Como todas las mañanas se preparo para ir a trabajar, dejo a los niños en la escuela y después cogió la M-40 en dirección sur para ir a su trabajo.
A las doce y media recibió una llamada de su esposo, la llamaba desde Sevilla , estaba en una serie de reuniones por motivos de trabajo , la comento que todo estaba bien y ella hizo lo mismo, no le conto que el niño pequeño había tenido problemas con un compañero de clase, ni que había apuntado al niño mayor al grupo de ajedrez del colegio, simplemente esperaba que le diese pie para aquello, pero no ocurrió, así que la conversación acabo cuando él dijo que tenía que volver a entrar, la llamaría por la noche.
A las 6 salió de su trabajo y llamo a Nerea, la chica encargada de recoger a los niños y quedarse con ellos hasta que ella llegaba, Nerea además limpiaba la casa.
Todo estaba en orden así que tomo la M-40 destino a su domicilio cuando vio que anunciaban atascos, tomo un camino alternativo, nunca lo había tomado antes.
Justo se dio cuenta que necesitaba comprar algunas cosas de alimentación, por lo que vio justo al lado izquierdo de la carretera que había tomado un centro comercial de forma extraña y pensó, seguro que tienen un supermercado.
Cuando entro todo le pareció como cualquier centro comercial, solo que en este para ser lunes había muchísima gente, pero bueno lo atribuyo al hecho de que fuese el único centro comercial así de grande de por aquellas ciudades dormitorio que habían ido creciendo entorno a Madrid.
SE dirigió hacia un lugar que la llamo la atención, se anunciaba en un letrero grande como el mercadito, como el resto del centro comercial estaba atestado de personas que iban y venían.
Este lugar parecía un mercado medieval, tomo una cesta de mimbre que le resulto de lo mas cuca, y siguió comprando, tomo plátanos, fresas, patatas…… de pronto vio horrorizada que la cesta de mimbre estaba cubierta por un moho azul, al igual que de las patatas salían gusanos y las fresas y plátanos estaban podridas.
Se dirigió hacia un chico que parecía colocar piezas de fruta en un estante, le mostro la cesta y este sonrió mostrando unas encías descarnadas que la dieron ganas de vomitar, por lo que soltó la cesta y salió corriendo, se dirigió al aparcamiento pero antes de salir, vio una tienda donde vendían productos en salazón, la recordó su tierra halla en el Norte donde el bacalao se salaba y se vendía en el puerto, de hecho olía a mar.
Entro y pregunto, el precio de una pieza de bacalao el dependiente la dijo 12€ , ella dijo que era caro, el tipo entonces la mostro unos lomos empaquetados al vacio por el mismo precio, ella le increpo diciéndole que eso era incluso más caro que la pieza completa y el tipo, sonrió mostrando unos dientes amarillos que la asquearon, después dijo que lo mejor estaba por detrás, dio la vuelta al paquete y este estaba lleno de una especie de bichos que lo recorrían, esto es lo que vale su precio la dijo secamente.
Salió corriendo, tomo el coche y se dirigió a la salida, estaba anocheciendo, no pensaba que llevase tanto tiempo en aquel centro comercial.
Siguió las indicaciones de salida, llego entonces a una rotonda, frente a ella unos edificios quemados mostraban los esqueletos de las viviendas, no sabría decir por qué paro.
Bajo al ver en uno de los edificios a una anciana que la hacía señas, subió por la quemada escalera hasta la casa donde se encontraba la anciana y entro, la mujer la pidió que tomara asiento y ella lo hizo esperando que la pidiera algún favor. La mujer la pidió que mirara al frente allí a menos de doscientos metros, había un coche estaba destrozado, dos guardiaciviles tomaban notas y llamaban, en el suelo un cuerpo cubierto con una manta, la anciana señalo entonces al suelo, ella miro, vio, intento levantarse para irse pero la anciana la coloco delante una bandeja llena de gusanos y moscas, mientras la decía mirándola a los ojos.
-venga, nadie sale de ciudad de condenados, hija es mejor que se quede aquí conmigo, no creo que le gustara ser la cena de nadie, Verdad?
Volvió a mirar, el bolso que había en el suelo era suyo, y era su coche…. Ella ahora estaba muerta para el mundo ¿pero estaba muerta de verdad?
Vio el cartel de la rotonda, anunciaba:
Bienvenido a ciudad de condenados.
La voz de la anciana le dijo entonces:- si es buena puede usar mi teléfono, quiere llamar a alguien, es mejor que se despida ahora
