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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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Azrael

Gordita

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MADRID

viernes, 29 de febrero de 2008

tequila , limón y sal


El concierto había terminado y la plaza de toros estallaba en aplausos.

Cuando baje de allí y fui a ducharme me sentía muy bien, como si me hubiesen dado el primer premio de la lotería o algo así.


Fuimos a una discoteca de moda donde la compañía rock manager nos había preparado una fiesta, para celebrar que éramos lo mejor que tenían y les estábamos dando dinero.
Daba igual el motivo, estábamos contentos y queríamos celebrarlo.

Fue entonces cuando la vi, ella me hizo una seña y yo me dirigí a un reservado que había tras una cortina de color rojo, me senté y tras 15 minutos, Ella entró llevando una botella de tequila blanco en las manos, tras ella sé cerro la cortina roja del reservado, yo estaba encantado de la vida con la situación y tras el éxito del concierto estaba terriblemente embriagado por la fama, esta última es algo extraño de embriaguez por que parece que todo a tu alrededor flotase.

Ella con aquel vestido negro de raso, el cuello alto del vestido y un moño la hacia parecer elegantemente deseable, si la deseaba, pero no como un hombre si no como un dios, la deseaba con el abotargamiento que produce la fama, ese que hace que te sientas como un autentico amo del mundo.

-traigo tequila blanco, como el agua hará que te olvides del dolor y si tienes heridas o llagas aquí tienen limón y sal para desinfectarlas.- dejo todo en la mesita que había frente al sofá donde estaba sentado.

Olía como si la dulzura misma de las flores se hubiese quedado en su piel para siempre, sus labios de un color rojo al igual que sus uñas eran como hermosas amapolas enclaustradas en una piel blanca y suave. La deseaba y no se podía imaginar hasta que punto.
- Ahora vuelvo, voy a por unos vasitos para tomar-. La cogí de la mano y con un movimiento casi felino se soltó de mí y salió tras de la cortina roja de aquel reservado.

No volví a verla, no aquella noche, ni en muchas noches, la gira, los conciertos y otras mujeres, e incluso hombres, hicieron de mi soledad un altar. En todos los lugares a los que iba o donde me llevaban la buscaba.

El día que la gira acaba, el grupo y yo decidimos ir a un local de jazz, El popular. Para pasar la noche, antes de volver a casa como buenos chicos.

Al entrar sentí una oleada de calor, un bullicio tremendo y mucha gente vino a saludarnos y pedirnos autógrafos..
Un cambio en la música a petición de alguien hizo que me fijara en una mujer que al otro lado de la barra me sonreía, con un moño y un vestido negro de raso hasta el cuello.
Ella estaba allí, pero esta vez, estaba triste , mientras la música de Blind Willie Jhonson y su Bye and bye I´m Gothing to see the king sonaba, ella estaba frente a mí parecía tan joven, tan dulce.
Pedí una botella de tequila blanco, limón, sal y dos vasitos, pensando esta vez no podrás irte.

Fui hacia ella, me sonreía y yo señalando con la cabeza la botella la dije cuando estábamos frente a frente.
-Creo que me debes una- ella sonrió y aquel perfume a flores dulces, campiña, o miel. No sabría definirlo. Llego hasta mí- deja que como el agua arrastre las penas y nos cure las heridas este limón y esta sal.- ella sonrió casi inmediatamente.
- Aun me recuerdas, de verdad quieres que bebamos juntos? – Pregunto.-
- Claro- dije sin dudarlo-

Después de la botella de tequila, fuimos a un hotel y pedí una habitación doble, el empleado me miraba sorprendido, supongo que ver a una estrella como yo entrar le causaba esa sorpresa.

Subimos en el ascensor y fuimos a la habitación, no era gran cosa pero a las 12.30 de la noche en Atocha tampoco puedes pedir el Riht, podíamos haber ido a mi hotel o tal vez a su casa pero surgió así y no quería que desapareciese tras otra cortina roja.
Si algo sé y no sé por que lo sé, es que hice el amor como un demente, la deseaba y ella subida sobre mí era de todo menos suave, era como algo salvaje y furioso algo que había que dominar, yo la domine.

Cuando desperté, alguien llamaba a la puerta para decir que ya eran las 12 y tenia que dejar el cuarto, ella no estaba, pero en su lugar había una nota.

Al leerla, pensé, una cita.

Baje al vestíbulo y pedí al empleado que me pidiese un taxi, es lo que tiene la fama , el hombre me largo un blog una sonrisa y me dijo que me adoraba o algo asi.

Cuando subí al taxi, este me dijo que solo me podría dejar en la entrada principal, hacia años que los vehículos no podían circular por esas calles.
Bien le conteste, lo encontrare yo solo.

Llegue a la puerta principal, fuera el griterío de las gitanas vendiendo flores me recordó que era extraño que estuviésemos en Octubre, camine hacia el lugar donde un enorme plano indicaba y señala a las calles como si de una urbanización se tratase.

Donde esta, pensé, aquí, bonita forma de jugar, fui hacia allí sin darme tiempo para pensar él por que una mujer tan hermosa me citaba en aquel lugar.
Cuando llegue, no había nadie, así que decidí sentarme en una de las tumbas, fue entonces cuando vi una foto, era ella.

Sonia Bramante lucero
Madrid- México
1899 1940
Cantante y artista.
+Sal y limón no me olvides
( restos traídos de México
por su sobrino en 1991)

La foto de ella, y sus ojos. No podía ser, esto era una broma, una Puta y maldita broma.

Ahora tras diez años de búsqueda, sé que aquella mujer mi pequeña y dulce mujer, era Sonia y ahora sé que ella va a volver, así que cuando alguien se acerca a mí le miro los ojos, los labios y sé, que ella sea igual o de otra forma, vendrá con una botella de tequila, sal y limón para curarme las heridas.

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