Una vez a una flor le prohibieron, crecer en un maceta.
- en esta maceta solo pueden nacer rosas- la dijeron.
La flor se lo pensó y finalmente contra toda lógica broto, la quemaron, arrancaron e tiraron a la basura.
Más mientras se pudría en el último rincón de un basurero, cantaba, porque había brotado junto a una rosa y eso es más de lo que otras flores podrían haber pedido.
Las macetas (el mundo) son estercoleros, pero la rosa es la que hace que nadie note el hedor y la fealdad, si el amor nos hace olvidar el hedor, no olvidemos que una vez lo sentimos, por la flor que consiguió que se nos olvidara, eso vale todo.
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