soy un texto , incoherente e inconexo

Divago, vago por mis pensamientos, muertos, olvidados en oxidada negritud
Perdiendo altura caigo, me escurro entre mis propios recuerdos, hasta llegar al final
Al fondo, vidrioso fondo, blanco.
No, negro, metido en el interior de una botella, como un insecto, como un insecto entubado para ser estudiado, por los científicos locales.
Así me siento, siento, siento tanto haber hecho daño, siento haber sido malo o bueno, peco, pecas de eso se trata, de las pecas que no me pegan, mi cara, mi pelo se descose se entreteje, se asemeja, se destruye.
Soy pejesapo, el muñeco de trapo, la pequeña inadaptada, menuda, en menuda me he metido y eso, exacto eso no es un beso.
Me descompongo, pongo, mil y una veces al genio dentro de su botella, genio o ingenio, solo en el fondo del vidrio, en el fondo del contexto, que es esto.
Textos, solo son textos, incoherentes de deshechos, inhumanos pero son humanos, o lo fueron.
Me sumerjo, en el líquido elemento toco el vidrio sumergido en un lamento.
Que momentos, eso es mi memento, memo, mema, me mimo, me miman y yo sigo aquí sin que nadie me mire.
Incoherentemente absurda como la realidad misma, inmadura, madura, que importa el detalle del tiempo cuando solo eres un maldito texto.
Eso es esto, un texto, solo eso.