Como cada tarde baje a la calle, al viejo banco de piedra del bulevar, el de la esquina, si ese que había sido nuestro banco (viejo y sucio) del bulevar.
Sola, todo el día sola, las nietas por mi cumpleaños me habían comprado un gatito, ¡que malo era aquel gato! Re diez, malo con avaricia como decía aquel, ahí estaba el Sr. Damián como siempre hablando solo, ¡que hombre! Con lo que había sido y ahora hay más solo que la una, ni me vio, siguió solo por su camino directo a la taberna (bueno ahora bar casa Paco), caray la de pachos que había en Madrid últimamente, que nombre más popular, en que estaba yo pensando antes, no se no me acuerdo, a si, en ti.
Como te echo de menos, Manuel, no lo sabe nadie, aunque siempre estábamos discutiendo, madre mía, que ganas tenia de perderte de vista, ¡hijo mío! , pero no a los 70 años que no valgo ni para jugar a la loto, ¡dios mío!, ¡que suerte la mía!
El primer novio que me salió en el baile, cojo y luego tu. Como decía mi madre que en paz descanse, hija mía tu como no eres guapita sino mas bien fea pues eso, que me toco bailar con el más feo.
Ahora, las horas se me hacen eternas, bueno, la tarde es larga, larga, larga. Hay esta , que guapo es este chico, que lastima que se pase todo el día borracho, si es que ya lo decía mi madre que en paz descanse , de padre borracho hijo borracho, que pena da el pobre chaval , bueno chaval por decirle algo , porque este tiene que tener la edad de mi Mari , si casi los 37 seguro, pero claro mi Mari como una reinona y este pobre todo el día de la ceca a la meca, vaya , ya son las 9 ese reloj es que no falla es puntual como un rallo, ¿ qué le habrá pasado hoy a la Paca que no ha venido’, ayer igual eh?, tengo que ir a su casa mañana sin falta.
Como me duele el culo de estar sentada toda la tarde en este banco y sin poder hablar con nadie, Manuel como te echo de menos, porque ahora llegaría a casa te haría la cena y tu venga a quejarte de todo te sentarías en el sofá a roncar y por lo menos pues se me pasaría el tiempo pensando ¡que ganas tengo de que se vaya este hombre!
Hace frío en esta época, en fin así despacito llegare a casa, me pondré la televisión y veré a los de la operación triunfo, oye que chicos y chicas más guapos y lo que valen.
Como cada noche subí a mi pisito y me dormí, esperando que el día siguiente fuese diferente, esperando que el señor de la guadaña tardase menos en llegar. Esperando que el tiempo que me queda se acabe y así pueda hacer algo, ¡descansar!
Al cabo de unos meses su deseo se cumplió, su visitante la encontró en el banco del bulevar, como cada tarde…….
Sola, todo el día sola, las nietas por mi cumpleaños me habían comprado un gatito, ¡que malo era aquel gato! Re diez, malo con avaricia como decía aquel, ahí estaba el Sr. Damián como siempre hablando solo, ¡que hombre! Con lo que había sido y ahora hay más solo que la una, ni me vio, siguió solo por su camino directo a la taberna (bueno ahora bar casa Paco), caray la de pachos que había en Madrid últimamente, que nombre más popular, en que estaba yo pensando antes, no se no me acuerdo, a si, en ti.
Como te echo de menos, Manuel, no lo sabe nadie, aunque siempre estábamos discutiendo, madre mía, que ganas tenia de perderte de vista, ¡hijo mío! , pero no a los 70 años que no valgo ni para jugar a la loto, ¡dios mío!, ¡que suerte la mía!
El primer novio que me salió en el baile, cojo y luego tu. Como decía mi madre que en paz descanse, hija mía tu como no eres guapita sino mas bien fea pues eso, que me toco bailar con el más feo.
Ahora, las horas se me hacen eternas, bueno, la tarde es larga, larga, larga. Hay esta , que guapo es este chico, que lastima que se pase todo el día borracho, si es que ya lo decía mi madre que en paz descanse , de padre borracho hijo borracho, que pena da el pobre chaval , bueno chaval por decirle algo , porque este tiene que tener la edad de mi Mari , si casi los 37 seguro, pero claro mi Mari como una reinona y este pobre todo el día de la ceca a la meca, vaya , ya son las 9 ese reloj es que no falla es puntual como un rallo, ¿ qué le habrá pasado hoy a la Paca que no ha venido’, ayer igual eh?, tengo que ir a su casa mañana sin falta.
Como me duele el culo de estar sentada toda la tarde en este banco y sin poder hablar con nadie, Manuel como te echo de menos, porque ahora llegaría a casa te haría la cena y tu venga a quejarte de todo te sentarías en el sofá a roncar y por lo menos pues se me pasaría el tiempo pensando ¡que ganas tengo de que se vaya este hombre!
Hace frío en esta época, en fin así despacito llegare a casa, me pondré la televisión y veré a los de la operación triunfo, oye que chicos y chicas más guapos y lo que valen.
Como cada noche subí a mi pisito y me dormí, esperando que el día siguiente fuese diferente, esperando que el señor de la guadaña tardase menos en llegar. Esperando que el tiempo que me queda se acabe y así pueda hacer algo, ¡descansar!
Al cabo de unos meses su deseo se cumplió, su visitante la encontró en el banco del bulevar, como cada tarde…….
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