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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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lunes, 26 de diciembre de 2011

La ventana (esto es pura ficción)

La ventana.


Llevaba en aquel convento más de diez años, desde que su esposo el Rey Ludovico accediera a concederle el lugar de princesa viuda.

Había sido el mejor trato al que pudo aspirar, ya que el orto camino era la muerte, ninguna reina antecesora había sido llamada viuda y metida en un convento de por vida.

Todos afirmaban que el rey la amaba, bueno en diez años no había venido a verla ni una sola vez, claro que esto la provocaba una sonrisa, como va a venir a verte un muerto, los muertos se quedan al otro lado del mundo de los vivos.

Estaba feliz, terminaba un tapiz era sobre un bello paraje soleado, el día que conoció al rey ella galopaba por él, el agua canturreaba y el sol hacia que pareciera oro, el fresco verde del campo hacia que la brisa pareciera moverlo como en olas, era todo precioso, pero eso fue el día en que conoció al único hombre al que había amado, Ludovico, su hermana iba a ser la elegida como reina pero el ……………sonrió y volvió a su paño y sus agujas e hilos de colores.

Oyó voces, las monjas corrían alborotadas, llamaron a su puerta y ella dio permiso para entrar.

Entre jadeos y voces entrecortadas, oyó como le hablaban del rey, eso fue justo antes de que una majestuosa figura las apartara, era el caballero Israel, las quitaba de en medio para que entrara el Rey.

Señora, el rey- dijo sin dejar de apartar a las monjas.

Ella accedió y el sonrió, el Rey allí y ella más vieja, sin arreglar, en fin así parecía ser ahora, un fantasma venia a verla y claro hacia un revuelo.

Cuando Ludovico estaba frente a ella, cerro de golpe la puerta, mientras al otro lado se oía a Israel decir señoras, por favor, no puedo dejarlas acercarse a la puerta sean buenas.- ella sonrió.

- A que se debe la visita de un fantasma en mi nuevo hogar- por respuesta obtuvo una enorme carcajada- bueno veo- añadió sin dejar de bordar- que este fantasma esta de muy buen humor.

- El aparto de un manotazo la mano de ella sobre el paño y sin pensarlo miro por la ventana- no – dijo sin dejar de mirar por la ventana- el paisaje no se parece en nada pero supongo que mi opinión no es muy experta ¿verdad?

- A que ha venido mi difunto esposo, si puedo preguntar- el pauso su respuesta y observo la habitación, después en su cara el desagrado se hizo patente, luego fue al arcón que había junto a la cama y lo abrió, dentro una pila de manuscritos estaban bien guardados y apilados- sabéis que no pueden leer las mujeres, está prohibido por el santo prelado- ella hizo un gesto de desconocer esta ley y muy ofendida continuo- ¿qué quiere de mi un fantasma?- el sonrió y cerro el arcón- me están intentando matar, dos de mis más preciados generales han conspirado contra mí, están muertos, odio a los traidores, pero me hablaron de ti me dijeron que tú fuiste la traidora- ella siguió bordando, cogió de su cesto de hilos con mucho cuidado los colores y cogió el de color rojo-¿ para qué quiero que mueras? Supongo que tus generales te lo habrán dicho- el puso cara de desagrado y hizo un gesto burlesco- no ellos no saben la razón, pero sé que mienten- ella comenzó a enhebrar la aguja – entonces esta visita es para hacerme culpable de algo que sabes que yo no he hecho, tienes dos hijos, un heredero y una bella princesa, nunca seria reina mi señor, lo sabes y lo sé, aquí vivo feliz ahora pensar ¿quien se beneficia de la muerte de Ludovico?-el sonrió y la acaricio el pelo, ese pelo rojizo que cuando el sol se reflejaba en el era como la sangre- no he venido a verte en diez años, por que no puedo estar a tu lado sin desear tus labios- el miro por la ventana de nuevo- si claro, lo comprendo una bellísima princesa sueva os ha dado dos hijos, yo era la hija de un prisionero Bretón, jamás tenía que haber sido la reina, lo sabes y lo sé, el exilio fue la mejor baza, ahora me acusan de traición seguro que el consejero Talpa tiene algo que ver con ello- comenzó a bordar- Talpa esta muerto mi reina, bueno después de tu viudez tuvo problemas de estomago- ella le miro sorprendida si había algo que conocía de Ludovico era su ira, no se podía comparar con nada excepto el asco de ella hacia Talpa.

Un silencio se hizo entre ambos y el rey cogiéndola del cabello se inclino y la beso, luego los besos fueron más seguidos, hasta que ambos eran solo uno y el día comenzó a terminar.

Pasadas tres horas el rey salió del cuarto, tras él una figura pequeña le seguía, en el suelo cabellos rojos cual sangre se amontonaban, una orden llevar al joven muchacho al castillo, junto a los enseres de la reina muerta.

Pues ese día y frente al consejo Ludovico mato a su antigua esposa por traición, un joven mozalbete se instalo en su castillo y al poco su esposa fue encontrada muerta mientras dormía.

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