Tengo el alma dolorida.
Como un acerico lleno de alfileres o el sonajero de un niño usado una y mil veces, mi alma se retuerce de dolor, vencida por el cansancio.
Me quedo en silencio, esperando, desesperanzada viendo como se desmenuza en hilos, que vagan por el eterno cielo.
Escucho de nuevo a Bunbury, cantando una y mil veces lo mismo, me siento a pasar el tiempo aunque que se siempre será lo mismo.
Tristeza impresa en el alma mía, eso es lo que siento y no se por qué, el tiempo se me hace infinito.
Como un acerico lleno de alfileres o el sonajero de un niño usado una y mil veces, mi alma se retuerce de dolor, vencida por el cansancio.
Me quedo en silencio, esperando, desesperanzada viendo como se desmenuza en hilos, que vagan por el eterno cielo.
Escucho de nuevo a Bunbury, cantando una y mil veces lo mismo, me siento a pasar el tiempo aunque que se siempre será lo mismo.
Tristeza impresa en el alma mía, eso es lo que siento y no se por qué, el tiempo se me hace infinito.
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