En la escalinata
Se paro frente a una enorme escalera de la que no se veía fin.
No sabia si subirla o darse la vuelta, así que él camínate decidió sentarse a esperar.
Uno tras otro nuevos caminantes llegaron y en lugar de subir al verle allí sentado, se sentaron con él a esperar.
El tiempo paso y nuestro caminante, envejeció.
No-tenia ya fuerzas para subir aquella enorme escalera, pero a sus alrededor dos grupos discutían sin cesar.
El primer grupo, discutía acerca de la meditación del caminante, ya que según ellos buscaba una explicación del por qué de la escalera.
El segundo grupo ,debatía acerca de sí el caminante, había comprendido que no-tenia sentido subir aquella escalera.
Ambos grupos se pelearon hasta llegar a la guerra.
Un buen día el caminante ya anciano, murió.
Le hicieron homenajes, le hicieron estatuas.
Pero aun hoy nadie ha subido la escalera. ¿¡ Por qué?
Se paro frente a una enorme escalera de la que no se veía fin.
No sabia si subirla o darse la vuelta, así que él camínate decidió sentarse a esperar.
Uno tras otro nuevos caminantes llegaron y en lugar de subir al verle allí sentado, se sentaron con él a esperar.
El tiempo paso y nuestro caminante, envejeció.
No-tenia ya fuerzas para subir aquella enorme escalera, pero a sus alrededor dos grupos discutían sin cesar.
El primer grupo, discutía acerca de la meditación del caminante, ya que según ellos buscaba una explicación del por qué de la escalera.
El segundo grupo ,debatía acerca de sí el caminante, había comprendido que no-tenia sentido subir aquella escalera.
Ambos grupos se pelearon hasta llegar a la guerra.
Un buen día el caminante ya anciano, murió.
Le hicieron homenajes, le hicieron estatuas.
Pero aun hoy nadie ha subido la escalera. ¿¡ Por qué?
Siempre nos quedamos a medio camino. ¡Muy bueno, chiquilla!
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