Llevaban un tiempo que se le hizo eterno en el coche, cuando de pronto ella se giro y metió el coche entre el camino lleno de árboles.
Ella hablo casi en un susurro- los hueles, están por todas partes- el asintió, se olía por todo el tramo apestaba a lobo, hizo una mueca de asco, bestias asquerosas, su repulsa era tal hacia aquella especie que salió del coche sin pensar que quizás al otro lado le estaban esperando, cosa que era cierta.
Sin darse cuenta había a su alrededor un sin fin de bestias rodeándolo todo, el rugido que salió de su pecho fue ensordecedor, un viento gélido comenzó a envolverlo todo, su altura se hizo superior y de su espalda brotaron unas enormes alas en forma de murciélago, entonces fue cuando los lobos comenzaron a aullar amenazantes, los lobos que se abalanzaban sobre él y que eran lanzados como trapos contra el suelo del bosque,
Ella estaba contra su espalda apoyando lo que ella pensaba era su punto débil.
Un enorme aullido inundo el bosque y los lobos que aun estaban vivos se marcharon a la carrera, dejando a los dos vampiros en medio del bosque...
- se han llevado a la arpía con ellos- dijo suavemente mientras le tomaba suavemente las manos- el no parecía escucharla estaba absorto, no había cambiado de aspecto y daba terror- por favor, si alguien te ve así- en la miro y el grito que salió de su pecho fue un bramido tan salvaje que el silencio se hizo en el bosque.
Pero poco a poco volvió a ser el, ella entonces le sonrió.
´Los restos de la celda especial de transporte de la arpía estaban destrozados, los encargados del transporte muertos, parecía que había habido una lucha encarnizada y que se habían llevado a la joven pero no había señales de sus pisadas, por lo que la arpía no había salido de la maldita jaula.
Rastrearles iba a ser muy fácil, pero antes estaba el por qué de esta acción.
He de contarte algo- comenzó diciendo- la joven arpía vino a verme a Londres buscando protección en nuestra raza, un enemigo tuyo, Tender la llevo hasta allí para que no callera en manos de los dominadores- el seguía en silencio, diviso los girones de su capa y de pronto dijo- te has dado cuenta que no han vuelto a ser humanos, siguen en su forma lobuna, solo hay un ser que controle esto y se porque tu amiga le interesa tanto, llama al renegado Tender, puede ser mi enemigo pero esto le incumbe mas a el que a nosotros-ella se quedo en silencio mirando a los lobos desgarrados que no volvían a ser hombres- genética, verdad?- el sonrió mientras revisaba el horizonte- querían que les siguiéramos, esto solo es una trampa, la arpía no estaba aquí por eso no hay huellas, cerca de los vampiros no notas el hedor lobuno, es porque los trajeron hasta acá, conozco al ser que busca a la arpía y también a la loba que puede ser tan lista como un vampiro, se han debido unir y convencer a algún miembro del consejo-. Miro hacia el cielo sus orejas percibieron un liguero sonido al igual que ella, se miraron, no hacía falta que el dijera nada más ni que ella le explicara, ella se dirigió al coche, puso en marcha el motor, volviendo a la carretera a toda velocidad.
El se quedo allí en medio, mirando el cielo percibiendo los olores, los sonidos, un grupo de murciélagos atravesó el cielo, no parecían muchos unos veinte y todos seguían el coche de su amada.
- Esta informado, imagino que llegara pronto, donde vamos ahora?- pregunto ella-
Ella hablo casi en un susurro- los hueles, están por todas partes- el asintió, se olía por todo el tramo apestaba a lobo, hizo una mueca de asco, bestias asquerosas, su repulsa era tal hacia aquella especie que salió del coche sin pensar que quizás al otro lado le estaban esperando, cosa que era cierta.
Sin darse cuenta había a su alrededor un sin fin de bestias rodeándolo todo, el rugido que salió de su pecho fue ensordecedor, un viento gélido comenzó a envolverlo todo, su altura se hizo superior y de su espalda brotaron unas enormes alas en forma de murciélago, entonces fue cuando los lobos comenzaron a aullar amenazantes, los lobos que se abalanzaban sobre él y que eran lanzados como trapos contra el suelo del bosque,
Ella estaba contra su espalda apoyando lo que ella pensaba era su punto débil.
Un enorme aullido inundo el bosque y los lobos que aun estaban vivos se marcharon a la carrera, dejando a los dos vampiros en medio del bosque...
- se han llevado a la arpía con ellos- dijo suavemente mientras le tomaba suavemente las manos- el no parecía escucharla estaba absorto, no había cambiado de aspecto y daba terror- por favor, si alguien te ve así- en la miro y el grito que salió de su pecho fue un bramido tan salvaje que el silencio se hizo en el bosque.
Pero poco a poco volvió a ser el, ella entonces le sonrió.
´Los restos de la celda especial de transporte de la arpía estaban destrozados, los encargados del transporte muertos, parecía que había habido una lucha encarnizada y que se habían llevado a la joven pero no había señales de sus pisadas, por lo que la arpía no había salido de la maldita jaula.
Rastrearles iba a ser muy fácil, pero antes estaba el por qué de esta acción.
He de contarte algo- comenzó diciendo- la joven arpía vino a verme a Londres buscando protección en nuestra raza, un enemigo tuyo, Tender la llevo hasta allí para que no callera en manos de los dominadores- el seguía en silencio, diviso los girones de su capa y de pronto dijo- te has dado cuenta que no han vuelto a ser humanos, siguen en su forma lobuna, solo hay un ser que controle esto y se porque tu amiga le interesa tanto, llama al renegado Tender, puede ser mi enemigo pero esto le incumbe mas a el que a nosotros-ella se quedo en silencio mirando a los lobos desgarrados que no volvían a ser hombres- genética, verdad?- el sonrió mientras revisaba el horizonte- querían que les siguiéramos, esto solo es una trampa, la arpía no estaba aquí por eso no hay huellas, cerca de los vampiros no notas el hedor lobuno, es porque los trajeron hasta acá, conozco al ser que busca a la arpía y también a la loba que puede ser tan lista como un vampiro, se han debido unir y convencer a algún miembro del consejo-. Miro hacia el cielo sus orejas percibieron un liguero sonido al igual que ella, se miraron, no hacía falta que el dijera nada más ni que ella le explicara, ella se dirigió al coche, puso en marcha el motor, volviendo a la carretera a toda velocidad.
El se quedo allí en medio, mirando el cielo percibiendo los olores, los sonidos, un grupo de murciélagos atravesó el cielo, no parecían muchos unos veinte y todos seguían el coche de su amada.
- Esta informado, imagino que llegara pronto, donde vamos ahora?- pregunto ella-
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