Magullada tal y como estaba decidió que debía salir.
No hay peor dolor que el que produce el orgullo-pensó-. Se vistió en silencio .La humedad de aquella noche la hizo temblar, no había problemas, la dosis de heroína que había tomado un rato antes la hacia sentirse bien. Tanto que había olvidado los golpes.Golpes, en su camino los había de todas clases, bajos, duros e incluso por previo pago, este era el caso de los que había recibido aquella noche.
100€ valía golpear a una yanqui-pensó- 100€ para su amada heroína bien valían unos malditos y asquerosos golpes.Hoy su jornada había concluido y el polígono la esperaba como siempre para comprar un poco de felicidad.
Noto que algo caliente la llenaba la boca –SANGRE- se paso la lengua y noto una pequeña grieta en un lateral de la boca. Sangre por ella fluía bien sus ansiado sueño, sonrió, sueños sin sueños para aplacar una sangre calida y suave.
Sueño y esperanza jugados en una partida contra su propia esperanza y sueño
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