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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

domingo, 27 de junio de 2010

Gena

Caminaban en silencio, sabían que aquella llamada era algo que llevaban esperando ya mucho tiempo.
Cuando pasaron los años y Gena fue creciendo, los problemas se agravaron, ahora 6 años después era un ser descontrolado.
La habían acabado internando, solo por precaución en aquel sanatorio para trastornos mentales, ahora la famosa llamada que siempre temieron se había producido por fin.
Entraron en el vestíbulo, adornado con plantas y la tediosa música ambiental les hizo sentir nauseas, era repugnante que la hubieran tenido que meter en aquella clínica y ahora, que tuvieran que certificar su muerte.
Una señorita les hizo seguirles hasta un despacho, allí el médico les explico que la forma de aquella muerte era algo habitual, de los tres visitantes se miraron con sorpresa y casi con una sonrisa de soberbia dignidad, muerta.
Les llevaron hasta el depósito, aquel lugar olía a antiséptico mezclado con muerte, un olor francamente desagradable, en una camilla en el centro de la sala una figura cubierta con un plástico negro llamaba la atención.
El médico llamo a uno de sus ayudantes que abrió la cremallera de la bolsa de plástico, allí estaba Gena con su carita de ángel, pero muerta.
El médico les hablaba de que apenas había sufrido, a pesar de los cortes en sus muñecas, apenas sufrió, ya que esto era lo realmente alarmante que se matara después de matar a los dos trabajadores de la planta que la fueron ayudar.
De Pronto el ayudante cayó de rodillas, tras el uno de los visitantes había arrancado el corazón del trabajador sin apenas haber variado la expresión divertida de su rostro.
El médico le miro horrorizado antes de caer el igual que lo hiciera el ayudante un segundo antes, se miraron sonrientes y miraron el cadáver de Gena luego cerraron la cremallera de la bolsa y salieron sin que nadie se percatara de ello.
Mientras caminaban, uno de ellos dijo:
Gena nunca acepto lo que era, mi pobre niña bueno ahora ya descansa en paz.
Otro de los seres miro al cielo y murmuro en un sibilante siseo:
Podíamos haber cenado, por lo menos al ayudante, es que tanto desperdicio me asquea.
Los tres rieron en voz baja y la única mujer del grupo termino:
Gena no podía aceptar lo que era y claro para los humanos siempre es más fácil cuando ellos se creen los únicos seres del cosmos, verdad? Cuanto antes volvamos a nuestra realidad antes podremos descansar, cenar y dar descanso a Gena.
Siguieron en silencio mientras caminaban por la acera del muro de aquel sanatorio mental desapareciendo en medio de la calle, por suerte para ellos aunque creo que la suerte no tuvo nada que ver, estos sanatorios suelen estar a las afueras y nunca se percatan en como llegan las familias de los pacientes ni de cómo vuelven a sus casas, digamos que para los olvidados de la sociedad da igual quienes son o quienes fueron, siempre y cuando no salgan los que estén dentro.

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