Abrigo gris.
Cubres las intenciones con una imagen que nada tiene que ver contigo,
Te envuelves en él para no dejar que nadie vea lo que eres en realidad,
No permites que nada pase tras esa envoltura,
Crees que eres algo importante y en nombre de esa importancia
Te escondes,
Humillas,
Pues siempre es mejor humillar que ser humillado,
Te escondes pues si miran a otros no te miran a ti.
¨ En piel de asno me volveré para que el gris me cubra por completo¨
no busque estar entre los tuyos,
Nunca he hundido ni me he reprogramado,
Pero mírate tú,
Ese temor a ser expulsado del gremio del mas allá,
Se contagia,
Se pega,
Se pega a la piel de los que te rodean,
Lo envuelve todo con su manto de cenizas,
Eres como un gran volcán que carboniza a tus semejantes,
Quieres formar parte del universo de elite astral,
Pero sabes que no puedes sin que se descubra que no eres astro,
Eres un gigante gaseoso, cuyos gases engullen todo a su paso,
No dejas crecer y todos han de orbitar a tu alrededor por necesidad,
Pues de no ser así serás engullido por el gran astro,
Que desde el centro te observa con sigilosa mirada.
¿Quién eres o que crees ser?
Eso es lo que pasa cuando pasas la palabra,
Que bajo ese enorme abrigo gris de lana,
Solo existe alguien con mucho miedo a caer del pedestal,
Alguien cuyo miedo es el miedo todo lo domina,
¡Minas!
Alguien cuya alma esta poseída por la gran serpiente negra,
Ahora cúbrete bien con ese nuevo abrigo gris de humo,
Que hace juego con las cenizas que escupes a tu paso,
Pues no dejare que la serpiente del miedo me posea,
Si tengo miedo,
Pero mi miedo me hace saltar a otro escalón,
Me hace correr en dirección a la meta,
Me impulsa huyendo de ti y de la negra serpiente,
Que devoro tu corazón y se instalo en tu mente,
Esa serpiente que trasmites en cada palabra dada,
Esa serpiente que usas como dagas para encubrir tu propio temor.
Pues yo aunque camine por el valle de la muerte
Nada temeré pues de ese valle ya Salí,
Aunque tu bota en mi rostro pongas una y mil veces,
Sé que las botas de mis pies te asustan más que las que tú usas,
Si mi alma se abate, sé sobre que pecho ha de reposar,
Pues es mi nombre el que nombras en la oscuridad de tu alma,
Cuando la serpiente anida en anillos sobre ti.
Esa, la verdad que buscas tras los ojos del gran dragón,
Solo te muestra tu alma con una enorme serpiente
De temor en ella enrollada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario