Día

Me sentía lejos, me sentía demasiado lejos ya para que todo continuase golpeándome como si tal cosa, me sentaba a descansar un rato mientras podía.
Después continúe con la sensación de no poder parar, me dejaba llevar por las ganas de llorar y lloraba, no podía dejar de llorar, no podía dejar de llorar, estaba triste.

Me negué a seguir negándome a mi misma y sentí la fuerza de mi propio corazón, sentí que necesitaba volver a sentirme viva.

Deje de sentirme agotada por que no podía pensar mientras trabajaba, tanto esfuerzo para nada, tanto y tanto trabajo para aquello.
Me deje caer por fin y supe lo cansada y triste que estaba, nada era igual y todo seguía siendo lo mismo, es un dicho muchas veces dicho, pero pocas veces escuchado.
Era un autentico feliz día de nada, pero estaba tan infeliz con todo el día.