Una tumba de pensamientos,
A sus pies los nombre olvidados,
Un recuerdo que sucumbe bajo el viento,
¡Olvidaron tu nombre!
Si,
Fue olvidado-
Dos enormes templos de sabiduría,
Que sucumbieron bajo el
yugo de un imperio,
No dejar jamás que mancillen tu recuerdo,
¡Esos fueron los lemas!
Si,
Esos fueron.
Mira a los ojos de los usurpadores
Creadores del miedo a hablar,
No dejes que mi voz calle en silencios,
No me dejes caer,
Nunca jamás,
Con mi voz eco hago de sus voces,
Gritan los muertos desde sus tumbas,
En la lejana charca que les dio la vida,
El silencio ahora sé hacer graba,
Mata la música el que ejerce de dominio,
Mata la historia con tus pútridas palabras,
Pero mi voz no morirá en un vacio,
Porque desde mi garganta no solo salen las palabras,
¡Exterminar a los que son distintos!
¡NO!
Nadie es más que nada.
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