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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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Azrael

Gordita

Mi Tiempo

MADRID

jueves, 5 de enero de 2017

Inside



Inside.

Me llamaba la atención desde la esquina donde compro un taco, era una chica tan delgada, se notaba que era extranjera, por la forma de andar y de comportarse, era tan delgada y pequeña, vi que guardaba de forma descuidada el dinero de la devolución del taco en el bolsito que llevaba colgado de un lado del hombro, y de pronto tropezó y el taco se estampo contra el suelo, se quedo allí en silencio observando al taco.
Dos tipos se la acercaron y comenzaron a hablar con ella, uno intento quitarle el bolso y ella le empujo, echando a correr, corría sin parar, pero no lo bastante.
Madre, sabía que la iban a robar, lo sabia así que los seguí en una distancia prudencia, la chica se metió en una calle sin salida, cogí un madero que había apoyado contra unas cajas, parecía podrido pero se puede dar un buen golpe con ese madero, pensé.
Entre en el callejón, pero lo que vi, no me lo esperaba.
La chica estaba tumbada sobre uno de los dos tipos y el otro estaba tirado con el cuello ensangrentado.
Grite, algo, no recuerdo el que ella se giro.
Tenía la boca llena de sangre, los ojos eran de un negro intenso, no había pupilas, ni iris, ni blanco, ni nada de nada.
Creo que me quede pasmado, porque note un tirón enorme de la mano y cuando me di cuenta estaba siendo arrastrado por la calle de la mano de la chica, que tenía una fuerza, no me podía soltar.
Un enorme coche vino a recogerla, era un coche negro de esos de las películas que llevan las artistas, grande y negro, con cristales tintados, pensé, es un narco y yo la he cagado.
Pero metió en el coche casi de un tirón, el coche estaba en una oscuridad total, yo no quería girarme para mirar los ojos negros inmensos, yo solo miraba por la ventana, cuando una voz muy dulce me hablo.
-       Salgo a cazar para comer y te cazo a ti- no volvió a decir nada, me quede allí mirando como las calles pasaban frente a mí, a comer, había salido a comer y ahora me iba a comer a mí, era una caníbal, había oído hablar de ellos, pero porque había seguido aquella chica, porque pensé que era alguien indefenso y débil, porque, porque.
Como me dolía la cabeza y la mano, entonces me gire y la mire, tenía unos enormes moretones en la mano, y me dolían muchísimo, la chica volvió a hablar.
-       Perdona, pero no puede hacerlo de otra manera, te hubieran acusado de desmembrar a dos seres humanos, no merecían vivir, pero desmembrar es muy duro, sabes la cantidad de huesos, músculos y cartílagos que tiene un ser humano, son muchísimos, te hubieran dado por loco y eso que viniste a ayudarme- miro por la ventanilla, sus ojos ahora eran normal, puede que la tensión de haber visto como mataba a esos tipos, me hubiera hecho imaginarme los ojos, pero los dedos en mi muñeca no, ahora estaba en aquel coche, con alguien que no sabía muy bien como tomarme, alguien que era buena o una asesina, que descuartizaba con sus manos a personas vivas, bueno había oído que había gente que bajo efectos de determinadas drogas habían creído ser lobos, o algo semejante, puede que esa mujer fuera una de esas personas, quizás por eso estaba tan delgada, y pálida, claro tenía que ser una de las sicarios de los narcos, porque como si no se iba a pagar las drogas y el coche, también podía ser una de esas fresas lindas de las revistas que bajo efectos de determinada sustancia salía a jugar sus jueguecitos de roll o que la gustaba darle guerra a algunos individuos malos.
-       Fuera, como, fuera ahora estaba en el coche de la tipa loca que había matado y la sangre de la boca, no podía explicarlo, pero mientras iba meditando sobre esto, no me di cuenta que había llegado a una casa grande y lujosa en un barrio muy importante, que había atravesado unas enormes puertas de rejas y que ya no había vuelta a atrás, que si era loca o asesina, yo estaba en su poder y ella no paraba de mirarme como si fuera una víctima pequeña.

Llegamos a la entrada y la puerta del coche se abrió, la abrió un tipo alto con cara de preocupación, la primera en salir fue la mujer, que a todo esto no se había presentado o si, no lo recordaba  estaba tan preocupado con lo que fuera que había visto, que no me había dado cuenta de nada más.
Ella caminaba como si diera saltitos, entramos en una sala enorme, mi casa era como aquella sala, y la mujer que entonces me pareció muy bella, me miro con cara de preocupación y dijo:
-       Te has quedado lelo o es algo ocasional.- luego camino hacia una enorme puerta y se metió tras ella, cerrándola tras de sí.
No entendía nada, pero se me llevo a una habitación donde se me dejo era una habitación grande y elegante, había una ventana que daba a un jardín, no recordaba cómo había llegado, lo mismo me habían drogado en el coche, me a coste, me dolían los ojos y la cabeza.
Cuando desperté lo hice por los claxon de los coches estaba en mi cuarto y tenía un sabor amargo en la boca tenía una cruda sin dudarlo, baje mi madre estaba haciendo el desayuno, la conté lo de la mujer y ella me dijo, que no había oído mi llegada, que llegue muy tarde, pero se alegraba de que hubiera vuelto a casa, el sueño mi conciencia me atacaba por borracho y mal hijo.
A veces los sueños parecen tan reales, tanto que no recordaba con quienes había estado.