Me vinieron a buscar,
Camino duro,
Frio,
El sendero se alejaba,
Hacia la nada,
Del rio de la vida,
Salían murmullos,
La comitiva negra,
Caminaba no se detenía,
Llegaron al camino gris,
Los cuervos impedían el camino,
Gritando se lanzaban a su encuentro,
Bajo las ordenes de su amo el asesino,
Pero no se detuvieron,
Invocando a las alas del dragón,
Sobre las nubes negras subieron,
En forma de granizos oscuros,
Sobre la árida tierra cayeron,
Miraron bajo el manto de Odín,
Y siguieron el sendero del viento,
A caballo era imposible ir,
Caminaron sin pensar en luego,
Las lamias les salieron al encuentro,
Atacando a la comitiva entera,
Así de todos solo uno siguió,
La figura más pequeña de entre ellos,
Llego al puente donde dos mozas jugaban,
Estar se presento una de ellas,
La pequeña figura sonrió,
Y un saludo cortes dedico a la jovenzuela,
Las jóvenes quedaron contrariadas,
Pues no pareció sucumbir a sus encantos,
Sacaron la lengua burlándose de la figura negra y pequeña,
Más ella siguió camino raudo,
Al centro de reunión de los señores de la luz llego,
En medio del castillo se planto,
Pidió hablar con el maestre de ellos,
Mientras lo hacía,
Un jovenzuelo la intentaba guiar al salón del trono,
Mas la pequeña figura,
Plantada allí muy seria más que nada parecía de piedra,
Desde el cielo cayeron una tras otra,
La compaña que llevara,
Cinco figuras negras con capuchas todas puestas,
Pronto salió el señor del castillo,
Y ante la más alta mostro deferencia,
Un grito paralizo a las gentes,
El grito del dragón de las siete esferas,
Y entonces desde lo más alto
Bajo una figura espeluznante y la más pequeña de las figuras se subió a ella,
No se oyó nada,
Solo silencio y una proclamación,
Tú te llamas justicia pero la venganza no puede así llamarse,
Se abrió desde lo más profundo de la tierra una sima,
Y de la sima brotaron raíces como brazos,
Tomando al señor de la luz culpable,
Fue a su interior llevado,
La extraña comitiva subió sobre el enorme dragón,
Y dirigiéndose al ocaso desapareció.
No se ha vuelto a tener noticias de ellos,
Excepto por el sueño de los impíos.
Camino duro,
Frio,
El sendero se alejaba,
Hacia la nada,
Del rio de la vida,
Salían murmullos,
La comitiva negra,
Caminaba no se detenía,
Llegaron al camino gris,
Los cuervos impedían el camino,
Gritando se lanzaban a su encuentro,
Bajo las ordenes de su amo el asesino,
Pero no se detuvieron,
Invocando a las alas del dragón,
Sobre las nubes negras subieron,
En forma de granizos oscuros,
Sobre la árida tierra cayeron,
Miraron bajo el manto de Odín,
Y siguieron el sendero del viento,
A caballo era imposible ir,
Caminaron sin pensar en luego,
Las lamias les salieron al encuentro,
Atacando a la comitiva entera,
Así de todos solo uno siguió,
La figura más pequeña de entre ellos,
Llego al puente donde dos mozas jugaban,
Estar se presento una de ellas,
La pequeña figura sonrió,
Y un saludo cortes dedico a la jovenzuela,
Las jóvenes quedaron contrariadas,
Pues no pareció sucumbir a sus encantos,
Sacaron la lengua burlándose de la figura negra y pequeña,
Más ella siguió camino raudo,
Al centro de reunión de los señores de la luz llego,
En medio del castillo se planto,
Pidió hablar con el maestre de ellos,
Mientras lo hacía,
Un jovenzuelo la intentaba guiar al salón del trono,
Mas la pequeña figura,
Plantada allí muy seria más que nada parecía de piedra,
Desde el cielo cayeron una tras otra,
La compaña que llevara,
Cinco figuras negras con capuchas todas puestas,
Pronto salió el señor del castillo,
Y ante la más alta mostro deferencia,
Un grito paralizo a las gentes,
El grito del dragón de las siete esferas,
Y entonces desde lo más alto
Bajo una figura espeluznante y la más pequeña de las figuras se subió a ella,
No se oyó nada,
Solo silencio y una proclamación,
Tú te llamas justicia pero la venganza no puede así llamarse,
Se abrió desde lo más profundo de la tierra una sima,
Y de la sima brotaron raíces como brazos,
Tomando al señor de la luz culpable,
Fue a su interior llevado,
La extraña comitiva subió sobre el enorme dragón,
Y dirigiéndose al ocaso desapareció.
No se ha vuelto a tener noticias de ellos,
Excepto por el sueño de los impíos.
me gusto lo que publicaste.
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