EN EL FONDO.

Un puñado de nubes negras, Para que las lagrimes no duelan, Entre hojas de libros escritas, Quedaron cubiertas de dichos, Entre el purpura de las letras, Un dicho que sonaba a maleficio, Tras la nombrada portada, Una historia ya pasada, Entre los ojos mal dichos, Unos eternos bichitos, Que con su lengua afilada, Crearon una escena muy macabra, Entre dicho y diete, Una frase nunca dicha, En mis labios expusisteis, Entre los dichos no dichos, Quedo como que yo dije, Mientras dices y dirás, Una frase nunca más Entre las lenguas afiladas, Me clavaron mil estacas, Con punzones de afilado hielo, Aquellos que una vez amigos se llamaron, No dijeron, no aclararon, Eres y serás culpable, Porque lo digo una persona, Más yo no dije nada, Y sin más ni más fui acusada, Por segunda vez en mi existencia, Fui ahorcada, Más ahora que ya no me veis, Deseáis que este, Y yo no os deseo nada, ¡Fijaros, vaya putada! Nada de nada.

Ponzoña de palabras

Aniquilan las palabras, Paso tiempo desde esto, Ahora daño ya no hace, Para que guardar silencio, Los que ganan las batallas, Por levantar más la voz, No ganan solo devastan, Lamentarse no sirvió, Un silencio para el fondo, Negro del abismo cruel, En el fondo todo es odio, No se sabe porque fue, Se dice que fue de aquello, Más no fue eso, Nada fue, Cuando los que  atacan, Pisan y creer ser vencedores, Con ponzoña de palabras, Luego tras la herida ya no hay perdones.

SOY ESO

Buscando un silencioso recuerdo marco horas, Vi el cuadro de Dali en un sueño En las escaleras al cielo para rescatarme había, Entre los ataques de los cuervos negros, Mujeres de afiladas garras me cogían, No corrí Nada temí, Pues es mi sueño y controle mi viaje, Condenada arena del reloj que se escapo, Dejando ver el fango del infierno negro, Donde el silencio adora las palabras, En el cuenco de la leche ponzoñosa, Estabas metido, Articulaste palabras falsas Mas los versos y las palabras, Tienen un don el de la constancia inconstante, Quien corta la tarta reparte la parte mejor, Viste, El poder era mío y del cuadro de Dalí escape, Me deshice de los cuervos negros que querían hundirme, Me convertí en luchadora de sueños, Combatí contra las garras y subí por la escalera Hasta la realidad, Quien hay más real que yo, Supongo que el fuego del que Salí, Soy viento, no Soy fuego, no Soy tierra, no Soy aire, no Soy todo lo que nadie quiso ser, Soy eso.

PALABRAS SECANTES

En el mundo de las palabras secantes, Nacen como espinas lacerantes, Palabras sin consenso ni medidas, En otras palabras inconvenientes, Convenidas y convertidas, En espadas que en los labios, Son ladridos de improperios, Asomados contenidos, Sobre las brumas de las noches, Incesantes los mutantes, Infieles de inviernos ennegrecidos, Sacrilegios miles de veces cometidos, Convencidos del daño acontecido, Maceran el amor con odio inapropiado, En los versos del niño que no ha crecido, Son los versos que jamás alguien escribió, Es aquello que el mal verso comenzó, A nacer y morir eternamente, Sin lágrimas en los ojos, Ya no sangra el corazón, Se cerraron los labios del perdón, Ahora solo queda cruel silencio.