Pelo blanco
Juana y Marta son dos hermanas ancianas que Vivian en Chanberí desde que eran niñas y su padre se traslada por trabajo a la capital.
En la vieja casa apenas con 45 metros cuadrados las dos ya ancianas mal viven juntas.
Juana estuvo casada pero cuando su marido Andrés ( jugador, mujeriego y borracho) la abandono decidió volver con padre y con su hermana a aquel pequeño pisito de la tercera planta.
Con los años el padre había muerto y ambas hermanas mas interesadas en el vino que en la vida real se hicieron fantasmas de aquel pisito de la tercera planta del barrio de Chamberí.
El silencio que reinaba entre ellas era tal que a veces ni se veían en semanas.
Aquella mañana del mes de Octubre Marta que era la más pequeña había ido como siempre a comprar vino a la bodega del Sr. Damián en la esquinita de la plazoleta.
Los clientes asiduos de la bodega la conocían bien por que algunas veces por la soledad o efecto del vino aquella mujer había compartido con ellos mas que tragos amargos.
Ahora ya a sus 60 años y a pesar de llevar siempre una imagen juvenil las arrugas y el vino cruzaban su cara.
Fue al salir cuando se tropezó con un enorme gato siamés de pelo blanco y patas negras
Marta lo miro a sus enormes ojos azules y al verlo tan sucio y desvalido se sintió identificada con él ( cae decir que mientras esperaba la cuenta se había bebido media botella de tinto y claro eso enternece el corazón.)
Lo llevo a casa, Juana aun dormía presa de la felicidad falsa que provoca el chichón.
Pelo Blanco sin dar tiempo a reaccionar a Marta subió encima de la cama de Juana y sin previo aviso se orino.
Juana ni se inmuto pero Marta sin parar de reír fue hasta la cocinita y tomo un ambientador de esos de olor a frutas y se lo echo pro encima a su hermana.
Aun creo que Marta sé esta preguntado por que su hermana se levanto de la cama de un salto.
No solo eso si no que en una semana no se había bañado y ese día se fue a la pequeña ducha de un salto sin parar de gritar y hacer aspavientos.
Aun hoy mientras Marta acaricia a Pelo blanco por que desde entonces aquel enorme gato siamés es su amigo inseparable de hecho incluso bebe menos por que al gato según ella no le gusta y si se pasa la orina encima. Se sigue preguntando si se despertó de un salto por el orín de gato o por el olor de mandarinas de aquel ambientador.
Juana y Marta son dos hermanas ancianas que Vivian en Chanberí desde que eran niñas y su padre se traslada por trabajo a la capital.
En la vieja casa apenas con 45 metros cuadrados las dos ya ancianas mal viven juntas.
Juana estuvo casada pero cuando su marido Andrés ( jugador, mujeriego y borracho) la abandono decidió volver con padre y con su hermana a aquel pequeño pisito de la tercera planta.
Con los años el padre había muerto y ambas hermanas mas interesadas en el vino que en la vida real se hicieron fantasmas de aquel pisito de la tercera planta del barrio de Chamberí.
El silencio que reinaba entre ellas era tal que a veces ni se veían en semanas.
Aquella mañana del mes de Octubre Marta que era la más pequeña había ido como siempre a comprar vino a la bodega del Sr. Damián en la esquinita de la plazoleta.
Los clientes asiduos de la bodega la conocían bien por que algunas veces por la soledad o efecto del vino aquella mujer había compartido con ellos mas que tragos amargos.
Ahora ya a sus 60 años y a pesar de llevar siempre una imagen juvenil las arrugas y el vino cruzaban su cara.
Fue al salir cuando se tropezó con un enorme gato siamés de pelo blanco y patas negras
Marta lo miro a sus enormes ojos azules y al verlo tan sucio y desvalido se sintió identificada con él ( cae decir que mientras esperaba la cuenta se había bebido media botella de tinto y claro eso enternece el corazón.)
Lo llevo a casa, Juana aun dormía presa de la felicidad falsa que provoca el chichón.
Pelo Blanco sin dar tiempo a reaccionar a Marta subió encima de la cama de Juana y sin previo aviso se orino.
Juana ni se inmuto pero Marta sin parar de reír fue hasta la cocinita y tomo un ambientador de esos de olor a frutas y se lo echo pro encima a su hermana.
Aun creo que Marta sé esta preguntado por que su hermana se levanto de la cama de un salto.
No solo eso si no que en una semana no se había bañado y ese día se fue a la pequeña ducha de un salto sin parar de gritar y hacer aspavientos.
Aun hoy mientras Marta acaricia a Pelo blanco por que desde entonces aquel enorme gato siamés es su amigo inseparable de hecho incluso bebe menos por que al gato según ella no le gusta y si se pasa la orina encima. Se sigue preguntando si se despertó de un salto por el orín de gato o por el olor de mandarinas de aquel ambientador.
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