La fría muerte.

La lluvia. La noche cae y la lluvia con ella, Bajo la noche mecen las gotas una pena, La muerte se alza certera, Santa es y a nadie teme, Nada la ignora pues ella es eterna, Mece a sus hijos como si fueran notas, Entre las suaves y frías gotas, Ella serena se alza y camina, No la mires tan de lejos, Ella es bella y serena, Más no la temas, Cuando ella llega todo se para, Puedes atesorar poder y dinero, Más ella lo deja todo en su sitio, Tú a la tierra regresas con los gusanos, Grandes y gordos tu cuerpo comerá, Más ella no entra en este preámbulo, Cuando su día llega, No la ignores en un caballo de muerte, Galopara y bajo el árbol de la vida, Ella te cobrara con lo único que la puedes pagar, Mas su promesa es que el día 1 de noviembre, Todos los años, Tu a este mundo bajo la lluvia del llanto de tu familia, Tú podrás regresar.

¡judas!

¡Judas! Tanto dices que me apoyas Que me hastias, Oigo tu bla, bla, bla, Siento tus palabrerías, Y pienso, Cuando me vas a besar, Cuando me darás la estocada, Que remate en la jugada, Mi muerte No sé cuánto te habrán dado, sé que eres capaz de venderme, Por nada de nada, Falso, mentiroso, Cretino ansioso, Que solo deseas mi caída, Más no sabes que estoy muerta, Esto que ves es un cuerpo Que vive sin vida, Pues tú arrebataron mis sueños, Con una brutal crueldad, A pesar de que ves que me muevo, Ya no tengo vida, Más te juro que dejare que me beses, Porque deseo  verte Meciéndote, En el árbol de la vida, Colgando de una soga, Mientras solo los gusanos Te miran.

¡islero!

¡Islero!, Te llevaba buscando tiempo Me dijeron que te habías retirado, Pero veo que no, Necesito tu consejo, De palabras y de sueños, Necesito contarte cosas, Que ya nadie parece escuchar, Necesito consejos, Que en algún momento perdi, Y que no encuentro. De la noche a la mañana me quede sin tu consejo, Aun no entiendo la razón, De los caminos del mundo, De este mundo tan siniestro, En el que deje de verte Deje de sentir tu apoyo, Te quedaste en silencio, Ahora me parece tan lejano, Y todo esta tan revuelto, Pero veo con claridad Que te tengo que contar una cosa, Mi buen amigo ¡Islero!.

Silba la serpiente

Silencio silba la serpiente, Mientras se arrastra en su fango, Ya cambio la piel Pero sigue siendo lo que es Y lo que fue, Cuidado que silba y silba, Intentando ayudarte Pero cuidado no es tu amiga, Es una bífida enemiga, Capaz de lanzar su veneno, Desde la distancia del tiempo, Ojo que los ojos ya no miran, Porque su ponzoña los cegó, Ahora está en este lugar paladeando, Su cena, Pero cuidado serpiente, Yo hace tiempo que deje de ser tu víctima, Y puede que esta noche, Tenga una cena bífida.

muñequitas de papel

Muñequitas de papel Que se mecen con el viento, Mientras en aquel patio jugamos, Hace años que no te veo, Como siempre un día te eche de menos, Pero eso se pasa como el viento, Que mecía las muñecas, Mientras las canciones del pasado, Vuelven a sonar Recuerdo Aquellas muñecas fueron un sueño Que nosotras compartimos, ¿Te acordaras de mi nombre? O simplemente caí en el olvido. Como el viento que pasa, Aquello ya paso y nada nos devolverá, A ese pasado precioso en el que tu y yo. Jugábamos en un patio con muñecas de papel

Una voz remarca mi cabeza

Una voz me remarca la cabeza Una idea que se muere Quizás una idea nueva, Mece las comas la noche, Etérea es la lánguida luna, Le ruge silencio eterno, A los que muertos quedaron, No lloréis por ellos Callad Solo se oye silencio, Braman las ramas de los arboles, Muerte gritan las cornejas, Mientras silba la serpiente, Un sonido descompuesto, Entre en la calma que clama, Ayeé un ojo de odio eterno Sin palabras quedo enterrado, El misterioso boceto.

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