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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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Azrael

Gordita

Mi Tiempo

MADRID

viernes, 25 de abril de 2014

+Asemita +




El gris plomizo de las nubes,
Pesa en mi alma esta alba,
Las luces de la ciudad a lo lejos,
Recuerdan cosas pasadas.
Una vez estuvimos muy unidas,
De eso ya no queda nada,
Solo queda un recuerdo,
De lentas horas al alba,
De mirarnos a los ojos,
Sin decirnos más palabras,
Que tenemos dos caminos
Diferentes paletadas,
Del cuadro  aquel que salimos,
Sin forma de regresar,
Que fuimos muy amigas,
Nadie lo puede dudar.



jueves, 17 de abril de 2014

La búsqueda de un juego: La maquina de guerra.



Todas las noches salía a la misma hora, por la ventana, buscando un juego, lo había visto en internet, había leído los comentarios de usuarios  y eso le había hecho ir a un local en  una de las peores zonas de la ciudad, se trataba de un local de juegos, la flor de azar, era un local vulgar, dividido por dos zonas adultos y niños, en el local de adultos la gente jugaba desde tragaperras a apuestas de caballos, de perros, de lo que se pudiera apostar,  en la zona de niños era un recreativo.
Su  adicción a los juegos de guerra le había hecho llegar hasta ese lugar, no era un buen barrio, y la gente le era por completo indiferente.
Entro en el local, se quedo mirando alrededor y fue a la zona infantil, no había ninguna maquina, ninguna, hasta que se dio cuenta de que había una pequeña escalera que bajaba a un sótano.
En ese sótano había una maquina, estaba sola en el sótano, el bajo, las monedas no valían, necesitaba una llave así que subió a buscar al encargado del local, este era un tipo extraño, llevaba una coleta sujetando un pelo liso y de color gris, tenía una cicatriz que le surcaba la cara, estaba apoyado en la puerta, no se había dado cuenta al entrar, igual que no había visto lo lleno que estaba este local, había chicos jugando en todas las maquinas, y una especie de niebla,  como si alguien fumara, a él le daba lo mismo, así que fue a hablar con él y le pidió la llave, el tipo hizo una mueca como una extraña sonrisa, le pidió un billete de 5 € y le dio una tarjeta en forma de llave, lo acompaño y la introdujo en la maquina.
Le dijo que cuando acabara le llamara, y le dejo solo, hasta este momento no se dio cuenta de que en aquel sótano todo estaba vacío.
Hasta que no se sentó curiosamente la maquina no se encendió, pronto allí estaba jugando a aquel juego en el que era un superviviente en un holocausto nuclear, poco a poco fue pasando pantallas, y pantallas, hasta que llego a un nivel muy difícil, aquella pantalla parecía no tener fin, apenas le quedaba munición y ya no tenía vidas, de pronto aquellos monstruos pútridos que salían de las cloacas  le empezaron a rodear, hasta que ya no tenía escapatoria, y murió.
De pronto se sobre salto, parecía que se había quedado dormido jugando,  sin embargo aquel lugar donde se despertó era igual al del juego, pensó que estaba durmiendo y quiso despertarse,  había como una ventana pequeña por la que vio llegar al encargado de los recreativos, y sacar la tarjeta, le grito para que no hiciera eso, pero el tipo la saco y apago la luz,  todo quedo a oscuras, el mundo en el que estaba era el del juego, y sabia que en cuanto la luz se pusiera de color naranja los monstruos saldrían a comer, así que corrió hacia un montículo, donde encontró a unos chicos con un pequeño portátil, se presento y ellos le saludaron como si le conocieran, se presentaron y el los recordó, todos eran del chat de juegos, todos eran los que le había recomendado aquella maquina, uno de ellos un paliducho con una cresta de color amarillo, le dijo:
Bienvenido ahora sí que vamos a jugar, todo el tiempo que queramos.
Entonces se dio cuenta que ya no podía salir del juego, ahora ese juego era su hogar.
En su casa la policía tomo datos, registro su desaparición, y al cabo de un año archivo su caso. 

sábado, 5 de abril de 2014

La búsqueda de un personaje. Milena.




La búsqueda de un personaje.
Llevaba dos días enteros dando vueltas a la idea de la creación sublime de un personaje, un personaje que salía de los más profundo de su corazón, no más bien de su alma.
Cada letra que escribía la conducía hasta el, si el, un nombre ya había surgido en su mente, Louson, la giraba, la hacía daño, la degollaba las entrañas.
Como punzadas en su cerebro, solo pensaba en él, no tenia físico pero cobraba alma, un alma negra, oscura, grande, nefasta.
Ese ser que poco a poco cobraba vida, se le aparecía en los ascensores, en las paradas del bus, en el trabajo.
El era lo único que la salvaba del tedio, de la monotonía de su insípido trabajo, una recepcionista en una vulgar peluquería, que soñaba con acabar una mísera carrera y ser escritora, escritora, su monótono y aburrido circulo desconocía que ella escribía, su pareja un abogado que trabajaba para un buen bufete, sus amigas de la universidad, sus amigas parejas de otros abogados, incluso sus compañeras de trabajo.
Todos desconocían esta pasión secreta, esta salvaje afición que como una adicción se apoderaba de su cabeza y de sus extremidades, hasta sentarla durante horas, frente a hojas blancas de Word.
Así fue como contacto con una compañera que como ella sentía esta pasión solo que al contrario que ella lo decía abiertamente, gracias a esta chica cuyo nombre era Penélope entro en contacto con el mundo de los foros de literatura, del mundo de aquellos que como ella eran capaces de extraer personajes y plasmarlos en hojas de papel en blanco, aquellos extraños seres que como ella se auto llamaban autores de escritos, poesías, relatos, cuentos, novelas, relatos cortos, incluyo ensayos, teatro, etc.
Ella no tenía un gran talento para la poesía pero quería estar ahí, quería los aplausos el reconocimiento de Penélope y poco a poco fue haciéndose un nombre en los grupos y foros,
Engatusando a Penélope a la que copiaba, así aprendió a camuflar sus poemas en cambios de palabras, en copiar a otros y escribir en su nombre, así fue como uno a uno, fue siendo expulsada de los grupos, siempre dejando que Penélope se peleara por ella, pues ella siempre se sintió la victima de estos comportamientos envidiosos.
Y así acabo en un grupo grande y poderoso  intentando lucirse y engatusar, pero siempre había alguien que leía entre líneas, alguien que no se dejaba engatusar.
Pronto encontró su propio espacio y se separo de Penélope, pero no mucho, la necesitaba para copiarse de ella.
Ahora, Penélope la había invitado a un juego, en el que  tenía que crear un personaje.
Tenía que ser un hombre y ella ya había creado a Louson, un asesino despiadado y cruel que la espiaba desde el otro lado del espejo, un monstruo que conocía su alma y la deseaba por encima de todo.
Gracias a este monstruo, despreciable conseguiría tener un nombre un respeto.
Se puso a escribir y noto como a su alrededor el frio la hacia estremecerse, siguió, siguió escribiendo, describiendo a ese ser que la perseguía desde hace días que ahora como algo que jamás había entendido la hacía realmente ser escritora, esto era lo que ella quería, lo que deseaba, era como encerrarse en su cuarto y fumar Crack, era el subido que siempre había esperado, su trozo de adrenalina subcutáneo.
Su lanzamiento al espacio, no lo sabía, pero así lo sentía, escribió y escribió, aquella noche estaba poseída por Louson,  se durmió, estaba tan centrada que se veía como aquel monstruo, medio gárgola medio humano en lo alto de la catedral de la Almudena, miraba a los infames humanos sus vidas ínfimas, penosas y absurdas en muchos casos, y sintió que debía volar para buscar a su víctima, y salto al aire frio de la mañana, al aire frio y noto como el frio la golpeaba en la cabeza los brazos, como el frio la hacia estremecerse, y miro la acera estaba bajo ella, intento levantarse pero no podía moverse ni respirar, una persona venia desde lo lejos a buscarla, no empezó a sentir como algo horrible se apoderaba de ella, un sentimiento algo en su interior la quemaba, la ahogaba, la desgarraba.
Aquel que iba hacia ella, era Louson y se reía, su risa la helaba la sangre, y de pronto aquella mano huesuda, fría y mal oliente, la tapo la nariz mientras agachado frente a ella la lamia la cara, y entonces noto como la cerraban los parpados no era Louson, no era él era Penélope, sonreía y la cerraba los ojos, mientras tarareaba una nana.
Y así Milena, murió.