La lluvia cae, mojando mi cara,
Los charcos de la acera,
Acaban por encharcarme los pies,
Mis pasos suenan,
Por toda la calle,
Como un eco infinito,
Por eso te paras y te giras.
Ves el camino, el que anduviste,
Hasta llegar a este lugar,
La estación al fondo
Y tú sola con tu maleta.
Ellos no te echaran de menos,
No se darán apenas cuenta,
De tu marcha.
Caminas, con calma.
Pides un billete,
Solo de ida es más barato.
Esperas en la estación,
Faltan aun cinco minutos para que el tren se estaciones,
Miras tus manos, con los anillos y las uñas pintadas de azul,
No sabes por qué es mejor así, siempre fue más fácil
Huir que dar la cara, irse que explicar.
Si explicar quién eres y adónde vas.
Eso es triste, porque no eres nada,
Nadie te espera,
Sola viajas y eso lo sabes hace tiempo.
El tren entra en la estación,
Coges tu pequeña maleta
Y subes.
Ves en el andén como otros se despiden,
Ves como se dicen adiós.
Pero tú nunca dirás adiós,
Nunca te despedirás,
Porque así es más fácil partir.
Porque así siempre es más fácil
Irse.
En tu vagón no hay nadie,
Solo tú, sola tú
Miras a los lados,
Pero esta sola,
Se está bien estando sola,
Mejor que estar con gente,
Miras tu reflejo en el cristal de la ventanilla,
Te sacas la lengua y te haces burlas.
Que pálida estas, que ojerosa y que triste.
Suspiras, el tren echa a andar.
Entonces le ves llegar corriendo a la estación,
Ves como ve marcharse el tren
Y comienzas a llorar,
Pero solo lo haces para tener la cara húmeda,
Al igual que tienes los pies y el cuerpo.
Mojados por la lluvia, por las lagrimas,
Por la tristeza de la tarde del adiós.
Los charcos de la acera,
Acaban por encharcarme los pies,
Mis pasos suenan,
Por toda la calle,
Como un eco infinito,
Por eso te paras y te giras.
Ves el camino, el que anduviste,
Hasta llegar a este lugar,
La estación al fondo
Y tú sola con tu maleta.
Ellos no te echaran de menos,
No se darán apenas cuenta,
De tu marcha.
Caminas, con calma.
Pides un billete,
Solo de ida es más barato.
Esperas en la estación,
Faltan aun cinco minutos para que el tren se estaciones,
Miras tus manos, con los anillos y las uñas pintadas de azul,
No sabes por qué es mejor así, siempre fue más fácil
Huir que dar la cara, irse que explicar.
Si explicar quién eres y adónde vas.
Eso es triste, porque no eres nada,
Nadie te espera,
Sola viajas y eso lo sabes hace tiempo.
El tren entra en la estación,
Coges tu pequeña maleta
Y subes.
Ves en el andén como otros se despiden,
Ves como se dicen adiós.
Pero tú nunca dirás adiós,
Nunca te despedirás,
Porque así es más fácil partir.
Porque así siempre es más fácil
Irse.
En tu vagón no hay nadie,
Solo tú, sola tú
Miras a los lados,
Pero esta sola,
Se está bien estando sola,
Mejor que estar con gente,
Miras tu reflejo en el cristal de la ventanilla,
Te sacas la lengua y te haces burlas.
Que pálida estas, que ojerosa y que triste.
Suspiras, el tren echa a andar.
Entonces le ves llegar corriendo a la estación,
Ves como ve marcharse el tren
Y comienzas a llorar,
Pero solo lo haces para tener la cara húmeda,
Al igual que tienes los pies y el cuerpo.
Mojados por la lluvia, por las lagrimas,
Por la tristeza de la tarde del adiós.
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