Los focos iluminaron,
Una sombra apareció,
Mientras un violín sonaba,
Una muñeca danzaba,
Poco a poco otros títeres
Llenaron el escenario,
Bajo las lágrimas que el violín
Hacia brotar.
Una y mil veces,
Del teatro del olvido,
Un aplauso le hizo girarse,
Cuando hubo terminado,
Alguien le estaba mirando,
Con su mascara impasible,
Un malabarista,
En pie aplaudía sin cesar,
La muñeca que danzaba,
No paraba de girar,
De sus cuencas vacías,
Perlas parecían caer,
El triste malabarista se acerco,
Mas el titiritero se enfado,
Como te atreves,
Le dijo,
Como osas acercarte a ella,
Es mi musa,
Es mi estrella,
Y de mis hilos jamás podrá escapar,
Dicho esto dejo de tocar,
Todos los títeres cayeron al suelo,
Menos uno,
La muñeca de ojos vacios,
Seguía girando,
No paraba,
El titiritero al ver aquello,
Los hilos la corto,
Y la muñeca cayó contra el suelo.
Después el titiritero dijo,
Solo es un trozo de madera,
Pintado de colores.
Sin mi no tiene vida,
No tiene alma,
Dicho eso se alejo,
El malabarista
Con su máscara blanca de luna,
Triste se quedo,
Mas una manita de madera en su hombro se poso,
La muñequita de los ojos vacios sonreía,
Mientras tarareaba una vieja melodía,
Bailo, bailo, bailo…. sin hilos, sin titiritero,
Ahora cuando hay luna llena,
En las aguas claras del sueño,
baila para un triste malabarista,
una muñeca de madera,
con el alma de la luna llena,
regalándose a su malabarista,
como muñeca de madera.
Una sombra apareció,
Mientras un violín sonaba,
Una muñeca danzaba,
Poco a poco otros títeres
Llenaron el escenario,
Bajo las lágrimas que el violín
Hacia brotar.
Una y mil veces,
Del teatro del olvido,
Un aplauso le hizo girarse,
Cuando hubo terminado,
Alguien le estaba mirando,
Con su mascara impasible,
Un malabarista,
En pie aplaudía sin cesar,
La muñeca que danzaba,
No paraba de girar,
De sus cuencas vacías,
Perlas parecían caer,
El triste malabarista se acerco,
Mas el titiritero se enfado,
Como te atreves,
Le dijo,
Como osas acercarte a ella,
Es mi musa,
Es mi estrella,
Y de mis hilos jamás podrá escapar,
Dicho esto dejo de tocar,
Todos los títeres cayeron al suelo,
Menos uno,
La muñeca de ojos vacios,
Seguía girando,
No paraba,
El titiritero al ver aquello,
Los hilos la corto,
Y la muñeca cayó contra el suelo.
Después el titiritero dijo,
Solo es un trozo de madera,
Pintado de colores.
Sin mi no tiene vida,
No tiene alma,
Dicho eso se alejo,
El malabarista
Con su máscara blanca de luna,
Triste se quedo,
Mas una manita de madera en su hombro se poso,
La muñequita de los ojos vacios sonreía,
Mientras tarareaba una vieja melodía,
Bailo, bailo, bailo…. sin hilos, sin titiritero,
Ahora cuando hay luna llena,
En las aguas claras del sueño,
baila para un triste malabarista,
una muñeca de madera,
con el alma de la luna llena,
regalándose a su malabarista,
como muñeca de madera.
esxplicaciones adicionales, al primer final:
Hay un arlequín malabarista enamorado de la luna, pero no pueden amarse, la luna no puede darle a su amor un cuerpo que besar.
En el teatro del olvido, donde quedan los amores, sueños, pesadillas, etc. olvidados, hay un titiritero, es un ser que creaba marionetas, pero perdió a su musa y se empeño en hacerla de madera, convencido de que ella volvería, mas no volvió.
Noche tras noche la hacía danzar sin encontrar en ella más que un trozo de madera, cuyos hilos el movía.
La luna encontró pues un cuerpo para su malabarista, como os preguntareis, muy fácil... el malabarista, vio a la muñeca, pequeño malabarista enamorado de un imposible, sintió como aquella muñeca le miraba con ojos de luna, sintió que luna era aquella muñeca de hilos de plata, solo quería verla danzar.
El titiritero se sintió traicionado, aquella muñeca igual a su amada jamás sintió, ni dio, ni padeció con él, sin embargo danzaba para el malabarista triste, haciéndole feliz a él.
Quiso castigarla, corto los hilos, para dañarla pero lo que hizo fue liberarla, ahora luna es feliz pues esta con su malabarista, el no tiene poder para cambiar nada? sin él la muñeca seguiría siendo del titiritero y solo seria muñeca de madera.
El titiritero, volvió a la soledad y no sé si sigue haciendo muñecas de madera, pero creo que sigue
En el teatro del olvido, donde quedan los amores, sueños, pesadillas, etc. olvidados, hay un titiritero, es un ser que creaba marionetas, pero perdió a su musa y se empeño en hacerla de madera, convencido de que ella volvería, mas no volvió.
Noche tras noche la hacía danzar sin encontrar en ella más que un trozo de madera, cuyos hilos el movía.
La luna encontró pues un cuerpo para su malabarista, como os preguntareis, muy fácil... el malabarista, vio a la muñeca, pequeño malabarista enamorado de un imposible, sintió como aquella muñeca le miraba con ojos de luna, sintió que luna era aquella muñeca de hilos de plata, solo quería verla danzar.
El titiritero se sintió traicionado, aquella muñeca igual a su amada jamás sintió, ni dio, ni padeció con él, sin embargo danzaba para el malabarista triste, haciéndole feliz a él.
Quiso castigarla, corto los hilos, para dañarla pero lo que hizo fue liberarla, ahora luna es feliz pues esta con su malabarista, el no tiene poder para cambiar nada? sin él la muñeca seguiría siendo del titiritero y solo seria muñeca de madera.
El titiritero, volvió a la soledad y no sé si sigue haciendo muñecas de madera, pero creo que sigue
segundo final:
Los focos iluminaron,
Una sombra apareció,
Mientras un violín sonaba,
Una muñeca danzaba,
Poco a poco otros títeres
Llenaron el escenario,
Bajo las lágrimas que el violín
Hacia brotar.
Una y mil veces,
Del teatro del olvido,
Un aplauso le hizo girarse,
Cuando hubo terminado,
Alguien le estaba mirando,
Con su máscara impasible,
Un malabarista,
En pie aplaudía sin cesar,
La muñeca que danzaba,
No paraba de girar,
De sus cuencas vacías,
Perlas parecían caer,
El triste malabarista se acerco,
Mas el titiritero se enfado,
Como te atreves,
Le dijo,
Como osas acercarte a ella,
Es mi musa,
Es mi estrella,
Y de mis hilos jamás podrá escapar,
Dicho esto dejo de tocar,
Todos los títeres cayeron al suelo,
Menos uno,
La muñeca de ojos vacios,
Seguía girando,
No paraba,
El titiritero al ver aquello,
Tomo la muñeca y la metió
En una caja,
Mientras reía sin parar.
La muñeca de madera golpeaba la caja,
Más no podía escapar de dentro,
El malabarista
Tomo un rayo de luna
Que con sus lágrimas
Se convirtió en espada,
Amenazo al titiritero,
Libérala!
Le dijo,
Pero este no solo no lo hizo,
Si no que tomando el arco de su violín le desafío,
Un combate a muerte en el filo
De la razón,
Así como dos funámbulos,
En un gigantesco alambre,
Ambos luchaban pero
Muñeca de madera seguía en una caja,
Luna hizo que esta empujara la puerta
Y la muñeca salió fuera,
Al ver a ambos luchando por ella,
Le pidió al titiritero que pensara,
En su pasado,
En el amor que sintió,
Pero este lleno de dolor al pequeño malabarista tiro,
Este caía sin cesar,
entonces la muñeca de madera,
Comenzó a llorar y fue tanto su llanto
Mientras caía el malabarista,
Que un enorme lago se formo en el suelo
Y allí el cayó.
El titiritero feliz de ver a la muñeca de madera,
Rota de dolor corto sus hilos dejándola allí desolada,
Y ella se construyo un barco,
Y fue a buscar a su malabarista,
Pero no le hayo,
Paso el tiempo y regreso,
Le pidió al titiritero ayuda y este satisfecho,
De tenerla de nuevo,
Le construyo un malabarista de madera,
La muñeca convencida de que era su malabarista,
Danzaba agradecida para el titiritero,
Pero la suerte un día cambio,
El malabarista que al caer al mar
Bebió de las aguas del olvido,
Viviendo muchas aventuras que no vienen
A cuento en esta historia,
Un día un rayo de luna,
Le hablo,
De un sueño,
De una navegante de madera,
Cuyo corazón movía la luna,
El comenzó a buscarla,
Viajo y viajo,
Hasta que sin él saberlo,
Llego al teatro del olvido,
Allí vio una muñeca de madera sin hilos,
Cuya apariencia era ya humana,
Bailando para un violinista que hacia
Bailar a un muñeco que se le asemejaba,
De pronto sintió un deseo enorme,
Deseaba conocer a la pequeña muñeca,
Que danzaba y se acerco más para ver,
Ella al verlo lo reconoció en el acto,
Dejo de bailar y miro al muñeco que el titiritero,
La construyo,
Me has mentido,
El no es el malabarista,
Y yo te creí,
El titiritero se levanto de su silla
Y la increpo,
Desagradecida,
Yo te cree,
Te di vida y tú
Te vas con un malabarista,
Que te dejo sola y ahora vuelve.
Ella sintió dolor,
Por las búsquedas en soledad,
Por sus sueños ya casi olvidados,
El titiritero la había hecho feliz,
Con aquel muñeco y sintió una tristeza,
Por ese titiritero que no entendía
Que el pasado no era más que pasado.
Pero mientras ella pensaba,
El malabarista exigió al titiritero una explicación,
Este le conto que cuando el desapareció,
Ella regreso y el engañándola con aquel muñeco,
La había hecho feliz en su recuerdo.
Pero el malabarista le increpo,
Lucho.
La muñeca intentando que malabarista no desapareciera,
Corto todos los hilos de las marionetas,
Después rompió el violín contra la silla,
El titiritero comenzó a desaparecer,
Hasta hacerse aire
Y así malabarista y muñeca de madera,
Fueron felices.
Una sombra apareció,
Mientras un violín sonaba,
Una muñeca danzaba,
Poco a poco otros títeres
Llenaron el escenario,
Bajo las lágrimas que el violín
Hacia brotar.
Una y mil veces,
Del teatro del olvido,
Un aplauso le hizo girarse,
Cuando hubo terminado,
Alguien le estaba mirando,
Con su máscara impasible,
Un malabarista,
En pie aplaudía sin cesar,
La muñeca que danzaba,
No paraba de girar,
De sus cuencas vacías,
Perlas parecían caer,
El triste malabarista se acerco,
Mas el titiritero se enfado,
Como te atreves,
Le dijo,
Como osas acercarte a ella,
Es mi musa,
Es mi estrella,
Y de mis hilos jamás podrá escapar,
Dicho esto dejo de tocar,
Todos los títeres cayeron al suelo,
Menos uno,
La muñeca de ojos vacios,
Seguía girando,
No paraba,
El titiritero al ver aquello,
Tomo la muñeca y la metió
En una caja,
Mientras reía sin parar.
La muñeca de madera golpeaba la caja,
Más no podía escapar de dentro,
El malabarista
Tomo un rayo de luna
Que con sus lágrimas
Se convirtió en espada,
Amenazo al titiritero,
Libérala!
Le dijo,
Pero este no solo no lo hizo,
Si no que tomando el arco de su violín le desafío,
Un combate a muerte en el filo
De la razón,
Así como dos funámbulos,
En un gigantesco alambre,
Ambos luchaban pero
Muñeca de madera seguía en una caja,
Luna hizo que esta empujara la puerta
Y la muñeca salió fuera,
Al ver a ambos luchando por ella,
Le pidió al titiritero que pensara,
En su pasado,
En el amor que sintió,
Pero este lleno de dolor al pequeño malabarista tiro,
Este caía sin cesar,
entonces la muñeca de madera,
Comenzó a llorar y fue tanto su llanto
Mientras caía el malabarista,
Que un enorme lago se formo en el suelo
Y allí el cayó.
El titiritero feliz de ver a la muñeca de madera,
Rota de dolor corto sus hilos dejándola allí desolada,
Y ella se construyo un barco,
Y fue a buscar a su malabarista,
Pero no le hayo,
Paso el tiempo y regreso,
Le pidió al titiritero ayuda y este satisfecho,
De tenerla de nuevo,
Le construyo un malabarista de madera,
La muñeca convencida de que era su malabarista,
Danzaba agradecida para el titiritero,
Pero la suerte un día cambio,
El malabarista que al caer al mar
Bebió de las aguas del olvido,
Viviendo muchas aventuras que no vienen
A cuento en esta historia,
Un día un rayo de luna,
Le hablo,
De un sueño,
De una navegante de madera,
Cuyo corazón movía la luna,
El comenzó a buscarla,
Viajo y viajo,
Hasta que sin él saberlo,
Llego al teatro del olvido,
Allí vio una muñeca de madera sin hilos,
Cuya apariencia era ya humana,
Bailando para un violinista que hacia
Bailar a un muñeco que se le asemejaba,
De pronto sintió un deseo enorme,
Deseaba conocer a la pequeña muñeca,
Que danzaba y se acerco más para ver,
Ella al verlo lo reconoció en el acto,
Dejo de bailar y miro al muñeco que el titiritero,
La construyo,
Me has mentido,
El no es el malabarista,
Y yo te creí,
El titiritero se levanto de su silla
Y la increpo,
Desagradecida,
Yo te cree,
Te di vida y tú
Te vas con un malabarista,
Que te dejo sola y ahora vuelve.
Ella sintió dolor,
Por las búsquedas en soledad,
Por sus sueños ya casi olvidados,
El titiritero la había hecho feliz,
Con aquel muñeco y sintió una tristeza,
Por ese titiritero que no entendía
Que el pasado no era más que pasado.
Pero mientras ella pensaba,
El malabarista exigió al titiritero una explicación,
Este le conto que cuando el desapareció,
Ella regreso y el engañándola con aquel muñeco,
La había hecho feliz en su recuerdo.
Pero el malabarista le increpo,
Lucho.
La muñeca intentando que malabarista no desapareciera,
Corto todos los hilos de las marionetas,
Después rompió el violín contra la silla,
El titiritero comenzó a desaparecer,
Hasta hacerse aire
Y así malabarista y muñeca de madera,
Fueron felices.
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