Se había quedado dormida, por fin, aquella pastilla le había robado dos horas de sueño visceral y la había convertido en una criatura casi hilarante al final de la noche y comienzo del día.
Pero el sueño no fue lo que esperaba, la calle estaba húmeda por la lluvia y cayó en un profundo sopor sobre un banco situado en una acera.
En aquel barco solo había dos personas .él y ella, aquel monstruo que ella conocía muy bien, una vez la dejo salir en libertad del reino de los no vivos y ahora volvía a estar entre sus garras.
Viajaban en barco, el mar del norte era traicionero así como peligroso, los oleajes superaban los cuatro metros de altura y la tripulación de aquel capitán maldito estaba descansando puesto que era el alba.
Ella y el estaban juntos en el timón, siempre dirección norte, siempre hacia los hielos polares y el fin de la vida conocida en este mundo.
- Te deje volver con los tuyos porque tenias algo que hacer en ese cuerpo insulso y humano- dijo y su voz sonó a bramido del mar-
- Lo sé- dijo ella , estaba con las manos en el timón al igual que él y su espalda rozaba el pecho del capitán, de hecho su cabeza se apoyo en el pecho y noto como la respiración de él la mecía al igual que al barco le mecían las enormes olas – pero estoy bien con los humanos , tengo dos hijos y un marido y los humanos dicen que he de ser feliz- calló , porque noto la presión de las manos de él en el timón , noto como un sonido ronco y gutural salía de su garganta, noto como la ira crecía en su acompañante .
- Yo te deje una vida para vivirla- dijo al fin con aquel bramido que tenia por voz- pero cuando vuelva a por ti, no habrá escusas, ni miedos, ni llantos, tú no eres humana y eres mi prometida.
- Lo sé- dijo ella y guardo silencio.
- Me pediste un regalo y yo te lo concedí pero no me pidas que te conceda otro porque me dueles, mi corazón se resiente por tu alejamiento y sé que amas a esos con los que vives y sé que yo solo estoy en tus sueños, pero…- las lágrimas caían por las mejillas del monstruoso capitán. ella intento girarse pero él no la dejo hacerlo, solo dijo -has de volver a con ellos, el día comienza y aquel que se hizo cargo de ti por unas horas te llevara a casa de tus hijos, pero recuerda quien eres y quien serás, recuerda que un día volveré y tu vendrás conmigo para siempre.
Abrió los ojos, a su lado aquel amigo tenía cara de preocupación, se incorporo y caminaron en silencio hasta su casa, ella subió a su cuarto y durmió.
Pero en su sueño aquel capitán maldito, era un autentico príncipe aunque su cuerpo fuese más parecido a un dragón que a un hombre y sus labios mas parecieran la boca de una serpiente.
Durmió, porque en unas horas sus hijos volverían a casa junto a su marido de regreso de vacaciones y recordó que esto solo era el regalo de compromiso de un Capitán, donde las olas son color rojo y el sol las convierte en naranjas con la fuerza de sus rayos….
Pero el sueño no fue lo que esperaba, la calle estaba húmeda por la lluvia y cayó en un profundo sopor sobre un banco situado en una acera.
En aquel barco solo había dos personas .él y ella, aquel monstruo que ella conocía muy bien, una vez la dejo salir en libertad del reino de los no vivos y ahora volvía a estar entre sus garras.
Viajaban en barco, el mar del norte era traicionero así como peligroso, los oleajes superaban los cuatro metros de altura y la tripulación de aquel capitán maldito estaba descansando puesto que era el alba.
Ella y el estaban juntos en el timón, siempre dirección norte, siempre hacia los hielos polares y el fin de la vida conocida en este mundo.
- Te deje volver con los tuyos porque tenias algo que hacer en ese cuerpo insulso y humano- dijo y su voz sonó a bramido del mar-
- Lo sé- dijo ella , estaba con las manos en el timón al igual que él y su espalda rozaba el pecho del capitán, de hecho su cabeza se apoyo en el pecho y noto como la respiración de él la mecía al igual que al barco le mecían las enormes olas – pero estoy bien con los humanos , tengo dos hijos y un marido y los humanos dicen que he de ser feliz- calló , porque noto la presión de las manos de él en el timón , noto como un sonido ronco y gutural salía de su garganta, noto como la ira crecía en su acompañante .
- Yo te deje una vida para vivirla- dijo al fin con aquel bramido que tenia por voz- pero cuando vuelva a por ti, no habrá escusas, ni miedos, ni llantos, tú no eres humana y eres mi prometida.
- Lo sé- dijo ella y guardo silencio.
- Me pediste un regalo y yo te lo concedí pero no me pidas que te conceda otro porque me dueles, mi corazón se resiente por tu alejamiento y sé que amas a esos con los que vives y sé que yo solo estoy en tus sueños, pero…- las lágrimas caían por las mejillas del monstruoso capitán. ella intento girarse pero él no la dejo hacerlo, solo dijo -has de volver a con ellos, el día comienza y aquel que se hizo cargo de ti por unas horas te llevara a casa de tus hijos, pero recuerda quien eres y quien serás, recuerda que un día volveré y tu vendrás conmigo para siempre.
Abrió los ojos, a su lado aquel amigo tenía cara de preocupación, se incorporo y caminaron en silencio hasta su casa, ella subió a su cuarto y durmió.
Pero en su sueño aquel capitán maldito, era un autentico príncipe aunque su cuerpo fuese más parecido a un dragón que a un hombre y sus labios mas parecieran la boca de una serpiente.
Durmió, porque en unas horas sus hijos volverían a casa junto a su marido de regreso de vacaciones y recordó que esto solo era el regalo de compromiso de un Capitán, donde las olas son color rojo y el sol las convierte en naranjas con la fuerza de sus rayos….
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