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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

viernes, 29 de enero de 2010

tu corazón.


Del corazón
Solo una cosa se,
Que es duro como el cemento,
Hiere como el filo del cuchillo,
es el corazón,
Un músculo duro,
Potente y fiero,
Devorador devorado en muchos casos,
Cruel engulléndolo todo,
Así tu corazón engulle,
Como un agujero negro,
Bueno y malo,
Lo que das siempre se te regresa,
Así diste y ahora recibes.
Felicidades.

jueves, 28 de enero de 2010

problemas tecnicos.. llamando al arlequin de la luna


Me despedí y no pude decir adiós,
Te salude y no me salió el hola,
Puede que el destino quiera
Que lejanas pasen las horas,
Es algo que estoy valorando,
Cuando de incomunicación se trata,
Tú no tienes la culpa,
Cuando no quedan palabras,
Usa el viento de las manos,
Vela de aire de hadas,
Sueños de soñador loco,
Que en los días vio las balas,
Esas que matan,
Contagiando de nada,
Te han dejado un vacio,
En tu pecho de negro color,
Volátiles son los nombres,
De las que dieron las balas,
A la pistola asesina,
Que dejo ese pecho de nadas,
Ahora cuéntame un sueño,
Mientras la tarde se escurre,
El peso de ese agujero consume,
Las palabras,
Y qué decir cuando nada,
Puede llenar el vacío que dejo el arma
Exacta y perfecta,
Vuela hacia la luna perfecta,
Vuela hacia la estrella asesina,
Que sin tener corazón enamora,
Y sin tener vida da vida.

martes, 26 de enero de 2010

el miliciano Frances


El miliciano Francés.

Jean Marie era un cronista que se había retirado a sus 75 años para escribir el famoso libro que llevaba anunciando que escribiría desde que tenía 18 años.

Ahora soltero y solo (la última compañera que había tenido le había abandonado hacia ya tres meses) realmente era un hombre extraño. Su carácter hosco y de cambios de humor brusco esto unido a su carrera a la que se dedicaba en cuerpo y mente desde que saliera con vida de uno de los campos de concentración alemanes, le había echo terminar con 4 relaciones importantes en su vida.
Tenía un hijo Pierre con el que no se hablaba desde que Marie (madre de su hijo) le abandono por un profesor de Autoescuela. Su hijo por aquel entonces tenía 14 años y no perdono a su padre el hecho de que se pasara la mayor parte de su vida en sitios como Argelia, Indochina, etc.

Ahora por algún motivo que Jean Marie desconocía se pasaba el tiempo pensando en una mujer a la que conoció en España.
Durante la guerra civil Española , Jean Marie había sido un miliciano voluntario , esto unido al echo de que se uniese a la resistencia en su país le forzó a estar 2 largos años en un campo de concentración Alemán junto a su amigo Mikel , un vasco que huyo con el tras la caída de Madrid ..

Mikel no sobrevivió al campo Alemán pero el si y gracias a sus declaraciones sus asesinos pagaron. Pero no lo hicieron los que asesinaron a sus compañeros de milicia en aquel país y en especial a su amigo Jósele (el poeta) como se acordaba de él.

Aquella mañana fría decidió volver a Madrid, no sabia exactamente por que pero necesitaba encontrar a la hermana de Jósele, Petra la dulce y bella Petra. Su pequeña Petra.

Llamo a su secretaria Srta. Massot y le pidió que localizase a una mujer Española. Le dio los datos Petra Martín originaria de un pueblo Madrileño, Villarejo de Salvanes, también solicito billetes para el vuelo y que le consiguiese un hotel para una semana.

Después se fue a su habitación y abrió el armario en el había una caja de cartón.
No.-se dijo para si mismo-. Tengo que decirte que te quiero antes de morir Petra. Después de tantos años y no he encontrado ninguna mujer que te igualase, quizás Petra sea tu recuerdo lo que hizo naufragar mis otras relaciones. ¿Qué habrá sido de ti? quizás tengas nietos o quizás no.

Aquella tarde termino su famoso libro, lo miro con calma y lo metió en un sobre.
Ya estás hijo de puta.- pensó mientras se estiraba en la silla -. Espero que alguien lo lea aparte de Martinec .- se echo a reír como un loco, sus carcajadas eran sinceras, joviales. Martinec era su editor, mas interesado en el dinero que en el estilo literario. De pronto sintió un recuerdo le invadió por completo, una risa se propago por el aire como una nube de humo, la vio peinándose su hermosa melena negra que la llegaba hasta la cintura y recogiéndola en un trenza mientras le miraba con aquellos hermosos ojos marrones y le sonreía, después se enroscaba aquella trenza en un moño y lo pegaba a su cabeza con unas horquillas negras.
Cuando despertó era de noche, miro el reloj y vio que eran las 12.00 pero como se había podido quedar dormido, realmente estaba cansado muy cansado.

Vio que el contestador tenía algunas llamadas cargadas y lo puso en marcha para escucharlas.

El primero era de Martinec le recordaba que el plazo de entrega de el manuscrito estaba próximo y que no se retrasase mas.
El segundo era de su ex le recordaba que tenía que pasar a recoger algunos de sus libros y también le pedía que hablasen como adultos.
El tercero era de su secretaria, había encontrado a una tal Petra Martín pero su segundo apellido era Martínez no Martín, le informaba de que era madre de un chico y además de ser viuda le comento que no había muchos mas datos solo que no vivía en Villarejo de Salvanes si no en la Villa de Vallecas. Luego añadió con voz cansada, si es esta mujer la que busca le puedo dar su dirección.

Jean Marie tomo el teléfono y marco el número de su secretaria. Cuando iba a colgar el auricular una voz contesto al otro lado.
-¿Quien?

Se sorprendió que la voz fuese de hombre luego al ver la oscuridad reinante en su casa comprendió que su secretaria, que era una mujer de 40 años bastante atractiva tal vez tuviese compañía masculina.

- Hola.- dijo con voz tranquila.- soy el jefe de Jean Marie.- al otro lado del auricular un murmullo y silencio.
- Hola.- dijo Jean Marie con voz sorprendida, desde que empezase a trabajar con aquel loco escritor nunca la había llamado a las 11.00 de la noche.- ¿que ocurre?- dijo con voz de asombro.-
- Jean Marie confirma vuelo y dame los datos de esta mujer ¿esta casada? Bien mañana me lo confirma .Discúlpeme Jean Marie pero es que al escuchar su mensaje. Perdón mañana hablamos. Gracias. Buenas noches.
- Buenas noches.- contesto Jean Marie con cansancio.



El día siguiente fue extraño. Para empezar Jean Marie le había preparado un informe con los datos de esta mujer y donde y como la podía localizar.

El los reviso y no sabia si era ella o no hasta que no llegase a Madrid no lo podría saber.

Una semana después de aquello llegaba a Madrid su vuelo. Un tal Manuel López le esperaba en el Aeropuerto. Cortesía de su estimado editor ya que la excusa para ir a Madrid en este viaje había sido, acabar sus crónicas de la guerra civil Española.
En el hotel, estaba impaciente por saber, por conocer, por descubrir que había sido de ella, ahora la necesitaba a su lado como jamás se imagino que lo haría.
Ahora se daba cuenta de que todo lo que paso después de la guerra fue una forma de olvido forzada.
Su secretaria le había dado una dirección y se dirigió a ella como si tuviera ahora 17 años, y esta fuera su primera cita.
Había un teléfono que marco antes de salir, cuando pregunto por ella, la voz de la mujer al otro lado se quedo en silencio, no fue mucho solo un par de segundos pero lo suficiente para que pensara que ella no era la mujer que buscaba, quizás le había olvidado, o no quería volver a verle.
Pero no fue así, ella le llamo por su nombre y el sintió ganas de saltar, de gritar, de correr y abrazarla, a buenas horas pensó mientras conducía su coche de alquiler, ahora eran un par de vejestorios, y él no volvió a por ella como prometió, claro que si el informe era correcto ella se caso ¿de pronto sintió celos? si celos de pensar que ella había sido de otro, pero bueno no había sido el de otras, exactamente no había sido de una si no de varias.
Cuando llego aparco el coche en la calle, se dirigió silencioso hacia la casa, marco con su móvil de nuevo el numero que ya tenia grabado desde que se lo diera su secretaria.
La mujer contesto, parecía alegre, contenta y relajada.
Cuando llego frente a ella, su corazón latía tan fuerte que pensó parar un poco y tragar aire para no parecer un asmático, pero no lo hizo.
Ella parecía sonreír divertida, su cabello era gris, pero su sonrisa y sus ojos, era Petra, su dulce y calida petra.
Ella se lanzo sobre el abrazándole, era tan salvaje como entonces, si sin duda aun lo era, juntos entraron en la casa, tenían tanto de que hablar y tanto que hacer, tanto tiempo perdido y ahora había un comienzo o quizás otro adiós, pero el tenía intención de no volver a perder aquello que había buscado desde tantos años atrás y hasta ahora no había comprendido que era.
Y la puerta tras ellos se cerró.

lunes, 25 de enero de 2010

ojala...ojala... ojala.


Ojala mis ojos impidieran que lo que vieron llegue a su cerebro,
Que mis manos nunca tengan que decir nunca más basta,
En mis pies este la fuerza de seguir siempre hacia delante
Y que mi cabeza siempre se mantenga firme y alta.
¿Donde está el punto sin retorno?
El comienzo es final desde el principio,
Marcan las leyes pero sirven de poco,
Que estaba bien y que era lo dañino,
Niños de la soledad sin esperanza,
Marca compas inconclusos sin sentidos,
Acunan billetes para poder comprarlos,
¿Donde está la niñez donde se ha ido?
Como en un saldo barato de mercadillo,
Venden sus cuerpos y con ellos sus almas,
Pero míralos solo son niños,
Niños de guerra,
Niños de hambre,
Niños de venta,
Niños de rastrillo,
El mundo gira,
Y nunca para,
Por una moneda se vende un alma,
Compra un sueño sin esperanza,
Vende la esperanza en sueños,
Rota la infancia ya no queda nada,
Y cuando se mire en un espejo,
Vera un cuerpo con vida y sin alma,
Vera su alma vacía en un cuerpo.

sábado, 23 de enero de 2010

en una botella una nota


En una botella una nota,
Colocada adrede para explicar,
Algo que me hizo sentir mal,
Es algo extraño como las palabras,
Se tejen a veces como hilos retorcidos,
Y cuando comienzas a deshacerlas,
Encuentras nudos y trozos sin sentidos,
Eso es lo que ocúrreme ahora,
Con cosas que no di importancia,
Pero que ahora son certezas extrañas.
Observo desde mi barco las gaviotas,
Vuelan a la costa en busca de tierra,
Y me dejo llevar por el sol de la larga tarde,
En un solsticio de no primavera,
Juegos burdos e insanos,
Que se me hacen revueltos,
Jaquecas de incandescentes flores secas,
Me miro en los largos y cálidos rayos,
Y veo en ellos esta hada cansada,
tiño con azúcar y limón la vieja mirada,
Cansada de pensar en esta noche larga,
Suspiro tras los largos dedos,
Del filo de la pata de la araña,
Es una escama de pez seca,
Es un hediondo vocablo,
sucio pensar en suciedad,
sucio se me hace y me da asco.
Señores del dolor,
Almas de vida,
Señores del amor,
Almas de muerte,
Cuenta la historia y no es indecente,
Por mi parte gastada ya en tiempo
Y saliva.

jueves, 21 de enero de 2010

donde?


Infinitamente mío,
Igual que lo fue de aquel,
Hoy llega hasta mis oídos,
Lo siento no fue perder,
Creo que quiero cantarme,
Canciones para dormir,
Entonces despierto,
Donde?
Da lo mismo estoy aquí
El mundo se mece,
Se acunan los sueños,
Y los niños juegan,
A flor de romero,
canta la mañana,
el sol despertó,
plantando canicas,
alli nos veremos,
como añoro el sueño,
y lo que fue un verso,
escrito en presente,
que ahora borro el tiempo,
no crece
no nace,
me duermo y se duerme
y así en un instante
paso sin pensarte.

miércoles, 13 de enero de 2010

la ermita


Llegaron a la vieja ermita por el camino tortuoso de la montaña, aquella vieja ermita estaba situada en lo alto de un cañón, para llegar a ella había que caminar un largo trecho, dejada y abandonada desde hacia más de medio siglo, justo después de que uno de los guardas muriera en su interior.
Francesca era una mujer de 47 años, profesión bibliotecaria, no es una profesión interesante si no se está en un buen puesto, ella lo estaba era la bibliotecaria de la gran biblioteca de Roma.
Cuando aquel joven arqueólogo la comento su hallazgo por teléfono, ella pensó que era una broma, pero la foto que recibió después vía teléfono móvil, la dejo sin ningún tipo de dudas.
Un viaje a España desde Roma para recoger un libro.
Allí estaba Juan, con aquel aspecto extraño, caminaba medio cojeando por un defecto en la rodilla.
Aquel joven de cabello rizado y claro, con tez pálida y ojos de color avellana resultaba muy atractivo, máxime cuando su familia era una de las más importantes del mundo financiero.
Francesca, camino sin dar tiempo a Fray Tommaso a seguirla, el fraile tenía ya muchos años y además una enfermedad crónica de pulmón, que le hacía casi imposible las caminatas prolongadas.
Tanto Juan como Francesca se miraron y ambos sonrieron con complicidad, dejando al pobre fraile tras de ellos, sin darle mayor importancia.
Francesca era una mujer muy atractiva, sus grandes ojos negros y su nariz aguileña típica de las mujeres romanas.
El interior de la ermita la sorprendió, había un olor extraño, el altar parecía haber sido engullido por el suelo, un derrumbe le explico Juan mientras entraban, un enorme agujero hacia peligroso acercarse más de la tercera fila de asientos de piedra.
Lo bordearon y llegaron hacia un lateral, el juego de luces y sombras que se producía con la entrada de luz desde el suelo, hacia aquel lugar terriblemente tétrico.
El joven señalo hacia una portezuela de madera podrida, ambos caminaron en silencio, no mucho pero era peligroso y si lo hicieron despacio.
Dentro estaba el ansiado libro, Francesca lo observo cuando Juan se lo entrego.
Parecía tener la encuadernación de piel humana, el necronomicon se leía con claridad con unas letras horrendas que podrían ser sangre o no, el interior expelía un olor tan repulsivo que lo cerró sin ojearlo más.
Salieron, justo cuando el viejo Fraile llegaba a la puerta, le dejaron sin palabras y le hicieron retornar al vehículo.
Días después del hallazgo la pequeña ermita se derrumbo del todo.
Lo más interesante de esta historia es que Francesca apareció muerta en su hotel, se había cortado las venas en el baño.
Juan, el joven arqueólogo, se mato en un accidente de coche cuatro horas después de dejar a Francesca, el fraile entrego el libro personalmente en el vaticano, una semana después.
Curiosamente es el único que aún permanece vivo.

sábado, 9 de enero de 2010

desgana

Desgana,
Oxidados los versos de este corazón,
Gritan desgana,
Últimos días de las rebajas del amor,
Grito desgana,
Se cuelgan de mi alma las últimas telarañas,
Gritaron desgana,
En un verso marchito y congelado,
Por entre las ramas,
De una estación del corazón,
Que dejo pasar mi tren,
Sin ni siquiera pararlo,
Te alejaste por decisión propia,
Ahora te escondes en las sombras,
Por las esquinas me miras sin acercarte,
Me observas en silencio,
Sin mencionar mí nombre,
Pensando que eres aun algo importante,
Pues solo eres un cobarde,
Que se esconde,
Alguien que jugó con mi corazón,
Pero cuya alma dejo de estar,
A la altura de sus versos.
Descansa en paz, holandés errante.
No seré yo quien te salve del profundo abismo donde está tu alma, la nada.

sábado, 2 de enero de 2010

El lady blue navega.

Camino en silencio,
Mis pies se hunden,
La marea crece,
Lenta pero suavemente,
La hermosa luna llena,
Contempla la escena,
Mientras a mi espalda,
El suave murmullo,
De los arboles me arrulla,
La noche lo engulle todo,
Como un enorme monstruo,
Devora las colinas,
El castillo de lo alto del acantilado,
Solo estuvo antes de ahora,
Ya no es,
Ya no está,
Me meto en las frías aguas,
Estas me envuelven,
Mientras los cangrejos toman la playa,
Yo me alejo,
Con un rumbo,
Un barco anclado más allá,
Nado en silencio hasta llegar a él,
No hay camino entre las olas,
Pero si hay un lugar a donde ir,
Furtivamente,
Como si fuera un peligro,
Me alejo de aquel lugar,
Desde el barco la costa negra,
Y respiro la sal,
Levo ancla,
Izo velas
Mientras en la quietud de la noche,
Todos duermen,
El lady blue de nuevo navega.

Felices acciones y malas reacciones.


Felices acciones y malas reacciones.
Sentí sobre mí el peso del amigo,
Pues como buen caminante.
Nunca dejo solo a un caído,
Ir hacia el paraíso es fácil,
Pero volver a la tierra es duro y putativo,
Una buena acción,
De eso se trata,
Comencé el año con los ojos de Sauron,
Sobre mi frente,
¡Qué horror!
Pero como soy del lado positivo,
Me embutí en el síndrome de Perséfone
Y pedí a un dragoncito amigo mío,
Que cegara los ojos que miraban,
Que me diese solamente oídos,
Escuche en la noche una mañana,
Me escuche sin daños correlativos,
Hable con las flores escarchadas,
Cante frente a las fuentes del paraíso,
Claro que llego la gélida mañana,
El señor roca que es amigo mío,
Me paso factura por la tarde,
De todos los excesos matutinos,
Solo sé que Sauron no ve ya nada,
Pues creo que le clave en los ojos dos palillos,