Un día te sentaste a mirar tu pasado,
Dejaste el hoy el mañana a un lado,
Viste como las velas se quebraban
Ni siquiera intentaste bajarlas,
El timón giraba siempre a la deriva,
Y tú al frente de tu navío con la mirada perdida,
En el futuro que una vez imaginaste,
Te viste llegando a puerto,
Construyendo ciudades,
Ahora solo ves en tu pasado algo,
Que pudo pasar pero dejaste a un lado,
En el mar de lagrimas en el que navegas,
No hay puertos tampoco lo esperas,
Solo te quedas contemplando tus manos,
Esperando que el viento vaya de otro lado,
Pero no sabes que frente a ti,
Solo un enorme remolino esta,
Ese remolino te engullirla,
Si no te levantas y comienzas a navegar.
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