ni siquiera ella me amparo,

Yo

la que camina entre los no muertos,

Aquella que jamás podrá llegar a la noche,

Nombras mi nombre

Sin saber su sentido,

Ocúltate y muere de una vez.

Estas a oscuras y mascas odio,

Te ensimismas pensando en ti misma,

Crees que eres el ombligo de tu absurdo mundo,

Más no temas he venido a darte castigo,

Con mis nombres perdidos te nombro,

Crees que tengo miedo de ti,

Que desatino.

Vas a conocer el poder de un vampiro.

soñadora y sus sueños

Un camino de versos serpentea la playa desierta,

Llego el otoño y con él la playa se cubre de lluvia,

El pensamiento sucumbe en los ojos de una mirada,

No queda nada que ver en la arena solo humedad,

La mar ruge con cada rugido hecho de espuma y agua,

Un pensamiento va y otro se queda,

La mar trae cosas de otros lados,

Playas lejanas en las que otros pensadores miraran,

Y sin saber como comprenderán tus pensamientos,

Yo la pensadora en la playa pienso,

Luego me ensimismo con un trozo de madera,

Será de un barco hundido o de una Galera,

Dejo florar mi imaginación más allá,

En un solo segundo imagine un mundo,

Una historia de piratas y princesas,

Amores que mueren y amores que matan,

Dolor, sabiduría, dinero y como no mas piratas,

Me fundo en mi misma y creó un cuento,

Que borro para dejar pasó a la realidad,

Me levanto y me marcho de la playa,

Pues ahora comienza a diluviar,

Lluvia sana y limpiadora,

Que me hace crear poemas de amores,

De sueños y sobre todo de pesadillas,

Cuentos de terror sobre playas desiertas,

Donde la bella joven acaba muerta en la arena.

Pero sobre todo cuando miro al cielo,

Viendo su gris intenso y las gotas cayendo en mi cara,

Imagino a un Dragón en un timón y a su dama,

Navegando hacia el destino de la nada,

Una historia de amantes eternos,

Amor puro que no roba el viento,

Entonces me despierto y veo que solo era,

Esta soñadora soñando sueños.

No mires atrás.

No mires atrás, ella te persigue,

Sigue tu camino, hacia la noche,

Ella está siempre presente

Aunque la felicidad reine en tu corazón,

Siempre te alcanzara.

No hay lugar donde puedas esconderte,

Donde la nostalgia crezca y te vea,

El lugar del destino a veces,

Es no conveniente

Así que escúchame corre,

No mires atrás y corre,

Escapa mientras puedas,

Pues ella te atrapara



dando instrucciones a preso.

Una cita con un Nosferatun el ultimo, de los suyos libre, el resto había sido encarcelado.
Los Nosferatun eran extraños, muy extraños no les gustaba la apariencia humana, ni de otros vampiros, eran seres solitarios.
Espere cerca del lago, la luna asomo tras la lluvia, una lluvia que desde la mañana había caído sin parar, ahora había cesado y era el momento de que la luna asomara.
Luna bella y creciente, luna bella y reluciente.
El lago me dejo ver su transparencia, la luna resplandecía sobre él, ahora no era momento de una guerra en aquel lugar el tiempo se había parado por un segundo.
Una voz me llamo, me gire y vi al Nosferatun, le mire a los ojos él a mi también.
Camine en calma.
Le hice un gesto de deferencia y el contexto con un gesto cortes.
Ahora le dije has de dirigirte a buscar un cáliz, que no es lo que parece, es un poco más complicado de lo que parece, ve al cruce de los trasteveres allí veras a una mujer que viaja con un animal y con otro ser, no es exactamente humano pero si su apariencia.
Ese pequeño ser, sabe dónde y cómo llegar al caliz y a Frost.
Sentí como sus ojos mostraban la satisfacción del placer que le provocaría la muerte de Frost.
A su tiempo, mi querido Preso, a su tiempo el placer será todo tuyo.
Pero escucha no eres el único que busca su muerte, puede que te arranquen el placer de las manos y puede que lo haga el único descendiente de la familia que te convirtió en lo que eres.
Me aleje en dirección al bosque, pronto aquel lugar seria zona de guerra.
El Nosferatun se quedo allí, mientras la luna iluminaba un bellísimo lago por unos minutos, luego comenzó de nuevo a llover.
.