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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

sábado, 12 de marzo de 2016

PLAZA DE LOS CUBOS




El señor muerte se sentó, siempre tan elegante, tan refinado.
Aunque algunas personas piensen que su aspecto es el de una calavera, cada ser humano lo percibe de una forma diferente.
Es como una nebulosa que camina, dando el aspecto que cada uno quiere ver.
Rara vez se muestra como es, aunque cuando lo hace, su aspecto de persona educada y amable, tiene una doble faceta, con una mueca horrenda que pocos conocen.
El nunca va a hacer el trabajo sucio, para eso están sus hombres oscuros, ellos son indiferentes al dolor, a tu pasado o presente, a tu futuro, solo cosechan, son como meros, recaudadores que van a llevarse a los muertos al lugar que corresponde.
El señor muerte, realmente no es un empleado, es un jefe.
Le gusta descansar en las noches de verano en la puerta de su casa en la mecedora, con su cigarro en la mano y una copa de buen coñac en la otra.
Su sombrero de copa, le gusto esta moda del siglo XIX y se la quedo, pero algunas veces va vestido como un terrateniente en la época de las colonias, o como un señor medieval, depende de para quien tenga que venir a verle.
Yo tuve suerte, iba con sus elegantes ropajes a los años 70, muy parecido a cómo podría ir un músico de esta época.
Tienes que irte mi querida señorita, te esperan en la plaza de los cubos,- dijo mirándose el enorme anillo negro de su mano derecha- está en peligro de muerte la muchacha de negro- volvió a mirarse las manos llenas de anillos- cuidado con el caballero de brillante armadura, va disfrazado de humano y busca tu cabeza- sonrió con una mueca que helaba la sangre- venga, vete, te está esperando.
Me gire para ver que señalaba con su dedo y cundo volví la cabeza ya no estaba.
La Plaza de los cubos, ¿estaba en Madrid? 

Envidia letras destiladas.

 


               Elimina tu pasado,
En un lugar letras negras,
Mueren palabras de odio,
Con fuerza todas ellas dichas,
Con la furia de una hiena,
La lengua se desato,
Mientras que unos morían,
De letras ella editaba,
Sus palabras infundían,
Odio todo ello en palabras,
Dicho,
Dijo,
Lo dicho fue,
Que dijo lo que pensaba,
Más mientras sus letras salían,
Su lengua se desataba,
Entre palabras no dichas,
El veneno de los celos,
Como un puñal exhalo,
Más en minutos se dijo,
Lo que nunca imagino,
Que la vida es una viuda,
Puta, sucia y carroñera,
Que se alimenta de envidia,
En el mundo de las letras.