En aquella habitación sin aire,
mirando por la ventana en silencio,
escucho como chirrían las cuchillas,
imagino, me imagino, imagino;
intento escapar de aquella casa,
de aquella ciudad.
Me escondo en el armario,
allí en su interior hay una puerta,
la abro,
me da igual a donde me lleve,
no pienso formar parte de la masacre,
fuera el aire viciado por los siglos me inunda.
La dama dragón y el fantasma hablan,
son mis diligentes embalsamadores,
bajo las pútridas escaleras,
una mano me coge ,
me espera,
sin rostro oscura figura,
Salir, es prioritario, salir;
nos lanzamos escaleras abajo,
por el estrecho pasillo hay que avanzar uno a uno,
el no me suelta,
yo no me suelto,
las manos de las paredes me agarran,
infectas criaturas que agazapadas,
esperan tras las puertas,
y el aire viciado cada vez lo es más,
un espejo refleja al sin rostro
nuestros reflejos se hacen pedazos,
bajo su puño y ambos pasamos al otro lado.
lugar de desértico aspecto,
la luna llena amarilla y redonda,
Ilumina el valle de las sombras.
mirando por la ventana en silencio,
escucho como chirrían las cuchillas,
imagino, me imagino, imagino;
intento escapar de aquella casa,
de aquella ciudad.
Me escondo en el armario,
allí en su interior hay una puerta,
la abro,
me da igual a donde me lleve,
no pienso formar parte de la masacre,
fuera el aire viciado por los siglos me inunda.
La dama dragón y el fantasma hablan,
son mis diligentes embalsamadores,
bajo las pútridas escaleras,
una mano me coge ,
me espera,
sin rostro oscura figura,
Salir, es prioritario, salir;
nos lanzamos escaleras abajo,
por el estrecho pasillo hay que avanzar uno a uno,
el no me suelta,
yo no me suelto,
las manos de las paredes me agarran,
infectas criaturas que agazapadas,
esperan tras las puertas,
y el aire viciado cada vez lo es más,
un espejo refleja al sin rostro
nuestros reflejos se hacen pedazos,
bajo su puño y ambos pasamos al otro lado.
lugar de desértico aspecto,
la luna llena amarilla y redonda,
Ilumina el valle de las sombras.
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