Desde mediados del siglo XXI, concretamente para 2058, el
clima comenzó a cambiar y actualmente, solo existen dos estaciones.
Primavera y invierno, las grandes corporaciones
comenzaron a tomar el control de la alimentación creando grandes granjas
invernadero, en extensiones de terreno donde antes se cultivaba al sol.
Dentro de estos complejos llamados (inversos) crecen
plantas y animales.
La climatología dejo los hemisferios norte y sur, prácticamente
convertidos en terrenos desérticos, excepto por estas grandes inversas, donde auténticos
centros humanos prosperan y crecen.
Fuera de los dos polos de la tierra, no vive nadie fuera
de estos centros.
Al principio la humanidad creo brotes de resistencia,
pero fueron expulsados, siendo abocados a la extinción, como han demostrado los
satélites en las últimas revisiones cíclicas, que se realizan cada año.
Aunque algunos grupos descontentos con el dominio de las
grandes corporaciones, dicen saber que hay grupos humanos fuera de estos
lugares.
Tanto la tele prensa como las radio conferencias
notifican que esto solo son utopías, ya que las grandes corporaciones serian
las primeras interesadas en que los inversos desaparecieran y volviéramos a ver
todos la luz solar.
Ahora en estas dos estaciones, un mundo cubierto de
nubes y lluvioso, no deja ver si no una esfera dorada atreves de las espesas
nubes grises, en primavera.
Un sector de la tierra ha cambiado tanto que no tiene
que ver con los mapas anteriores al siglo XXI
Aunque las grandes epidemias habían desaparecido, algo
extraño paso en la inverso del Oeste de Europa, una extraña epidemia que mato
casi un inverso entero y acabo con casi todos los inversos del oeste, dejando
dicha zona en cuarentena.
Sin embargo el mismo mal, apareció en la del centro de
Europa, Australia y Eurasia.
Los Inversos de Estados unidos, centro América, Sur de América,
África, Asia, etc.
Cerraron sus puertas a viajes e intercambios entre las
corporaciones, pero la epidemia siguió su curso.
En la actualidad, se han perdido grandes cosechas,
grupos humanos.
Algunos humanos convencidos de que la utopía de una vida
fuera de los inversos es posible, han huido hacia el exterior.
Pero los satélites no captan restos de vida humana,
fuera de los complejos.
En algunos complejos, tampoco.
El virus.
Se trata de un virus que se trasmite por la saliva, curiosamente
has de ser mordido, por un infectado.
Se trasmite en 24 horas.
El individuo, obedece a uno de los que le han mordido,
es el líder.
No todos los humanos sobreviven, algunos son destripados
y algunas víctimas aparecen secas de sangre.
Los grandes centros de búsqueda y control de
enfermedades, no encuentran cura a dicho virus.
Algunas vacunas retrasan los síntomas, pero al poco
tiempo el individuo muere entre convulsiones.
Aun se busca cura.
Los científicos lo llaman el virus vampur, pues hace
muchos siglos un mito sobre unos seres que bebían sangre y cuyo título era Drícela.
La resistencia.
En la actualidad, en la zona Oeste, la antigua ciudad de
Madrid, somos un pequeño grupo.
Nos llamamos los cazadores, contra estos seres solo hay
una muerte que vale, se les corta la cabeza y se les quema, tras ser troceados.
Nos mantenemos ocultos de los satélites para evitar el
regreso a los inversos, donde moriremos sin tener opción
El invierno, que se acerca, nos obliga a vivir bajo
tierra, lejos de los satélites, controlamos cuando se acercan para poder
bloquearlos.
Somos 20, no hay niños, no hay ancianos, la alimentación
se está basando en la caza, pero hemos conseguido reproducir con éxito, setas,
tomates encontramos algunas plantas salvajes, que dan frutos y son comestibles,
las hemos llamado la frac.
En cuanto al agua, la de los ríos no es potable, pero la
cocemos y hervimos hasta que nos la podemos beber.
Ahora nos llamamos los cazadores, y creemos que la
corporación fue quien metió el virus, quien lo controla y es posible que seamos
su ganado.
Si te encuentras con esta trasmisión, búscanos, pues no
hemos muerto.
Seguimos vivos, seguimos.
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