En este día

De los amigos que han quedado a mi lado, Solo algunos permanecen por sangre, La luna refleja en el lago, El festín impío de los devorados por el hambre, Silencio entre las últimas notas de aquel piano, Mientras el violín marca la aciaga hora del fin, En las horas las guitarras dejaron un lamento, Ahora ya solo suena la lágrima de un bajo, Déjenme que les muestre como la batería rompe, Un silencio de espantoso deambular Escrito dicho silencio en una partitura marcada, Que ya paso. A los que quedaron como amigos en este día les doy un grato y sincero gracias, a los que se fueron de mi lado por egoísmo puro. Que decir, pues que os traigan muchos regalos los magos.