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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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Azrael

Gordita

Mi Tiempo

MADRID

sábado, 28 de noviembre de 2009

Aun me recuerdo.


Aun me recuerdo caminando por calles vacías,
Calle oscura,
Calle fría,
Aun me recuerdo sin quedar con nadie,
Yendo sola a buscar compañía,
Sabiendo donde los encontraría,
Del bulevar a Lavapiés caminando,
Porque hasta Lavapiés no tendría ni un pavo,
Aun me recuerdo en el jardín botánico,
Intentado pintar con palabras las flores,
Caminando sola,
bebiendo sola,
Aun me recuerdo siempre aburrida,
Sorteando a los babosos todos los días,
Sabiendo regresar sola a casa,
Después de cerrar los bares de Lavapiés,
Sola y en soledad definida,
Hablando con el mimo de la gran vía,
Mientras me insultaban las lumis,
Por atajar por montera,
Esa pequeña vikinga callejera,
Por compañera mi soledad comprensiva,
Ella no me dejaba de noche ni de día,
Y un buen día,
Alguien empezó a caminar a mi lado,
Me hizo dejar la rutina,
Del bulevar y Lavapiés todos los días,
Me hizo mirarme en el espejo,
Viendo que frente a mi azrael reía,
Aun me me acuerdo de aquellos días,
En los que vagaba buscando libros,
Para aclarar mis pesadillas,
Todo valía para no dormir jamás,
Todo servía si de pronto amanecía,
Pero no había compañeros,
Esa soledad era solo mía,
Paseos por el retiro frente al ángel caído,
Descubriendo que era la errata de un libro,
Buscando silabas ocultas en las páginas de mi vida,
Encontrando que de pronto,
Yo valía, tenía talento decían,
Jugaba,
ganaba,
Aun me acuerdo de tus discos,
De mis libros de poesía,
De los poemarios muertos,
De las verdades mal dichas,
Aun recuerdo la última borrachera,
Y te recuerdo mi amigo,
Con una llave en la mano,
Y en lugar de besarte,
Te vomite encima,
Pero no fue a mala idea,
Fue para defenderla a ella,
Mi soledad tan querida.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Las cronicas de la sangre.


Crónicas de sangre: La Maldición de los Gonzálvez.

Los condenados bajaban del barco, los juicios eran rápidos para los traidores.
En el navío que llevaba por nombre El Crucificado, llegaban más de cincuenta hombres condenados en las colonias Españolas, la condena más grave era la muerte y la más leve eran las condenas perpetuas , de los que sabían no saldrían jamás.
Aquella joven, llevaba un vestido de Señorita criolla, un velo negro cubría casi todo su rostro, la acusaban de ser la causante de la muerte a cinco hombres y una mujer en la plantación de su padre, aunque se la juzgaría ya estaba condenada a morir en prisión, más de treinta años eran suficientes hasta para una señorita de buena cuna como ella.
La palidez de su piel y su cabello de color castaño la daban una imagen irreal, desde que fue apresada no había comido, se negaba a hacerlo, entre los muertos estaba su prometido.
Los hechos un tanto extraños habían ocurrido una noche de luna llena, el prometido de la joven el más poderoso de los señores de las plantaciones en la Isla volvía de cacería junto con sus cuatro amigos de igual alcurnia cuando entraron en la habitación de la joven.
La encontraron maltrecha en el suelo junto a un enorme charco de sangre, los hombres estaban muertos a sus pies al igual que el ama que la cuidaba.
Sus manos estaban manchadas de sangre y lo único que supo decir es que ella había sido la causante de la muerte de aquellos hombres y esa mujer.
Fue conducida a El Crucificado, pero la llevaron en un compartimento apartado.
Durante su estancia no quiso comer ni beber, excepto por la desaparición de 4 hombres en la travesía todo fue normal.
Conducida al penal para ser encarcelada, inmediatamente y por petición de su padre se la hizo un juicio privado, para no causar malos informes a la familia.
Durante el juicio el mal aspecto de la joven hacía presagiar que moriría pronto, por lo que la llevaron de inmediato a su celda.
Un año más tarde, el padre de la joven pidió verla para informarla de la muerte de su madre, se encontró un cuerpo con sus ropas, llevaba mucho tiempo muerto y se la dio sepultura.
Aunque su padre lloro mucho ambas muertes, la de su esposa y su hija, fue consolado por una hermosa dama de la corte Española, Dolores de Bermejo con la que se caso y pronto concedió un hijo.
No se sabe muy bien como ocurrió, pero algo salvaje entro en la plantación matando a la feliz familia, fue una hermosa noche de luna llena, la casa fue abandonada aunque no así la plantación que fue adquirida por los Señores de Guzmán de Iruña, aunque la casa fue destruida inmediatamente pues decían ver un fantasma paseando por la casa.
Durante muchos años unos animales salvajes, mataban a los trabajadores que no se retiraban a la caída de la noche, pero tras la muerte del Señor de Pedrales, no volvió a ocurrir ninguna otra muerte en aquella extraña plantación aunque los lugareños aun hoy la temen y no se aventuran por la noche por ese lugar.

Crónicas de Sangre: la maldición de la sangre.

Mi nombre es Melinda Gonzálvez, condenada por defenderme de aquellos que no me defendieron, condenada a morir en un lugar alejado de mi casa y mi familia, por mi maldición:
La sangre.
Aquel barco era un lugar hediondo, nauseabundo, olor de los vómitos, pescado salado, mar, sudor y excrementos, era algo que me descomponía, durante todo el juicio y antes del mismo sentí el odio de mi padre, sentí su miedo convertido en rechazo brutal.
El tribunal me temía, sentía su miedo, su terror a cada movimiento de sus cabezas, me llevaron a la celda y me dejaron allí, un trozo de pan rancio y agua y gachas saladas, en aquella celda había una mujer muerta y era yo misma.
Un día el guardián cansado de ver como dejaba la asquerosa comida intacta, cometió un error, entro en la celda para ver si el bulto que no se movía seguía vivo.
Sangre, eso es lo que llaman maldita,
Pero hace palpitar y latir corazones,
Creen que están más vivos que yo,
Porque les late el pecho,
Pero yo Salí de allí con fuerzas y ropa nueva,
El murió vestido de mujer muerta.
Cuando conseguí llegar a mi casa, mi madre había fallecido y mi padre, el gran Señor de Gonzalvez había encontrado una hermosa mujer y le había dado un niño, cuando mi hermano murió de paperas mi padre cambio, ahora era muy feliz.
Durante mucho tiempo observe a mi hermanito y a su madre, una coqueta y engreída mujer de la corte española, algo que yo debía haber sido, la odie pero más me odie a mi misma por ser el monstruo en el que me había convertido, sentí que era la hora de acabar con aquellos que habían convertido mi vida en lo que ahora era, no me arrepiento de nada.
Tome las ropas de aquella engreída dama y a mi hermanito y me marche, tome un barco destino hacia España, aunque solo llegamos vivos las ratas, el bebe y una vaca que iba en el barco.
Con el dinero que traje de la plantación le deje al cuidado de las monjes de Silos, los que me agradecieron hasta que el joven creció y vino a conocerme a Paris, el dinero que les enviaba para su manutención.
Pero la maldición de la sangre no es buena para los que son como él, no es bueno tenerle cerca, no es bueno tenerme cerca.
Aun hoy vigilo en las sombras a los miembros vivos de lo que es mi familia y aunque no siento orgullo por lo que hice, vengué la falta de familia de mi familia.

cartas desde el infierno- des lettres depuis l'enfer


cartas desde el infierno- des lettres depuis l'enfer





Se que últimamente no conseguimos juntar los relojes, verano y vacaciones que acabo con un hasta mañana, ahora mi corazón solitario esta un poco mas que lo estaba antes.



Se que la amistad es algo complicado de conseguir y por eso la valoro como se valora el oro, no quiero perderte como amigo y si eso significa no ser nada mas, que así sea y así será.



No puedo pretender tenerlo todo, puede que el tiempo corruptor de romances de amores de cine y televisión, sea la única forma de que nos salve, de convertirnos en seres de ciencia ficción.



cuando nos veamos siempre nos reconoceremos como amigos y no dejemos de ser almas puras y no fieras de un circo del amor.



Seremos confidentes, siempre que podamos tolerarlo, claro.

martes, 24 de noviembre de 2009

el regreso a la entrada de la nada.





La cólera de unos pocos,
Clama venganza en las venas
Sostenidos los comienzos,
Ahora resultan cadenas,
Sometidos unos pocos,
Al invierno de las penas,
Borraban en plurales locos,
Mi corazón,
Mis arterias.
Ahora en un silbido de silencio alado,
En soterrados momentos,
Como velas las estacas,
Arde el corazón equivoco,
Quema la espada en las manos,
De los unos y los mismos,
Que son otros del pasado.
Oh, como pude confundirme tanto,
Como pude creer que me ayudabas,
Como este corazón indómito,
Se hundió en las gélidas aguas de la nada,
Pienso y pienso,
Más no consigo saber nada,
De por qué salto de esa forma a la nada,
Ahora ya pasado el tiempo,
En un cumulo de estrellas veo,
Que tú estabas apangado y necesitabas mi fuego,
Crees que volver a empezar es posible,
Más diré que eso es solo uno de mis cuentos,
Cuando dije que esto había terminado,
No hablaba de posibles,
Lo dije muy en serio.
Miro mis manos y alas me salen,
De entre los dedos cortaron aplomo,
Una voluble criatura de sueños,
Mezclada con la realidad de los ogros,
Sé que ahora tienes miedo,
Yo ahora estoy muy asustada,
Pero se y juro al mismo tiempo,
Que voy a volver a verte con la cabeza muy alta,
Mis fantasmas en manada vienen,
Como cuando vienen mis amigos,
Solo que de estos aun conservo cuatro o cinco,
De los otros me brotan como enanos de un circo,
Si tu eres para mi,
La profecía maldita,
Yo soy para ti
Alguien voló sobre el nido del cuco.

domingo, 22 de noviembre de 2009

una de mis divagaciones


Interpretas las palabras, según como estés de ánimo, unas veces te sientes feliz y otras las mismas palabras te duelen sin motivo aparente.
Últimamente, estoy en fase rem, o quizás es porque ya desperté pero me siento, sencillamente distinta, eso no es ni bueno ni malo, solo es una forma de sentir, creo que estoy divagando.
Unas veces dices cosas sin sentido y otras veces dices sentidos sin cosas, con esto quiero decir que algunas veces te gustaría quedarte callada, siendo transparente, es como si todos quisieran escucharte y escuchar lo que ellos quieren.
Como cuando eras niña, cuando jugabas a la cuerda y te decían a que juego jugamos, y tú en susurros decías a duples no, y todas gritaban entusiasmadas si, vamos a jugar a duples…. En fin el no debía ser un sí, o quizás es problema de enfatizar las palabras.
No es no, lo pongas donde lo pongas pero claro según quien lo interprete, un no puede ser un sí, esto lo he aprendido con los años y un bizcocho, pero no precisamente por eso ha sido hasta mañana a las ocho.
Si tienes un amigo guárdalo por que tienes un tesoro, pero la mayoría de las veces esos tesoros salen ranas, bueno más que ranas salen peces, otras veces esos tesoros te salen caros y más que amigos pareces tener una especie de princesas que buscan paladines a la taza, muy ricos pero claro yo no soy un paladín de esos, soy una mujer y con removerme bien, lo único que consigues a buen seguro es que vomite.
En fin, las cosas son como parecen o parecen como son, pero no siempre……. Me he confundido otra vez, pero está bien equivocarse de vez en cuando, por que eso te hace saber quién eres y donde estas, yo solo soy yo y el resto es mera conjetura poética.

´Volveré a mi bosque de hadas de donde es mejor no salir ´

miércoles, 18 de noviembre de 2009

la hora del sin sentido.


La hora del sin sentido.

Un camino suave,
hecho de gasas,
Se mece bajo la suave brisa,
Mono cromados contornos,
un sollozo me llama,
una niña en un rincón
un cine a sus espaldas,
risas se burlan
coletas, dientes, gafas,
sollozo que llega dentro,
de la mano ella se calla,
no me deja se para,
son sus auténticos ojos,
es su autentica cara,
en silencio,
Las manos ahora me agarran.
Un silbido de tiempo
me llama,
puerta al fondo,
más no eran niños,
falacia.
La luna desde el oscuro cielo llora,
Mientras se ríen a mis espaladas,
¿Cómo pude confundirme tanto?,
Y el tiempo en gris eterno,
Sin sentido es el ahora.

la muerte de una flor.


Situada frente a la ventana,
Oyó como tras ella se cerraba la puerta,
Vio caer una a una las hojas secas,
Del árbol situado frente a la ventana,
El sol ya casi se ocultaba tras una enorme nube,
Pronto llovería pero no hoy,
Excepto por el hilo de baba que caía lento,
De las comisuras de sus labios,
Al tener la cabeza inclinada hacia el lado derecho,
Hubiese parecido un cadáver,
Un soplo de aire frente a su cara la hizo parpadear,
Un soplo de aire fresco a pesar de estar cerrada la ventana,
Una figura de negro estaba situada frente a su cara,
Alzo los ojos para poder ver de quien se trataba,
Aquel ser desato primero la mano izquierda,
Luego muy despacio la derecha,
Finalmente desato la sabana que le ataba el cuello a la silla,
Ella cayó de frente,
Desplomándose como un fardo de harina contra la pared,
Su cabeza golpeo al radiador que había justo debajo de la ventana,
Su cabeza golpeo el radiador que había justo frente a ella,
No pudo nadie entender como había ocurrido,
Aunque su cuerpo cayó golpeándose contra el suelo,
Rompiendo lo que el radiador había dejado intacto,
Su sangre se disperso manchando el suelo y a ella misma,
Sus ojos abiertos y fijos aun pudieron ver,
Un montón de seres vestidos de blanco,
Un ser que todo de negro se marchaba sin ser visto,
Y se alegro de que él hubiese ido a buscarla,
Sintió que todo tenía sentido en aquel sin sentido,
Y sin más, su vida desapareció definitivamente de aquel cuerpo,
Aunque llevara en estado vegetal un cuarto de siglo,
Y murió como cuando se limpia la baba de un anciano,
Sin ningún tipo de sonido ni grito,
Con una caída seca y discordante,
En un suspiro sin oídos,
Sola y en soledad agrupada,
En simple y complicada agonía,
Con la inocencia que da no conocer nada,
Con la suavidad de la nada en el filo de un cuchillo,
Se corto la silenciosa vida,
De un ser sin vida aparente,
Y aunque nadie entendió como se corto las ataduras,
Por fin fue libre de morir,
viendo el jardín,
En la tarde de otoño en la que aquella vida,
Se convirtió en la de un vegetal solitario y sombrío.

lunes, 2 de noviembre de 2009

l´ánge qui a perdu ses alies-la retraite


una ciudad sin corazón,
Gris y fría como el hielo,
Un sueño verde duerme,
Un palacete de quieres,
Corazón de cristal,

Vendaval de hojas secas,
paseo en pleno otoño,
Languido atardecer,

Una imagen que camina,
Bajo la lluvia incesante,
Una breve caricia,
Unos ojos que fueron,
Silva el viento,
Crece el recuerdo,
Suenan las castañas,
Como un lamento al caer contra el suelo,
El ángel caído parece dormir,
Mirando fijo al cielo,
Mientras la lluvia purifica su voz,
Que hace ya tiempo es solo lamento,
Imagen de retinas olvidadas,
el jardín del edén en sus brazos,
primavera dulce y olorosa,
Un jardín de rosas,
Sueño esculpido en lapida,
Silva una tenue melodía,
La lluvia que moja su cara,
Sus recuerdos se diluyen como gotas,
Bajo la incesante lluvia
una dama,
De negro vestido,
Silenciosa calla,
Espera,
Calmada y se aleja,
Sin decirle nada,
Bajo la incesante lluvia,
Un ángel caído que perdió sus alas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un cuento de amor y hadas, el tragafuegos.


La hija del rey cumplió 16 años, para tal acontecimiento y como premio de sus padres a el maravilloso y prospero matrimonio que ella contraería un mes más tarde, organizaron una magnifica fiesta.
Invitaron a todos los reinos prósperos y cercanos, todos los nobles y prósperos comerciantes, estaban invitados a dicho evento.
Para ello trajeron a unos magníficos artistas, no escatimando costes, pues con la boda de su hija su reino iba a ser mucho más rico y prospero de lo que jamás habrían soñado.
Así llegaron malabaristas, múltiples y coloridos, danzarinas bellas de países exóticos, actores, trovadores y cuentacuentos, fueron invitados a ese castillo.
La princesa no obstante no estaba contenta, durante toda la fiesta y desfile de actuaciones, no parecía divertirse, aunque reía y con ademan coqueto bajaba los ojos cuando su futuro esposo, un apuesto rey del reino mas prospero y rico, la miraba.
Pronto salieron los dragones escupe fuego, así se llamaba una compañía formada por cuatro saltimbanquis de caras pintadas de colores y con cornamentas y cola, que aparentaban más que dragones demonios salidos del mismísimo infierno.
Tomaron la pista central del castillo, las lámparas se apagaron ante el estupor de la audiencia y comenzaron a encender las suyas, saltando aquí, tragaban el fuego y lo escupían después, mientras uno de ellos subido sobre unos enormes zancos jugaba con tres antorchas lanzándolas arriba y abajo, uno muy pequeño movía las antorchas de tal forma que parecían molinos mientras rugía gritando de un lado al otro.
Solo uno de los cuatro artistas permanecía fijo y serio en la pista, vestido todo de negro, camino muy serio hacia la princesa y se coloco delante de ella, coloco las dos manos cerradas frente a ella y esta con una sorpresa en su rostro y sin entender muy bien que pasaba, toco una de las manos con la suya momento en que el artista escupe fuego, la tomo la mano y se la beso.
Ella al contrario de lo que se pudiera pensar, sintió algo que jamás hubiese imaginado sentir y menos por un ser con una máscara y que escupía fuego, bajo la mirada no queriendo que nadie viera que se había ruborizado, el artista escupe fuego la tomo de la mano con fuerza, tanta que al hizo levantar de la silla y salir fuera de la mesa, la coloco en medio de la pista con el resto de artistas.
El prometido no estaba muy feliz y de hecho dos veces echo mano de su espada, el rey al ver aquello le pidió calma desconocía que quería aquel artista escupe fuego, pero una matanza en el cumpleaños de su hija no era un buen presagio y máxime cuando el había invitado a todos aquellos artistas, claro que no recordaba haber invitado aquellos escupe fuego, pero si estaban allí seria por su orden.
Se hizo un silencio, el más bajito encendió un círculo alrededor de la pareja, entonces el artista escupe fuego que no había actuado en ningún momento, se puso de rodillas y metió algo parecido a un anillo en el dedo de la joven princesa, momento en el que el prometió salto del otro lado de la mesa y de un tajo profundo la corto la cabeza, que cayó rodando hasta los pies de la reina.
Fue entonces cuando todo se apago, los gritos de las damas eran ensordecedores, cuando por fin los criados consiguieron encender de nuevo todos las lámparas de la sala, un espectáculo dejo mudos a todos el rey estaba de pie sostenía una cabeza, la de su joven hija, el prometido de la princesa salió del castillo protegido por sus hombres mientras en un estado de confusión no parecía comprender lo que había ocurrido.
De los cuatro artistas no quedaba rastro, tras aquel incidente una interminable guerra convirtió a ambos reinos en enemigos de por vida.
Más nadie, encontró jamás el cuerpo de la princesa.
Todos los artistas que actuaron aquella noche fueron ajusticiados, daba igual que fuesen culpables o inocentes todos ellos fueron culpados por aquellos escupe fuego, de los que jamás se supo nada.
Yo como trovador, solo os digo que si hubieran mirado bien, hubiesen visto salir por la puerta principal a los traga fuegos y la princesa iba de su mano, con cabeza claro.
Que aquel traga fuegos, solo era un rey rival y que jamás imaginaron cual, pero la guerra de ambos reinos le vino muy bien, en cuanto a la princesa, si la hubieran preguntado por un extraño trovador que todas las noches cantaba bajo su balcón, quizás toda esta historia se hubiese evitado.
Las hadas del reino le regalaron amor a la princesa, al rey una cabeza de turco y al prometido una guerra.
En cuanto a la princesa no fue mala hija, solo que mejor morir que casarse por dinero para papa y mama.

rip


La felicidad que ya no arropa,
Mi corazón bate alas,
Te recordé,
¡Ay, de mí!
Pensé en los sueños perdidos,
En los días de azul y rojo,
Cuentos infantiles,
Días de felicidad extinta,
Mi Corazón magullado,
Enterrado bajo la luna llena,
En el valle de las sombras.
¡Cantó ayer!
Bellísimo canto mortuorio,
Nuevamente visitare tu tumba,
Te llevare una hermosa corona de espinas,
te llamare rey de mis fantasías,
Lavare tus pies y te consagrare,
Como el causante de lo que ahora soy,
Te daré un altar y pondré mil velas,
Después cerrare la puerta,
Muy despacio para no apagarlas,
Con el soplo de aire,
Y jugare a ser feliz
Otra vez,
Y por mil veces,
Sera lo que yo quiera que sea,
No puedo desenterrar a mi corazón,
Eso sería volver a la vida,
Y
Los muertos no han de volver,
A vivir.
Beberé de la copa del olvido,
Un sorbo largo y profundo,
Decaeré en un verso lánguido y desolado,
Renaceré en un cuento ya olvidado,
Me perderé en un largo y tenebroso suspiro,
Detonare cada segundo del pasado,
Para borrar mis pasos ya perdidos,
Te nombrare por si acaso,
Alguna vez sueñas conmigo
Y dejare que en esos sueños,
Por fin llegue el olvido,
Y por fin descanses en paz,
Por los siglos de los siglos.