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El viaje


Caminé durante horas ,bajo la luz de la luna llena que iluminaba el valle de las sombras.

Finalmente encontre el lugar exacto donde poder cavar y allí en medio de la nada mas absoluta enterre mi corazón.

solo mientras navego vuelve a la vida, entre brumas de recuerdos, que en sustancia creo que no existen.

Precisamente por que son realidades en si mismos.











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MADRID

miércoles, 18 de noviembre de 2009

la muerte de una flor.


Situada frente a la ventana,
Oyó como tras ella se cerraba la puerta,
Vio caer una a una las hojas secas,
Del árbol situado frente a la ventana,
El sol ya casi se ocultaba tras una enorme nube,
Pronto llovería pero no hoy,
Excepto por el hilo de baba que caía lento,
De las comisuras de sus labios,
Al tener la cabeza inclinada hacia el lado derecho,
Hubiese parecido un cadáver,
Un soplo de aire frente a su cara la hizo parpadear,
Un soplo de aire fresco a pesar de estar cerrada la ventana,
Una figura de negro estaba situada frente a su cara,
Alzo los ojos para poder ver de quien se trataba,
Aquel ser desato primero la mano izquierda,
Luego muy despacio la derecha,
Finalmente desato la sabana que le ataba el cuello a la silla,
Ella cayó de frente,
Desplomándose como un fardo de harina contra la pared,
Su cabeza golpeo al radiador que había justo debajo de la ventana,
Su cabeza golpeo el radiador que había justo frente a ella,
No pudo nadie entender como había ocurrido,
Aunque su cuerpo cayó golpeándose contra el suelo,
Rompiendo lo que el radiador había dejado intacto,
Su sangre se disperso manchando el suelo y a ella misma,
Sus ojos abiertos y fijos aun pudieron ver,
Un montón de seres vestidos de blanco,
Un ser que todo de negro se marchaba sin ser visto,
Y se alegro de que él hubiese ido a buscarla,
Sintió que todo tenía sentido en aquel sin sentido,
Y sin más, su vida desapareció definitivamente de aquel cuerpo,
Aunque llevara en estado vegetal un cuarto de siglo,
Y murió como cuando se limpia la baba de un anciano,
Sin ningún tipo de sonido ni grito,
Con una caída seca y discordante,
En un suspiro sin oídos,
Sola y en soledad agrupada,
En simple y complicada agonía,
Con la inocencia que da no conocer nada,
Con la suavidad de la nada en el filo de un cuchillo,
Se corto la silenciosa vida,
De un ser sin vida aparente,
Y aunque nadie entendió como se corto las ataduras,
Por fin fue libre de morir,
viendo el jardín,
En la tarde de otoño en la que aquella vida,
Se convirtió en la de un vegetal solitario y sombrío.

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