la 13

Oyó un ruido en la puerta de entrada de la casa, la puerta se abrió y se levanto sobresaltada, un grupo de gente entraba en tropel. Se escondió en su cuarto y se tapo los oídos, como hacía con las discusiones de papa y mama, un día sin previo aviso papa se marcho y mama comenzó a traer a aquellos hombres a casa, luego se fue mama, la dijo que volvería pero no lo hizo y ella se quedo esperando en su cuarto a que volviera. En lugar de eso lo que había vuelto era ese grupo de gente, hacían mucho ruido y tenían la radio muy alta. Un día aporrearon su puerta pero no pudieron entrar, seguro que eran amigos de mama, si que venían a hacerle daño como siempre, luego mama la reñía y la pegaba porque según mama ella los provocaba con sus risas y……las lagrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas, se coloco tras la puerta empujando con todo su cuerpo y esta no se abrió. Fue entonces cuando vio justo por la ventana que una joven miraba fijamente la casa, se aparto de la puerta y se asomo. La joven la saludo con la mano, ella hizo lo mismo, pero entonces aquellos hombres entraron en la habitación y ella salió corriendo a esconderse al altillo del baño. Un buen día los golpes cesaron y los hombres desaparecieron, no había ruido y bajo del altillo. Su habitación había cambiado, bajo la escalera colonial y fue a dar justo a un salón, la joven que vio en el patio la esperaba frente a la puerta. Entonces intento escapar, huir, aquella cara, aquella joven, era monstruosa, era un ser repulsivo que la agarro con fuerza. - Los seres oscuros llevamos mucho tiempo esperando que salieras a fuera, eres de nosotros. Ella recordó, ella recordó como su madre vio aquel hombre sobre ella, él era el último novio de su madre, estuvieron bebiendo juntos y cuando se fue él, la golpeo, la golpeo hasta que ella cerró los ojos y se durmió…..se durmió, ahora recordaba haberse despertado y no ver a nadie. Ella era un monstruo, el ser que estaba frente a ella sonrió. - Ahora lo comprendes verdad? Eres un ser que no merece ir a la luz- extendió su mano y mientras lo hacia ella dejo de existir y se convirtió en la oscuridad que envolvía a aquella joven que lentamente se metió por el espejo que había junto a la entrada, con una enorme sonrisa en su cara.