Era una mañana como cualquier otra mañana, una mañana sin nombre.
Aquella mañana en concreto era el comienzo del verano, un verano que se presentaba igual que tantos.
Se levanto como siempre hacia, se ducho, se lavo los dientes, se peino, se maquillo y se fue.
No tenia mucho de lo que despedirse, un coleo, un periquito en una jaula y un piso vacío.
Salio, el frío de la madrugada la recordó que tenia que haber cogido una chaqueta, siguió hacia el metro, lo tomo y después un tren, el tren que llevaba mas de 10 años llevándola a su trabajo ¿cuantos sueños y fantasías habían sido envueltos en el olvido de ese tren? Cientos, pensó, millares y se apoyo contra la ventanilla.
De pronto noto una mano fría en su hombro, una voz dulce la susurro en el oído algo y se despertó, seguía en el vagón pero a su alrededor un grupo de niños o eso parecían, sus ojos no eran tales, tenían como unas madejas de un gris que se movían alrededor de ellos, fue entonces cuando el tren se paro, los niños la tomaron de ambas manos, no contó pero parecían unos cinco niños de distintas alturas y tamaños, la llevaron a la puerta del vagón y esta se abrió entonces los niños comenzaron a bajar, ella intento detenerlos.
Cuando estaban abajo ella se despertó, estaba en aquel vagón solitario, nada ni nadie en el.
Ni siquiera había arrancado, seguía con las puertas abiertas, entonces se asomo para ver que ocurría, la estación al contrario de otras mañanas estaba desértica, entonces noto una mano fría que la cogía con fuerza bajo la mirada y se vio a si misma tirando de fuera para sacarla de aquel vagón.
Cayó contra las vías partiéndose el cuello, en las noticias dijeron que era un suicidio, un accidente, revivieron su vida, su matrimonio, sus fracasos.
Se estudio el motivo por el que la puerta se abrió cuando estaba al otro lado de la vía, el por que en el vagón nadie la vio abrir aquella puerta.
Ahora en la estación de Vallecas aun se ve caminar una mujer con unos niños andando por la vía, nadie sabe por que esa imagen va precedida de accidentes casi siempre graves o mortales.
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