Caminaba en silencio, el último de los míos había caído, me sentía agarrotada por el frio. Mire desde lo alto del ático, no había nadie abajo, a lo lejos un enorme fuego, Baje, abrí la puerta y salí…. no parecía haber nadie, vi un coche y tenía las llaves puestas, no había nadie dentro así que me puse a conducir. Las lágrimas nublaban mis ojos, cuando a medida que salía de la ciudad, atropellaba a algunos de aquellos muertos que se tiraban a cogerme. Pronto comenzó a amanecer, y yo estaba lejos de la ciudad, pronto me quedaría sin gasolina, y a donde irire, no lo sé pero tenía que escapar. Mi pesadilla se había hecho realidad, no se podía avanzar más y pronto oscurecería, las criaturas salían mas por la noche, no sé si por el calor o simplemente porque la luz les cegaba, pero era así. Estaba en medio de una enorme carretera comarcal sin ningún vehículo cerca para cogerlo ni casa cercana, mire un mapa que había en la guantera de aquel coche, la foto de una familia sonriendo me hizo sentir ganas de llorar, cogí lo que tenía a mano y camine. El miedo te puede atorar, también te puede salvar la vida. Cogí mi mochila con provisiones y comencé a caminar por aquella carretera con el mapa en la mano, aunque debía ir a un sitio seguro, las poblaciones no lo eran. La mejor opción seguir por aquella carretera hasta el final, retrocedí y volví al coche, cogí las llaves y abrí el capo, un enorme cepo descansaba allí y lo cogí. No me sentía más feliz pero si contenta, aquellos seres eran lentos, un golpe en la cabeza y morían, lo había visto hacer y ahora tendría que hacerlo yo. Ahora si tenía que irme, comencé a caminar en silencio, mirando hacia el cielo una luna llena me alumbraba el camino, había que seguir… Continuara.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario