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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

viernes, 11 de marzo de 2011

duelo con preso

Llegamos a aquella villa junto a un caladero, una zona preciosa.
Por primera vez pude dormir del tirón toda la noche, durante los días que habían transcurrido desde mi salida de prisión solo dormía del tirón un par de horas, pero es curioso lo pronto que el cuerpo se acostumbra a lo bueno.
La brisa del mar entraba por la venta y cerré los ojos.
Frente a mí una playa, la luz del sol daba tonos rojizos sobre la blanca arena, el sol moría sobre las olas, hacía calor aunque una brisa fresca salía del mar; jóvenes que recogían las toallas y se marchaban ya a su casa, de pronto me vi a mi misma recogiendo mi toalla, pero yo iba con un vestido de playa y unas gafas negras.
Un hombre, el hombre del coche se acerco comiendo un helado, era un helado de fresa y me dijo:
Quise despedirte por la manifestación, dije que nada de mezclarse entre la gente dándose a conocer y tu desobedeciste una orden, aunque gracias a tu actuación…. la brisa me hizo extremecerme….en la carcel te perdonare la vida y continuaras formando parte del grupo.
Me escuche a mi misma diciendo gracias, lo siento mucho, gracias y me desperté sobresaltada.
La luna brillaba en lo alto del cielo, me incorpore y fui a la ventana.
Mi rescatador estaba preparando el barco, me levante me duche y me vestí.
Cuando baje al embarcadero, me miro y sonrió.
- Venga recoge cosas de abrigo, todo lo demás ya está en el barco, nos vamos hermanita.
- A donde?- pregunte mientras corría a la casa a recoger todo lo necesario y vi unas bolsas preparadas junto al paseo que bajaba al embarcadero.

Subimos en el barco y el soltó amarras, la luna aun brillaba y por la forma de navegar de mi compañero y por todo lo que había en el barco, supe que no íbamos a volver.
- ¿cómo te despertaste sola?- dijo mientras maniobraba con el timón-¿creí que tendría que despertarte-yo sonreí y simplemente me encogí de hombros.

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