cuentos y poesias infantiles

La libélula manola

La libélula Manola dice que esta enamorada
La muy coqueta se pasea por la charca

Dice que disco de oro que se refleja en el agua
Sube solo por amor desde el fondo de la charca

Mientras el pez cazador la observa sin decir nada
Por que el aun no comió desde la noche pasada

Las mariposas sonríen desde las flores cercanasMientras la tarde se viene derribando a la mañana


Tralari Tralara

Tralari tralara canta la ranita
Tralari tralara el grillito canta
Tralari tralara que las estrellitas
Del cielo bonitas
Cuidan de mi niña
Que durmiéndose esta.

Tralari tralara canta la ranita
Tralari tralara el grillito canta
Tralari tralara que las estrellitas
Del cielo bonitas
Cuiden de mi niña
Que durmiendo esta.

Sandra y el Señor Viento.

Aquella noche Sandra no podía dormir. El viento golpeaba la persiana de su cuarto sin piedad.

-Mamá-grito asustada-mamí

A los cinco minutos su mamá entra en el cuarto.

-¿qué ocurre Sandra?- dijo dando la luz y sentándose
en la cama junto a la niña.

- Tengo miedo- dijo Sandra- las ventanas suenan.
- Cariño-dijo la madre para tranquilizarla – no suenan es solo el Señor Viento que juega con ellas.
- ¿ Que juega con ellas?-dijo Sandra con los ojos como platos-¿ por qué?
- Pues lo cierto- dijo la mama a modo de explicación- es que al Señor viento le gusta jugar con las cosas que no se mueven.
- ¿ Recuerdas cuando fuimos con el tío a volar la cometa?-Sandra asintió, claro que se acordaba, el tío mando le comenta tan alto que parecía que jugase con las nubes – pues era el Señor viento quien la movía-dijo la mama- ¿ ves cuando en Otoño se caen las hojas? Pues el viento juega a que las lleva de aquí para allá.
- Pero me asusta- dijo Sandra abrazándose a su mamá- no quiero que juegue ahora.
- Cariño – dijo la mama- el viento es así y a veces se enfada con las nubes y hace tormentas.
- Dile que se vaya- dijo Sandra-.
- No puedo, el no me hace caso, pero sabes qué, este fin de semana vamos a ir a volar comentas para que no venga más¿ te apetece?.
- Si -grito Sandra-
- Pues ahora te tienes que dormir por que si no va a seguir golpeando la persiana.
La mama salió apagando la luz, Sandra se había acurrucado en su cama y así se queda dormida.
Al día siguiente les contó a todos sus amigos que iba a ir a volar comentas. Como el señor viento había ido a buscarla por la noche, pues claro, su mama había quedado con él para que la dejase de llamar por la noche en la ventana.

Río arriba ,río abajo

Río , río, arriba
Río , río, abajo
Nada el pececito
Las sombras del día
Se hacen largos caminos
Suben los halcones
Con su señorío
Por el viejo roble
Dirección al castillo
Allí en plena ausencia
De gritos de chiquillos
Gritan ellos alto
Como reales amos
De la ruina que duerme
Cerca del río
Bajo la arboleda
Que baja hacia el rio
Graznan cinco cuervos
Negros y zainos
Mientras el sol
Se hace amo del azul
El pez que nadaba
Pescado quedo
Rio, río ,arriba
Río , rio ,abajo.
Nadaba el pececito
Ahora esta pescado.