Javier nunca fue un gran tipo, era feo y no muy inteligente.
Desde niño siempre llamo la atención por sus orejas, su enorme nariz unida a unos ojos redondos y pequeños demasiado juntos.
A pesar de su aspecto, flaco y no muy agraciado, su mejor amigo Luis era un tipo más bien guapo desde ya la guardería. Cuando alguien se burlaba de Javier llamándole el tuerce botas, por torcer los pies hacia dentro, síntoma de pies planos y que no le sirvió para hacer amigos en el barrio, ya que cuando se hacían los equipos de futbol el no destacaba, por lo que jamás jugo al no ser de portero y por pura necesidad del equipo que le cogía.
Bueno Javier, no era muy popular excepto en las burlas y risas de los demás chavales del barrio y del colegio.
La cosa empeoro con los años, ya que Javier al llegar al instituto fue el objeto de burlas de chicos y chicas, separado de Luis por el apellido, tuvo que aguantar las horas de clase como un martirio.
Pero como dijo alguien lo peor aún estaba por llegar, resulto que el abuelo de Javier, murió y este el día del entierro descubrió que tenía una madre viva, Javier contaba con 16 años y ver a una madre a la que jamás conoció no fue lo que más feliz le hizo.
Aquella mujer venia de Madrid, con su pelo de color Rojo y aquellos zapatos de tacón de tres cuartas, con el abrigo de pieles más parecía sacada de un serial de la tele que una madre.
Las burlas se recrudecieron en el instituto pero lo mejor fue tener que irse con ella a Madrid, pues la casa de su abuelo se puso en venta inmediatamente a ser leído el testamento 15 días después del fallecimiento de su abuelo.
Lo peor era la cara con la que la madre lo miraba, una especie de culpa con pena, como si sintiera lastima por él, poco le importaba pues nuestro Javier el tuerce botas, había decidido escaparse al llegar a Madrid y buscar trabajo de algo, de lo que fuera.
Pero cuando llego a Madrid, todos sus sueños de escaparse se vieron sumidos en una inmensa tristeza, un pesar por no volver a ver a esos compañeros que se burlaban, no poder hablar con nadie.
El instituto donde ahora iba, era peor que la muerte, además de ser el novato no era muy guapo, ni simpático, ni listo, era el tuerce botas.
Pronto comenzó aislarse, a separarse de todos, volvía a casa y se pasaba la vida viendo comics, jugando en internet, solo, solo, solo.
Un día en internet encontró un lugar, era un extraño portal llamado mundos líneas, por el momento se hizo llamar el escualo, no por ser un tiburón más bien porque ahora en clase le llamaban el escuálido, pero eso era otra historia.
Dejo de ir a clase, metido en aquel cuarto sin salir, hasta que un día la asistenta asustada ante la falta de contestación de Javier ante sus peticiones de limpiar el cuarto, hablo con su madre, esta primero llamo a la puerta, luego la aporreo y tras de aquello empujo y abrió.
En aquel cuarto no había nadie, solo estaba el ordenador encendido, un mensaje en la pantalla de ayuda firmado por un tal escualo.
La policía determino que el joven se había fugado de su casa, esto fue tras una larga búsqueda de más de un año.
Pero si entras en el web mundo líneas, encontraras a un tal escualo que aun busca un portal mágico para volver a su casa.
Desde niño siempre llamo la atención por sus orejas, su enorme nariz unida a unos ojos redondos y pequeños demasiado juntos.
A pesar de su aspecto, flaco y no muy agraciado, su mejor amigo Luis era un tipo más bien guapo desde ya la guardería. Cuando alguien se burlaba de Javier llamándole el tuerce botas, por torcer los pies hacia dentro, síntoma de pies planos y que no le sirvió para hacer amigos en el barrio, ya que cuando se hacían los equipos de futbol el no destacaba, por lo que jamás jugo al no ser de portero y por pura necesidad del equipo que le cogía.
Bueno Javier, no era muy popular excepto en las burlas y risas de los demás chavales del barrio y del colegio.
La cosa empeoro con los años, ya que Javier al llegar al instituto fue el objeto de burlas de chicos y chicas, separado de Luis por el apellido, tuvo que aguantar las horas de clase como un martirio.
Pero como dijo alguien lo peor aún estaba por llegar, resulto que el abuelo de Javier, murió y este el día del entierro descubrió que tenía una madre viva, Javier contaba con 16 años y ver a una madre a la que jamás conoció no fue lo que más feliz le hizo.
Aquella mujer venia de Madrid, con su pelo de color Rojo y aquellos zapatos de tacón de tres cuartas, con el abrigo de pieles más parecía sacada de un serial de la tele que una madre.
Las burlas se recrudecieron en el instituto pero lo mejor fue tener que irse con ella a Madrid, pues la casa de su abuelo se puso en venta inmediatamente a ser leído el testamento 15 días después del fallecimiento de su abuelo.
Lo peor era la cara con la que la madre lo miraba, una especie de culpa con pena, como si sintiera lastima por él, poco le importaba pues nuestro Javier el tuerce botas, había decidido escaparse al llegar a Madrid y buscar trabajo de algo, de lo que fuera.
Pero cuando llego a Madrid, todos sus sueños de escaparse se vieron sumidos en una inmensa tristeza, un pesar por no volver a ver a esos compañeros que se burlaban, no poder hablar con nadie.
El instituto donde ahora iba, era peor que la muerte, además de ser el novato no era muy guapo, ni simpático, ni listo, era el tuerce botas.
Pronto comenzó aislarse, a separarse de todos, volvía a casa y se pasaba la vida viendo comics, jugando en internet, solo, solo, solo.
Un día en internet encontró un lugar, era un extraño portal llamado mundos líneas, por el momento se hizo llamar el escualo, no por ser un tiburón más bien porque ahora en clase le llamaban el escuálido, pero eso era otra historia.
Dejo de ir a clase, metido en aquel cuarto sin salir, hasta que un día la asistenta asustada ante la falta de contestación de Javier ante sus peticiones de limpiar el cuarto, hablo con su madre, esta primero llamo a la puerta, luego la aporreo y tras de aquello empujo y abrió.
En aquel cuarto no había nadie, solo estaba el ordenador encendido, un mensaje en la pantalla de ayuda firmado por un tal escualo.
La policía determino que el joven se había fugado de su casa, esto fue tras una larga búsqueda de más de un año.
Pero si entras en el web mundo líneas, encontraras a un tal escualo que aun busca un portal mágico para volver a su casa.
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