La verdad es que ahora que estaba preparándose para ir a
buscar a sus amigas Españolas a la estación veía con nostalgia la vivencia del
pasado, hacia un año ella era la que estaba en la situación de sus amigas.
Ella una joven estudiante de intercambio había vivido en
Madrid, uno meses maravillosos, gracias a Lorena, lo cierto es que a Claudia no
la conocía mucho, pero si era amiga de Lorena seguro que le caía bien.
La noche antes de la llegada de sus amigas, Mary Anna había
conocido a unos jóvenes Londinenses, muy simpáticos y raritos, también venían a
conocer stonehenged, por lo de la noche de los muertos y eso.
Lo cierto, es que cuando se acostó tenía la extraña sensación
de que los iba a ver en las piedras.
La noche de la víspera de la llegada de sus amigas, soñó
que había ido a una fiesta, era una casa en lo alto de una colina, bueno
exactamente una mansión.
Dentro sus nuevos amigos la llevaron a una habitación donde
había más gente todos parecían mirar una pantalla en la que había una película,
en un principio todo era normal, hasta que vio que la protagonista era ella
misma, en la pantalla la ataban a una silla y la golpeaban, todo iba según una
serie de apuestas que aparecerían en un lateral de la pantalla, entonces se dio
cuenta que estaban mirando una pantalla de ordenador y que todos los que
estaban en el cine tenían pulsadores para subir o bajar las pujas.
De pronto la puja más alta llego y la gente se levanto
sobresaltada, mirándola ella no entendía y la gente se aparto para que pudiera
ver la pantalla, ella sentada en la silla con la nariz rota y llena de
golpes esperaba con la cabeza vuelta
hacia ella misma, ella quería despertar pero alguien la cogió del cuello y la
hizo mirar.
La puja era por un millón de libras, en la puja pedían su
muerte.
El peticionario era Mary Anna.
Cuando despertó estaba empapada en sudor frio, era
horrible.
Se ducho fue a su trabajo, y luego después fue a buscar
a sus amigas, se la olvido el sueño espantoso, las encontró en la catedral.
Estaban geniales, bueno Lorena estaba pálida como un mármol.
Luego se la fue pasando.
Cuando regresaron a casa,
ella había pedido unos días libres para poder estar juntas preparo su pequeña
vivienda, vivía en un apartamento, con una habitación exterior y todo lo demás interior,
era un antiguo sótano pero no era muy húmedo y daba a un pequeño patio que cuando hacia buen tiempo era una
maravilla.
Cuando se acostó, volvió a soñar con lo mismo, esta vez
ella aceptaba la apuesta.
Ahora se elegiría a su asesino, se eligió era Lorena.
Ella se despertó y fue a la cocina, encontró a Claudia
mirando a la calle, se sentó a su lado y dijo:- ¿quieres café?
Claudia asintió y Mary Anna fue a prepararlo, después ambas
compartieron sus sueños.
Lo más extraño era que Lorena dormía profundamente y fue
así hasta las 7 de la mañana.
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