Se sentó a pensar en lo que iba a hacer, sus amigas la
miraban con cara de ánimos,
Pero nada la animaba.
Su madre no había ido, porque desde que cumplió los 13 el
rechazo de su lado, ahora con 16 había tenido que tomar la decisión más
importante de su vida.
Se había convertido en alguien muy duro más de las que jamás
se hubiera pensado que podría tomar.
En la ventana de aquella clínica se veía el sol- el sol que
siempre salía- que absurdo pensó- por mucho que llueva siempre sale el sol- que
dicho mas estúpido- volvió a pensar- sale el sol y que hace nada, dar esperanzas
a los desesperanzados, con su brillo tonto, para los que siempre estamos abajo
nada nos hace estar arriba- sonrió con sonrisa burlona, esto hizo que sus
amigas la miraran con cara de extrañeza- estúpidas- volvió a pensar apartando
la mirada y mirando de nuevo a la ventana.
Una enfermera salió y la nombro, ella siguió a la enfermera
por un largo pasillo con el suelo de linóleo blanco, olía a desinfectante.
Se sentó en la silla del doctor y este la pregunto la edad y
el por qué de este acto, ella contesto sin remordimientos- no lo quiero, ha
sido un error y quiero acabar mis estudios- el doctor asintió y la conto lo que
ya sabía el dinero y lo demás que la iba a costar aquello, ella asintió y no
dudo.
La enfermera la llevo a una sala de administración, donde
una mujer de unos 60 años que ni la miro a la cara, la dijo el precio y ella
pago, la dijo por donde debía volver y como seria, ella asintió.
Volvió a la sala de espera, donde había más mujeres, algunas
mayores, otras más jóvenes que ellas.
Luego la llamaron y bajo, bajo al piso donde la prepararon,
donde la dieron una pastilla y luego la adormecieron, no tardo mucho, pero en
sus pensamientos de sueños lucidos, soñó con Jasón de viernes trece, soñó que
aquello que la extirpaban era él y la perseguía con una espada para matarla.
Pasado una hora, una mujer la despertó y la obligo a
vestirse y irse, así lo hizo, sangraba mucho y se fue a su casa, estaba sola,
muy sola, sus amigas la miraban pero no la hablaban entonces ella sin dudarlo
las conto el sueño y después añadió- menos mal que lo he matado o ese cabro me habría
matado a mi- cerro los ojos y se dejo caer en un sueño tranquilo que solo
termino cuando su amiga Natalia la aviso de que habían llegado a su estación.
Pasaron diez años, había terminado su carrera y todo, pagándose
con su trabajo y estudio las clases, ahora era una asistente social de lo más
apto, tanto que en un año había conseguido un gran puesto como jefa de zona en
una población rural lejos de su ciudad y de sus amigas.
Aquel año volvió a casa, su madre se moría y aunque si
hubiese sido al contrario, su madre la habría dejado morir, ella no era su
madre.
Su madre terminal de cáncer estaba muy mal, en el hospital
la dieron unos días de vida, ella se fue a casa a dormir, a la casa de su
madre, esa casa que quería vender y deshacerse de todo su pasado en un momento.
Cuando fue a su habitación su habitación era un cuarto de
estar, su madre no había corrido poco en deshacerse de sus cosas, en olvidar
que tuvo una hija no deseada, siempre la decía eso, siempre.
Quizás por eso ella hizo lo que hizo.
Tendría que dormir en la cama de su madre, eso la repugno.
Dormiría en un hotel, miro la casa y la recorrió, no quería nada
pero vendería lo que pudiera venderse.
Entonces noto una mano en su espalda, se giro sorprendida y
frente a ella estaba Jasón con la espada ella le lanzo el sobre del hospital.
Corrió hasta la salida, corrió hasta que un taxi la paro y
la llevo hasta un pequeño hostal frente al hospital.
Vendería la casa con todo dentro, ahora sabia porque su
madre el rechazo, pensaba que era aquel engendro con espada.
Se quedo hasta que su madre murió, no tardo mucho tres días,
luego ella dio la casa a una inmobiliaria que se la compro y se marcho, no
llamo a nadie, no vio a nadie y en el cementerio había dos personas ella y el
enterrador, durante el velatorio sintió alivio, pues durmió en el tanatorio y
no tuvo que pagar el hostal.
No sintió más visitas de Jasón, no tampoco fue su abuela ni tíos,
nunca los conoció, rechazaron a su madre como está el rechazo a ella.
Pero ella estaba feliz pues sabía que ellos tenían a Jasón
entre ellos y la soledad era mejor, que la muerte.
Siempre es mejor que la muerte, pues esta puede representar
un infierno lleno de fantasmas conocidos y terroríficos que jamás te dejaran
irte de él.
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licencia commors
El viaje
Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.
Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.
solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.
Precisamente por que son realidades en si mismos.
the music
Azrael
Gordita
Mi Tiempo
MADRID |
viernes, 12 de octubre de 2012
las decisiones pensando en Jason- cuento de Halloween.
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