La lluvia caía, era incesante- inconmensurable- Rouger caminaba
despacio, pero con una seguridad aplastante, su camino iba hacia un callejón y
en ese callejón cinco chicos, de unos 18 a 25 años se escondían entre cajas de cartón y mugre.
Rouger, no dudaba no tenia porque él conocía su trabajo
y tenía un objetivo, liberar a un niño, ese era su único objetivo, liberar a un
niño perdido.
A su lado una criatura delgada y de un cabello lleno de
tirabuzones dorados que caían hasta sus hombros.
Déjame a mi- dijo la criatura, aunque su apariencia era
de una niña, con un vestido de color blanco que llegaba mas debajo de las
rodillas, su aspecto era terrorífico si la mirabas a los ojos, digamos que eran
inmensamente profundos, eran como si cayeras a un foso sin fin.
La criatura entro en el callejón, Rouger no tenía
problemas, ella era una salvadora y él un cazador de almas, no eran
incompatibles pero se necesitaban aunque no siempre y precisamente eso era lo
que les repelía, el no siempre.
Rouger se fijo en la sombra que se acercaba por detrás,
una sombra, un ser repugnante que buscaba almas a las que pegarse, por esta
parte del mundo, de pronto la sombra se dio cuenta y Rouger, estiro el brazo lo
freno en seco.
La criatura se freno, la lluvia le dejaba al descubierto
cubriendo su cuerpo y su olor era repugnante.
La criatura sale con los 5 chicos cogidos de la mano no todos
están muertos, uno de ellos aun respira, la sombra se lamenta y se retuerce, el
joven se para al ver a Rouger.
De pronto al criatura se para en seco, entrega los 4
chicos a Rouger, la sombra intenta acercarse al chico vivo, y Rouger con una
certera asombrosa parte por la mitad a la sombra, es tan certero y rápido que
la sombra no es consciente de lo que ha ocurrido un olor pútrido envuelve todo,
la criatura coge a los cuatro chicos y suelta al que aun respira, lo deja ahí en
medio mirando a Rouger cuyo gesto sonríe mientras abre su mochila, dentro entra
un humo verde y fétido, el joven le mira sin saber y entonces a lo lejos, una
joven delgada y morena avanza con paso firme.
-
Lo siento, llego tarde, humanas perdidas y
aun vivas en un mundo que no corresponde- no para de mover la cabeza negando-
ha tenido que ser una sombra o algo peor, nunca lo sabremos o si- mira al joven
le coge de los brazos, niega con la cabeza- que vamos a hacer contigo¿ quieres
ir con tus amigos perdidos o quieres
volver a vivir? .- el joven balbucea pero no puede hablar es como si no tuviera
voz o no se oyera, ella asiente.- lo sé, lo sé, la vida es bella.-
Rouge ya ha comenzado a caminar
realmente ella habla tanto, a veces es como si fuera una cascada, le gusta que
hable pero se entretiene y le hace perder el tiempo pero esta vez ha dicho
algo, algo que le ha gustado escuchar y mientras camina sonríe el es un cazador
de almas, y un demonio eso si le hará liberar al niño y si es Mefistófeles, con
su vestidito rojo, mejor.
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