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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

viernes, 24 de agosto de 2007

La Dama Azúl


La Dama Azul.

Había una vez, una guitarra en un escaparate, era de color azul, no un azul cualquiera si no la gama que va del azul añil al azul cielo pasando por el azul agua marina y el azul oscuro.

Cuando la llevaron a la tienda, los dependientes estaban admirados de su belleza, pero el tiempo pasaba y la guitarra no se vendía.

Un día acertó a pasar por allí un bluesman de la armónica, lo cierto es que si entro en la tienda fue por que le perseguían para robarle.
No es que tuviese mucho dinero pero tenia él suficiente para pagar las entradas de un concierto para el, su chica y algunos amigos más.
Al entrar en la tienda le sorprendió la guitarra y más la historia que los dependientes le contaron. Esto le provoco mucha tristeza y decidió gastarse el dinero que llevaba en el bolsillo para poder rescatarla.

Cuando llego a su casa, estaba muy feliz, había salvado a una dama azul de morir en una tienda, se la presento a su amigo, un bluesman guitarrista, este nada mas verla sintió arder en su corazón la llama del amor y aunque tenia otras damas, esta le provocaba un placer infinito.

Pronto el bluesman guitarrista y la dama azul congeniaron y poco a poco, comenzaron a ser terriblemente felices el uno al lado del otro.
Aunque nuestra dama jamás olvidaría al primer bluesman que la saco del olvido.

Con el tiempo el bluesman guitarrista y la dama azul conquistaron los escenarios, y los corazones de los que tenían la suerte de escucharlos y pronto el bluesman armónica decidió que aquella hermosa dama debía estar en el sitio que la correspondía; que no era otro que al lado del guitarrista que hacia que aquella dama enamorase al mundo.

Así, pues, después de años, le regalo lo que ya era suyo de por sí, la dama azul.

Aunque este último no quiso aceptar el regalo y le dio una simbólica cantidad por aquella preciosa dama que hacia que su corazón se expresara con total claridad.

Por que todos saben que a las damas del blues nadie las regala ni las compra simplemente las sienten.

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