El universo se expande,
El corazón late en pequeños punzones que se convierten en latidos constantes, un cumulo gaseoso se convierte en ser estable al unirse a una enorme roca que choco contra el incandescente magma planetario, amor y odio expuesto en partículas de acero inoxidable.
Así nace una estrella, a base de fusiones e interminables explosiones interiores, así la naturaleza crea y recrea su propia vida, una y mil veces.
Las galaxias chocan y se crean y destruyen en átomos y partículas que son un segundo, horas personificadas en momentos.
Un latido de magma marca la primera hora lacerante de la vida y la muerte planetaria.
Silva un viento cósmico, los tiempos de antes ahora son segundos, desconocimiento por falta de entendimiento.
Así el tiempo se hace eón, así los atemporales cúmulos gaseosos se mantienen en posición fetal pero ya crecieron, el cosmos que vemos no es el real, solo percibimos lo que la luz nos permite.
Como podemos pensar en ser tan importantes, cuando somos una minúscula mota de polvo en el espacio en el que habitamos.
Me siento muy cansada,
No tengo intención de contar estrellas,
Jamás he hablado con nadie tanto,
Pero eso es pasado.
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