Cuando Lorena e despertó decidieron asearse y prepararse
para ir al círculo, las tres se abrigaron a conciencia iban a pasar la noche en
el circulo y había una niebla intensa y espesa, casi era mejor que lloviera,
pero como también estaba nublado, decidieron llevarse prendas para el agua.
Salieron, y se reunieron con el grupo, unos autocares
las llevaron hasta donde terminaba la carretera, desde allí a caminar, las tres
chicas habían seguido las instrucciones que las habían dado al pie de la letra,
llevaban sus mochilas con comida, agua y mas ropa de abrigo, de hecho Lorena se
había metido un par de pantalones mas por si los que llevaba se mojaban.
Hicieron los círculos y siguieron las instrucciones,
pronto la niebla se hizo menos espesa pero dejo paso a la lluvia, todos los que
allí estaban hacían lo que los druidas decían.
Luego pararon para tomar algo, cada uno sacaba lo que había
traído para comer, las chicas hicieron lo propio.
El caso es que comenzó a llover tanto que se ordeno al
grupo que volvieran a sus casas y luego irían cuando amainara.
El caso es que cuando las chicas llegaron a los
autobuses, no estaban, tampoco quedaba gente, se quedaron desconcertadas y de
pronto vieron a lo lejos a alguien que caminaba despacio le hicieron señales
para que las viera y esa persona se paro, lo que ocurrió después fue algo muy
extraño, por más que avanzaban nunca llegaban al lugar donde estaba esa
persona, la persona les hizo señales las chicas no entendían que pasaba,
miraron detrás, pero solo estaban ellas, al girarse la persona no estaba en ese
lugar.
Sintieron un miedo atroz, por la razón que fuera,
sintieron terror, algo no iba bien, una voz las llamo y fueron hacia el lugar
de donde salía, una joven con un impermeable y capucha negra les hacia señales,
luego las dijo :- os llevo? Veo que os habéis perdido de vuestro grupo y me
parece que esto solo ha empezado, vamos estáis empapadas.
Las chicas la siguieron mientras caminaban, la joven se
presento:- me llamo Hervione, como las plantas y eso,- sonrió girando hasta
ellas-¿vosotras tenéis nombres?- las chicas se relajaron y se presentaron,
primero hablo Mary Anna, presentando a sus amigas.
Luego llegaron a un coche muy antiguo, de hecho parecía sacado
de una película de gánster.
Subieron, no podían ponerse a cuestionar ni el gusto ni
las formas de la chica, por lo menos las estaba ayudando.
Subieron la joven se puso a conducir, pero no era la dirección
al pueblo, Mary Anna se lo hizo saber:- perdona Hervione, pero vamos en la otra
dirección- hervione la miro por el retrovisor y sonrió- veréis yo vivo en esta dirección
y tenemos que llegar a casa antes de que caiga la noche, he quedado con alguien
que viene de vuestra ciudad, seguro que luego el os puede acercar.
Siguieron en silencio, Mary Anna sentía algo raro, no reconocía
el paisaje bueno si y no era diferente, claro que podía ser por el aguacero que
caía, pero lo mejor fue cuando Hervione, se paro en una pequeña población, y
las dijo que bajaran.
La casa era antigua y el pueblo estaba totalmente vacío,
había algunos coches en el hotel pub, pero por lo demás, no había nada.
Entraron en la casa, una mujer mayor salió a
recibirlas:- ¡madre mía, madre mía, estáis empapadas y vivas!- las chicas
sonrieron y no dieron importancia al comentario, la mujer le trajo ropas secas
y las puso cerca de una estufa de carbón muy antigua, las trajo caldo de beber
mientras lo hacía repetía:- ¡vivos, vivos!
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