La puerta II

Estaba sentada en la orilla del río, el sol del atardecer le confería un color dorado al agua al igual que el color del cielo por lo que ambos parecían uno mismo sin principio ni final.

La suave brisa húmeda me traía olores del pasado, presente y futuro que jamás he olvidado, olvidare y olvido. El breve murmullo del río con sus corrientes me envolvía como si de un tema de JL Hooker se tratase, respire esa fragancia infragante y cerré los ojos.

Una leve brisa me hizo estremecer y eso me provoco una leve sonrisa, un chapoteo inesperado me hizo mover los pies, un enorme pez se movía bajo las cristalinas aguas.

Abrí los ojos y me fije que estaba descalza moviendo los pies al ritmo, uno derecho adelante y luego el otro una y otra vez como un balanceo incesante.

De pronto sentí un leve suspiro justo a mi izquierda, me gire, justo a mi lado el muchacho larguirucho y flaco de piel blanca estaba sentado a mi lado ¿como? No se exactamente, pero él estaba allí.

Recuerdo que le cerré la puerta, recuerdo que se la cerré, aun así, el me había encontrado ¿como? Pues aun no lo se. Pero estaba claro que lo había hecho y que no había dudas sobre este tema, más que nada por que estaba allí.

¿Como me has encontrado? Pregunte sin mirarle.

Solo seguí la canción de Hooker y conseguí encontrar el camino por entre las notas, como bien dijiste una vez, si sigues el compás me encontraras y ¡santa Maria aquí estoy!- dijo mientras miraba al frente con un tono de voz tan alegre que provocó mi sonrisa.

La brisa volvió a levantarse y me estremecí, esta empezando hacer frío, el agua empezaba a oscurecerse.

No me puedo quedar he de volver- dije levantándome para irme – si oscurece quedaremos atrapados en la rivera del río y eso no es bueno- le tendí la mano y el me la acepto, durante un segundo o puede que mas o puede que menos, el tiempo se detuvo entre las notas de una canción y el viento que tarda un segundo - .

La estación estaba abarrotada de gente, el tren como casi siempre llegaba con retraso y yo llegaba tarde a trabajar.

Pero volvía muy feliz por que él había encontrado la forma de volvernos a ver y de volvernos a encontrar, aunque se, que eso solo ocurre en el segundo o tempo que dura la nota de una canción. Y puede que eso solo sea un sueño o puede que el sueño sea este.
¿Quien sabe, sabrá o pudo saber?