Sandra y el Señor Viento.
Aquella noche Sandra no podía dormir. El viento golpeaba la persiana de su cuarto sin piedad.
-Mamá-grito asustada-mamí
A los cinco minutos su mamá entra en el cuarto.
-¿qué ocurre Sandra?- dijo dando la luz y sentándose
en la cama junto a la niña.
- Tengo miedo- dijo Sandra- las ventanas suenan.
- Cariño-dijo la madre para tranquilizarla – no suenan es solo el Señor Viento que juega con ellas.
- ¿ Que juega con ellas?-dijo Sandra con los ojos como platos-¿ por qué?
- Pues lo cierto- dijo la mama a modo de explicación- es que al Señor viento le gusta jugar con las cosas que no se mueven.
- ¿ Recuerdas cuando fuimos con el tío a volar la cometa?-Sandra asintió, claro que se acordaba, el tío mando le comenta tan alto que parecía que jugase con las nubes – pues era el Señor viento quien la movía-dijo la mama- ¿ ves cuando en Otoño se caen las hojas? Pues el viento juega a que las lleva de aquí para allá.
- Pero me asusta- dijo Sandra abrazándose a su mamá- no quiero que juegue ahora.
- Cariño – dijo la mama- el viento es así y a veces se enfada con las nubes y hace tormentas.
- Dile que se vaya- dijo Sandra-.
- No puedo, el no me hace caso, pero sabes qué, este fin de semana vamos a ir a volar comentas para que no venga más¿ te apetece?.
- Si -grito Sandra-
- Pues ahora te tienes que dormir por que si no va a seguir golpeando la persiana.
La mama salió apagando la luz, Sandra se había acurrucado en su cama y así se queda dormida.
Al día siguiente les contó a todos sus amigos que iba a ir a volar comentas. Como el señor viento había ido a buscarla por la noche, pues claro, su mama había quedado con él para que la dejase de llamar por la noche en la ventana.
Aquella noche Sandra no podía dormir. El viento golpeaba la persiana de su cuarto sin piedad.
-Mamá-grito asustada-mamí
A los cinco minutos su mamá entra en el cuarto.
-¿qué ocurre Sandra?- dijo dando la luz y sentándose
en la cama junto a la niña.
- Tengo miedo- dijo Sandra- las ventanas suenan.
- Cariño-dijo la madre para tranquilizarla – no suenan es solo el Señor Viento que juega con ellas.
- ¿ Que juega con ellas?-dijo Sandra con los ojos como platos-¿ por qué?
- Pues lo cierto- dijo la mama a modo de explicación- es que al Señor viento le gusta jugar con las cosas que no se mueven.
- ¿ Recuerdas cuando fuimos con el tío a volar la cometa?-Sandra asintió, claro que se acordaba, el tío mando le comenta tan alto que parecía que jugase con las nubes – pues era el Señor viento quien la movía-dijo la mama- ¿ ves cuando en Otoño se caen las hojas? Pues el viento juega a que las lleva de aquí para allá.
- Pero me asusta- dijo Sandra abrazándose a su mamá- no quiero que juegue ahora.
- Cariño – dijo la mama- el viento es así y a veces se enfada con las nubes y hace tormentas.
- Dile que se vaya- dijo Sandra-.
- No puedo, el no me hace caso, pero sabes qué, este fin de semana vamos a ir a volar comentas para que no venga más¿ te apetece?.
- Si -grito Sandra-
- Pues ahora te tienes que dormir por que si no va a seguir golpeando la persiana.
La mama salió apagando la luz, Sandra se había acurrucado en su cama y así se queda dormida.
Al día siguiente les contó a todos sus amigos que iba a ir a volar comentas. Como el señor viento había ido a buscarla por la noche, pues claro, su mama había quedado con él para que la dejase de llamar por la noche en la ventana.
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