una historia de vampiros. capitulo 3

La inceputul
La mañana era como casi todas las mañanas en Londres, húmeda, gris y fresca, aunque ella no estaba allí por eso, si no como una forma de encontrar una respuesta.
La gran respuesta, debía volver con el ser al que amaba o quizás quedarse para siempre allí, sola como castigo al error cometido.
Solo llevaba diez años sola en Londres y le echaba tanto de menos.
Una llamada la hizo salir de sus pensamientos, era su secretaria Coral, tenía que ir a la oficina video conferencia urgente del gran jefe y además por si fuera poco había una visita, Tunder.
¿Tunder el Londres y por qué iba a las oficinas de Faustus Enterprise, S.A? salió, era fresco y nubloso el día, se metió en el vehículo que Coral había enviado.
Cuando llego a la oficina, Steven salió a su encuentro.
Buenos días Helia, llegas tarde, el jefazo desde Rumania ha estado llamando sin parar, a lo mejor se ha cansado de mantener una subdirectora de nada , perdona quería decir de búsquedas y reservas, es que como no sé muy bien qué es eso .- coral la vio llegar, le gustaba trabajar para esta jefa con sus trajes chaqueta, sin maquillar siempre tan guapa, tan elegante y delgada, a veces un poco pálida pero en su mayoría de días guapísima siempre y con distinción sin escuchar los malos intencionados chismes del lameculos de la oficina Steven. La abrió la puerta cuando fue a entrar y la dio unos papeles, en ellos no había nada, pero era para que el visitante de Helia no encontrara un despacho con una jefa sin nada que hacer; Helia los cogió y al verlos vacios se los devolvió y dijo.- Coral que no me molesten y pásame la video conferencia en cuanto el señor Tunder se haya marchado, hola Steven, buenos días ¿has comunicado ya la noticia de la caída de la bolsa de Sudáfrica? Deberías estar contactando con ellos para ver el motivo de dicha caída bursátil ¿no crees?- Steven se había quedado paralizado y comenzó a llamar por teléfono como loco para ver si era cierto, Helia le guiño un ojo a Coral y cerro la puerta tras ella.
Hola- dijo un hombre corpulento y atractivo que miraba por los cristales especiales anti-sol que había en las ventanas- estos cristales son una pasada, papi te cuida como si estuvieses en casa ¡porque no vuelves y dejáis esta tontería!- el tipo se volvió, con aquellos ojos castaños y el cabello que le caía por los hombros, chaqueta de ante marrón y una sonrisa deslumbrante.
Tunder, cuánto tiempo ¿has venido para pedirme que vuelva a casa?- aquel lobo no había venido por cortesía, y ella no tenía ganas de hablar con él otra vez.- bien tu dirás.
El no sonrió, se quedo mirando por la ventana, con las manos dentro de los bolsillos del pantalón y de pronto se giro hacia ella y dijo.- tienes que venir a ver a alguien, te espero abajo en una hora.- salió sin decir más.
Ella se apresuro a ir a la sala adjunta de reuniones, pidió por el teléfono a Coral que pasara la conferencia a la sala, en unos minutos una voz grave y profunda sonó, una pantalla se conecto y una imagen salió en pantalla, los humanos verían a un hombre atractivo quizás veintiochos años pero ella veía a un señor de la noche, frio y lánguido, duro y adorable, en la miro sin decir nada, tarde o temprano aquello tendría que acabar, pero ella estaba tan enojada consigo misma, que no podía volver y ahora tunder.
Durante todo el video conferencia apenas susurraron unas frases, suaves sobre el tiempo, sobre la noche y la habitación vacía, ella hubiese llorado de haber podido hacerlo, pero era imposible.
Se despidieron y ella se dirigió a la puerta donde tenía la cita con el lobo, un lobo por cuyas venas corría sangre de vampiro, realmente hacía años que los lobos no hablaban con tunder y también hacia años que era el hermano de un vampiro, renegado le llamaban unos y hermano le llamaba otro.
Ahora estaban allí, juntos e iban en dirección a una mansión, a las afueras de Londres, un lugar extraño hedor , a la entrada de aquella mansión la hizo mirar a Tunder con sorpresa, jamás había olido algo tan intenso y raro, no era lobo, no era vampiro, otra criatura de la noche.
Fue allí donde vieron, a una extraña criatura una arpía, fue allí donde supo que por algo ella estaba en el lugar indicado, le contaron el problema, un problema grave, los triunfadores lobos del este buscaban a la criatura, había que protegerla por eso se creo, el grupo en el que él y ella estaban hacia tantos siglos, los seres peligrosos eran enviados al norte a las guarecidas mazmorras y los no peligrosos formaban y eran formados para estar en los mundos de la noche, aquella criatura parecía una niña, una joven y dulce niña, pero su aspecto era diferente a todo lo que había visto.
El anciano que la acompañaba y mantenía la mansión les conto que habían mermado la mitad de los sirvientes que la protegían, solo quedaba él y era ya anciano para protegerla contra una manada de lobos que la buscaban.
Una carnicería, aquella criatura era tan frágil y ella se acordó de sí misma, sintió deseos de salvarla.
Tunder hablo rápido, irían con ella a Nápoles, la reunión ya estaba prevista, ella y la joven arpía viajarían en avión directamente, él y el anciano harían escalas para despistar a los lobos.
Así fue como ella y la joven arpía se disfrazaron para la ocasión, la joven arpía se llamaba Alba e iría vestida como una joven rapera, ella como una jovencita sin preocupaciones, tomo una maleta vacía y salieron.
Le pidió a Coral que la buscase un vuelo directo, tardaba más pero era más rápido y salieron.
Llamo desde su móvil, el cogió el teléfono y ella explico, el solo dijo…. Ya veremos.