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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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jueves, 3 de septiembre de 2015

UNA HISTORIA DE BRUJAS- CAPITULO 4-( HELIA)




UNA HISTORIA DE BRUJAS 4- EL AIRE- HELIA

Tres años después de nacer Salandra llego a la vida su hermana pequeña, a la que la familia llamo Carmen.
Una preciosa niña rubia, aunque nada más nacer ya la diagnosticaron un grave problema de vegetaciones y anginas, no podía respirar ni comer, por lo que con solo 6 meses fue intervenida de urgencia.
La pequeña Carmen, tras su operación, se recupero bien y pronto fue percibida por Azuleida, que intento eliminarla aunque con poco existo, lo hizo de tal forma que la persona responsable fuera su hermana Ópalo, y fue mientras jugaba con unas amigas en un campo cercano, jugaban a ser escaladoras, Ópalo había dejado al cuidado de su hermanita a una amiga que tenia vértigo, pero sin embargo esta amiga inicio una escalada llevando a la pequeña Carmen a cuestas,  y fue así como  Carmen cayó al vacío y se golpeo contra el suelo, Ópalo corriendo sin danto tiempo a reacción a los demás, y cuando llego la pequeña no respiraba.
Azulaida satisfecha con su acción pensó que había matado a la pequeña, pero le pasara con Salandra, no murió.
Poco después cuando la pequeña tenía 6 años, fue con su familia de vacaciones, estaban en Cuenca en el pantano de Entre peñas y Buendía, cuando su abuelo empecinado en que la pequeña nadara la lanzo al agua, su abuelo solo quería que fuera fuerte, ya que siempre estaba sola, escondiéndose en armarios y jugando con muñecos.
Aquel día, hacía calor, y había poca gente en pequeña presa que hacía de Piscina cuando sin previo aviso, lanzo a la pequeña al agua, normalmente todos salían a flote, menos ella, ella cayo tocando el fondo de la pequeña presa, y lo que vio la hizo paralizarse.
Vio a Azulaida llegar su cuerpo era como una pez y sus ojos fríos como el hielo, la empujo hacia el fondo sin compasión y aunque Carmen no oía nada, pudo oír como la llamaba algo, era un nombre lo repetía sin parar, lo repetía hasta que pudo oírlo con claridad la llamo Helia, luego se sentó sobre su espalda, como si quisiera que quedara allí para siempre.
Pero algo no estaba previsto en aquella acción su abuelo bajo a buscarla y ella salió del agua, aunque su corazón no respiraba, su abuelo la puso boca abajo y la saco el agua que había tragado, luego la pequeña al abrir los ojos repitió, Helia, Helia.
Su abuelo pensó que decía herida y la llevo al centro de la cruz roja para que la atendieran, aquello solo quedo en un susto, pero la pequeña había visto y oído a la gran Azulaida hablarla.
Intento contar lo que había visto a su abuelo, pero este le dijo que lo había imaginado, y la historia acabo.
Cuando la pequeña Carmen tenía 12 años, ella y sus amigos fueron a buscar gatos, encontraron un pequeño que se escondía entre las tejas del medio abandonado Cerro del Tío Pio, ya que estaban tirando las casas y estaban reubicando a sus ocupantes en un barrio nuevo llamado Fintaron, realmente era peligroso que los niños fueran por allí saltando por los tejados y entrando en cuevas que medio se caían.
Pero los niños son así, y si lo que quieres es un gato, pues corres para atraparlo, máxime cuando tu padre ha muerto hace un año y una tristeza inmensa se ha metido en tu corazón.
Iba buscando aquel pequeño de rayitas grises, cuando cayó dentro de una cueva, el techo se desplomo y ella se metió dentro, cayó sobre un colchón viejo y lleno de moho, que era a lo que olía aquella habitación, eso y el polvo del derrumbe provocaron una enorme tos en ella.
Una voz desde la sombra la llamo-Helia, Helia- dijo con voz suave y dulce, pero Helia que había aprendido a reconocer a los muertos de los vivos, sabía que aquella voz era de un muerto y se paro, con sus pantalones y camiseta llena de Polvo al igual que su pelo, no se movía, solo miraba al lugar desde donde venia la voz- esta hablo- gatea por la pared bella Helia, llega hasta el exterior y coge al gatito que te está esperando fuera, recuerda que siempre has de ir a la luz.
Helia gateo por la Pared hasta llegar fuera, los amigos estaban allí atándose cuerdas a la cintura para sacarla pero lo que más la sorprendió es que el pequeño gatito estaba sentado esperando y que cuando la vio, se puso a ronronear.
La triada estaba completada. 

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