licencia commors

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











Free Counters



the music

Azrael

Gordita

Mi Tiempo

MADRID

sábado, 19 de noviembre de 2011

la cura del S.

Ayuda, por favor ayuda.

Mi voz sonaba agotada, si alguien me escucha voy por una carretera local, camino algún pueblo, evitar las autopistas, las autopistas y no vayáis a Madrid.

Me sentí agotada, tras de mí, un perro, un niño, un viejo destino a donde nos llegara la gasolina, pero lejos de Madrid.

Cuando veía las películas esas de zombis, esas de seres que salían de la muerte vivos, pensaba que absurdo, pero ahora esas malditas películas eran una realidad.

No había sido un virus, había sido una cura, una vacuna contra el sida.

Las primeras 100 personas, no supusieron ningún problema, pero algo ocurrió con las siguientes, no se sabe si alguno de los elementos muto, si fue un error, nadie sabe.

- No vayáis a Madrid, están todos los infectados, repito ir hacia la frontera, huir o morir.

Comencé a recordar, que las fronteras se cerraron con los casos del Congo, de Kenia, de……..África entera, pero como siempre alguien entro, alguien infectado con aquella mierda entro en España e Italia, luego, Europa entera, América, India, Asia, Australia.

Todos infectados, todo aquel que no estaba infectado era asesinado y devorado, nadie sabía muy bien el porqué de aquella especie de locura, pero había que escapar.

Mientras huía en mi coche, rescate a un niño y su abuelo, que corrían enloquecidos perseguidos por una especie de camada loca.

Luego nos encontramos al perro, bueno teníamos que repostar gasolina y paramos en una gasolinera, entonces salieron cuatro seres a matarnos, cuatro seres y el perro nos defendió, narices ese animal salió de algún lugar y me dio tiempo a arremeter contra ellos, si les parabas el corazón dejaban de vivir.

Era fácil, clavar, disparar, lo que fuera en el corazón, siempre y cuando no te infectaran con su sangre, su sangre era el veneno.

Sangre, veneno, muerte………………ellos no comían sangre, ellos comían lo que pillaban, como fuera incluso se mataban entre ellos para comer, era como si el ser humano se volviera un ser sin conocimientos, aunque se sabía que había un líder en las camadas, alguien más grande y fuerte, aunque esto era una teoría, de las ultimas teorías que escuche puesto que luego dejo de verse la tele, todo fuera.

Mi coche y mi radio, eran de un taxi que cogí huyendo, al principio el taxista y yo sobrevivimos, pero luego él se empecino a ir a por su familia y cayó frente a mí.

Hui con el taxi y con lo que pude, hui con hambre, esas cosas comían como yo y si podían me comían a mí.

Cuando llegamos al pueblo era ya tarde, fuimos a las afueras y aparcamos, no sé si nos olían, oían, o como lo hacían pero encontraban a sus presas, siempre lo hacían y siempre los humanos morían y la evolución asesina-devoradora vivía.

Quién sabe, puede que ese fuera el tema, evolución, la evolución es así unos viven otros mueren, evolución.

Me desperté, me había quedado dormida con la evolución, me sentía tan cansada, me dolía el cuello y la cabeza, entonces me di cuenta de que el niño y el abuelo no estaban en el coche, se habían ido.

Encendí las luces, no había nada ni nadie, mejor.

El perro estaba tumbado en el asiento de atrás, me quede allí esperando, hacia frio, necesitábamos ropa de abrigo y puede que el abuelo y el niño hubieran ido a por eso, a por ropa y comida.

Esperar hasta que salió el sol y luego hasta el medio día pero no volvían, así que puse el coche en marcha, una figura pequeña me hacía señas en la puerta del cementerio, así que redirigí allí, era el niño.

Pero cuando llegue, me di cuenta de que el niño no era tal, que era otro niño y no precisamente tan humano como el que yo encontré con su abuelo, pise a fondo y me fui.

Me fui, aun me voy, no sé que fue del niño y su abuelo, no sé qué narices paso allí, solo sé que sigo sola en el taxi, buscando una gasolinera para repostar.

Con la radio encendida y un pensamiento, salvar mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario