De entre las sombras, me quede quieta, sabía que si
hacia el mas mínimo ruido,
Me vería.
Así que simplemente observe con más intensidad, ahora lo
que ocurriera era cuestión de tiempo.
Contuve la respiración solo unos segundos, puede que
pasara más tiempo, pero la sensación dentro de este lugar atemporal no era la medición
de tiempo que normalmente rige el lado humano que todos conocemos.
Los planos astrales a veces nos llevan a lugares de
donde no podemos salir, lugares donde unos llegan por los llamados sueños,
otros llegan tras consumir drogas y otros los grandes perceptivos, son los auténticos
viajeros extracorpóreos.
Ahora estaba en esta situación, una situación incómoda e
imperecedera, ese ser me buscaba, me había percibido y solo hay una forma de deshacerse
de un ser llegado desde el lugar del que el venia.
Solo una forma de acabar con él, y era el momento, me
concentre en mis manos, los planos astrales no son como los planos corpóreos, a
veces un movimiento atrae una marea, otras no.
Me quede en silencio respire al mismo tiempo que la
misma respiración me abandonaba.
No necesitaba aire, solo mover mis manos y la decisión vital
estaría en mi consciencia inconsciente, en mi plazo astral, con suficiente fuerza
para acabar con aquella situación.
O atacaba sin saber si este se me había percibido en mi
totalidad, o cerraba esta entrada astral, iba a cerrar cuando una voz me hizo girarme
con un súbito asombro.
Hola, Dama has vuelto, se bienvenida a un lugar donde no
puedes irte.
Me quede en silencio, y me obligué a volver, no podía ser,
no podía ser.
Pero el gran señor muerte me había encontrado, sin que
yo le buscara, lo bueno es que el ser que me observaba al verle huyo
despavorido.
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